El psicólogo

20 7 10
                                    

Allem

Me encuentro esperando mi turno de cita con el señor Raus, no he podido hablar con Lia después de ella haberse ido del hospital, siento un buen presentimiento con nuestra próxima cita.

Veo que la puerta de la habitación donde el señor Raus me espera se habré y veo como esos orbis negros me miran, nuestros ojos se conectan haciendo qué nos olvidemos de todo nuestro alrededor, Lia se tensa al ver qué nos estamos viendo fijamente, siento como mi corazón comienza a latir demasiado rápido.

No te tuvo la confianza, de decir qué ella viene al mismo psicólogo qué tu

Me duele que mi conciencia tenga razón, pero me duele qué ella no me haya dicho, pero la entiendo, no es facil hablar sobre temas qué terminan perjudican dote.

Lia, es quién decide acercarse a mi, y me mira y sus ojos están derramando lágrimas, su labio inferior esta temblando, y se acerca más y nos une en un abrazo al cuál dudo unos segundos en corresponder, ella me abraza con fuerza y dice entre sollozos

–Lo lamento

Y yo solo me dedico a abrazarla

Por más que quiera molestarme con ella, no puedo, ella es la chica por la cuál daría mi vida, ella es la chica con la cual siento la necesidad de protegerla, a pesar de qué el monstruo del qué la quiero proteger sea yo mismo.

Joder la quiero demasiado y eso me aterra–pienso en mis adentros

Veo como el señor Raus sale de su oficina, y me mira y luego mira a Lia y solo me muestra una sonrisa débil, no sé, pero esa sonrisa no me agrada, siento que algo anda mal.

Lia se aleja de mi, y me mira con una cara de pena y vergüenza, y yo solo le muestro una sonrisa que al final termina siendo una mueca un tanto extraña

–Te ves hermosa cuándo lloras–digo tratando de sacarle una sonrisa, y poniendo mis manos en su cintura para hacer que nuestros cuerpos se acerquen más.

Lia me mira y luego mira mis labios y lo noto, así qué hago algo qué no pensé que haría en una clínica de psicología

Aprieto más mi agarre en su cintura y la alzo haciendo qué quede en el aire y le doy una vuelta haciendo qué ella estalle a carcajadas, y creo qué está es uno de los mejores recuerdos qué tendremos juntos.

Ya Lia estando el suelo, me mira y dice

–No quería qué te dieras cuenta así– me dice un poco angustiada

Y yo solo la miro con detenimiento, tratando de cuidar mis palabras digo

–No te preocupes, terroncito de azúcar, todo está bien.

Ella asiente felizmente, y me toma de la la mano y me dice

–No deberías estar con el señor Rous en tu cita?

Le sonrío y le digo

–No, la dejaré para otro día

Ella me mira y noto como su cambio de humor cambia a uno decaído nuevamente, así que decido hablar nuevamente

–Que tal si vamos a comer helado, eso te animará–no espero a que ella me conteste, y la tomo de las manos y la llevo hasta las afueras de la clínica, y le digo que se adentre al auto, y ella me mira un poco dudosa y asiente

Pero veo como debate si sentarse en el asiento de copiloto o en los asientos de atrás, ella habré la puerta de copiloto y se adentra al carro, y yo hago lo mismo.

Ya dentro del auto, enciendo la radio y comienza a sonar chocolate de Jesse & Joy y comienzo a conducir

Lia me muestra una sonrisa y comienza a cantar

Tú, endulzas mi canción
Le das un buen sabor, a cada situación,
Siempre Tú

Y me quedo mirándola por unos segundos embobado, Lia Thompson me trae babeando mi auto–pienso

Y se qué comenzara una de mis partes favorita de la canción y comienzo a cantarla solo

¿Quién podría ser mejor?
Contigo sale el Sol
Sazonas mi interior, siempre

Lia

Ver a Allem cantar es tan fascinante

Así qué decido volver a cantar

Se derrite el corazón
Tan solo con una mirada
Son tus besos, es tu voz que tienen mi alma enajenada

Allem me mira, y ahora cantamos la otra estrofa juntos

Nuestro amor sabe a chocolate
Un corazón de bombón que late
Nuestro amor sabe a chocolate

Tú, tú mi inspiración
Receta de pasión
Amor sin condición, siempre

Cantamos a todo pulmón, y de un momento a otro, nos encontramos en un semáforo en rojo, y nos miramos fijamente y nuestros cuerpos actúan por si solos, y comienzan a acercarse más al del otro, hasta hacer qué nuestras respiraciones se mezclen.

Mi respiración es lenta, y siento como si mi corazón se me saliera del pecho, y veo como los ojos de Allem me demuestran más que mil palabras, qué el lo desea tanto como yo, acercamos más nuestros rostros hasta qué nuestros labios se rozan, estuvimos cerca de besarnos, pero otros vehículos  que estan detras de nosostros, estaban sonando su claxon, haciendo qué nos apartemos y Allem retome el camino a la heladería.

Ya en la heladería el me dice qué elija el sabor de helado que quiera

Y elijo de chocolate y el por igual, salimos de la heladería, y nos sentamos en unos bancos que qué hay fuera de heladería.

Mientras disfrutamos de nuestros helados, ninguno dice nada, hasta qué Allem decide romper el silencio y dice

–En algún momento, me contarás tu pasado por el cuál estás tan rota?

Me ha tomado por sorpresa esa pregunta y decido decir

–Si, lo haré pero cuando tú hagas lo mismo–digo y me levanto del banco y comienzo a caminar lejos de el

Mientras voy caminando el comienza a correr en mi dirección y cuándo llega a dónde estoy me dice

–Solo prométeme, qué me vas a seguir queriendo a pesar de lo qué te cuente sobre mi pasado–dice con cara de cachorrito

Yo lo miro atenta y digo

–Si, lo prometo, tu pasado es tu pasado, y yo estoy en el presente, sea lo qué sea qué hayas hecho, estaré a tu lado hasta mi última respiración.

El me sonríe y dice

-Ya es hora de irnos, Il mio amore

Nota de la autora:

Jajaja hola, qué tal?

Espero les haya gustado el Cap de hoy, recuerden dejar sus comentarios y darle a la estrellita y qué vayan buscando un psicólogo desde ya.

No he tenido tanto tiempo de escribir, ya las vacaciones acabaron y la escuela me tiene full de clase.









Two broken hearts (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora