Al finalizar la clase de matemáticas no me pude resistir, me iba ha escuchar el tutor este, me quedan 15 min para la siguiente clase, así que tengo tiempo, no es que me haya molestado que me haya ayudado el chico de antes, más bien ha sido agradable, pero este idiota me ha cerrado la puerta en la cara y ni siquiera se ha dignado en venir a mostrarme el colegio, o por lo menos disculparse, no, el estaba allí con un grupito de gente rodeándolo, pero me da exactamente igual, me va a oír.
- ¡He tú tutor de pacotilla! - Me acerco a su grupito de gente alzando lo suficiente la voz para que me escuchase- No se quien te crees pero a mi no me vuelves a cerrar la puerta en la cara.
- Pequeña niñata insolente, no te han enseñado a respetar a los superiores- Dijo un chico al lado suyo.
-El día en el que este sea mi superior será el fin del mundo- Dije con arrogancia.
- ¡Fuera todos! - Gritó el señorito Moreno.
Todo el mundo se fue, no me lo podía creer, ¿Por qué le hacían caso a este estúpido? Pude ver la cara de disculpa de alguno de mis compañeros, me miraban con lástima, hasta Mateo se veía preocupado, ¿Enserio creen que este me intimida?, poco saben sobre mí.
-Veo que te has quedado sola gatita- Dijo él con tono de poder.
- ¿Cómo me has llamado? - Le dí la oportunidad de que cambiase de parecer.
-Ga-ti-ta- Repitió el lentamente.
Nada más acabó de decirlo le agarré de la camisa del uniforme y lo acerqué a mí con brusquedad.
-No se quien eres ni quién te crees niñato, pero te seguro que me vuelves a llamar gatita y te dejo sin descendientes.
Como ya he dicho antes, convivo con cuatro hermanos y soy la única chica, así que he aprendido a como hacerme respetar y aquí no iba ser diferente.
Sin espera su respuesta me giré con la punta de mis zapatos y me dispuse a salir por la puerta cuando el me cogió del brazo y no pude soltarme de su agarre.
-Me creo Carlos Moreno, hijo de uno de los mayores empresarios del país- Me dijo él esperando a que le pidiera perdón.
-Me da igual quien seas, a mi nadie me trata así- Le respondí, pero seguía sin soltarme- ¿Me vas a soltar o te vas a quedar así todo el día?
El no respondió nada, pero siguió agarrándome del brazo, ya empezaba a hacerme daño.
-Suéltame, me estás haciendo daño- Le dije.
-Carlos, te ha dicho que la sueltes, suéltala ahora mismo- Apareció el chico de antes, el que me había ayudado a llegar a mi aula.
- ¿Pero mira a quién tenemos aquí, vienes a ser el príncipe azul? - Dijo él por fin soltándome del brazo.
-Vengo a hacer lo que tu no haces, ser una persona responsable, ahora largo a tu clase Carlos, ya has hecho suficiente.
-Tu no me mandas Miller, esto estará en mi memoria, tenlo por seguro- Y sin decir nada más, se fue.
Un momento, que acaba de pasar, se nota de lejos que estos dos se conocen y que no se llevan muy bien por lo que parece, pero me acaba de ayudar por que sí, es el único de la gente que ha pasado por aquí, porque si, mientras que este no me soltaba estábamos en la puerta y la gente fue pasando, hasta los profesores pasaron de mí, solo él se ha atrevido a desafiarle.
- ¿Estás bien? - Su voz me sacó de mis pensamientos.
-Si, muchas gracias por ayudarme- Le hice una pequeña inclinación.
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Academia Torres
Teen FictionTodo cambia cuando recibo la carta de esta academia, con solo una carta mi vida da una vuelta de trecientos sesenta grados, llegué a un lugar desconocido donde lo único que puedo esperar es conocer a alguien que me ayude en este sitio, pero, no todo...