Capítulo 4. Primer día de la semana

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Al terminar de cantar los chicos no apartaron sus miradas en ellos, parecía que no había nadie más que solo ellos dos, hasta que los gritos constantes de la audiencia los distrajeron

— ¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!

— Oh no no, solo somos amigos

— ¡Vamos! ¡Hasta con amigos nos besamos! — dice el DJ tratando de animarlos a besarse

El dúo claro que no rechazarían aquella propuesta pero lamentablemente no podían arriesgarse

— Él tiene pareja — miente Harry — así que no podemos hacerlo

La audiencia abuchea de broma

— Bueno, muchas gracias

— ¡Ustedes se ven jodidamente bien juntos! — el DJ contraataca con su sinceridad

— Por mi lo besaría — dice Louis y Harry voltea sorprendido — pero lo podría matar así que—

Harry lo interrumpe — Es broma amigos, es nuevo con esto de las bromas, no le tomen importancia gracias

Dejan los micrófonos y bajan del escenario, después de muchos tragos, el esmeralda se sentía ebrio mientras que el zafiro apenas se sentía alcoholizado

— Lo Lo Louis — le costaba hablar — hagamos esto

— ¿Qué cosa?

— Este día no lo cuentes, ni los demás no sé cuántos días me has estado viendo, no los cuentes que mañana

— Te refieres mañana u hoy

— ¿Hoy? — dice tambaleándose — ¿Puesh qué hora ed?

— Ya ni puedes hablar bien — suelta una risita — ya son las cinco de la mañana, tienes que descansar

— Si si, solo déjame terminar con el trato

La muerte se cruza de brazos y se para recto

— Bien, te escucho

— A partir de hoy cuenta los días, la semana dame una semana y si esta semana ves que tengo — hipo — tengo la la la

— Razón — sonríe burlón

— Si, la razón ya sabes que hacer y si no ya sabemos

— Okey, ya sabemos me parece bien ahora vámonos

— ¡Edpeea! — se tropieza

— Harry cuidado

— Todos los días saldrás conmigo porque pues así sabrás lo asqueroso que es mi vida y así claro si — hipo — si necesitad hacer lo tusho pues lo haces

— Bien bien, ya vámonos tienes que descansar

— Pero yo-

Louis se acerca a él y los teletransporta a su casa

— ¿Que hiciste? — cae sobre su sofá — ¡Estoy en mi casa!

— Si y ahora tienes que descansar mortal

— No me dijiste si aceptas el trato

— Lo acepto

— Bien

— Bien, descansa esmeralda

Y sin más el rizado durmió rendido en su sofá, el zafiro no puede evitar sonreír al verlo ahí dormido, chueco, y completamente alcoholizado, hasta ebrio era lindo

La muerte se regresa a su mundo tarareando la canción que canto en el antro

— ¡Louis!

— ¿Ahora que pasa Stuart?

Falling in love with DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora