Con mucha frustración golpeó la mesa y se llevó las manos a la frente, la universidad iba acabar con él por completo, era un estudiante excelente pero eso no quitaba que sintiera un estrés extremo cuando sentía que las cosas no saldrían como quería, respiró hondo y se dobló un poco el cuello hasta escuchar un crujido, iba a comenzar de cero.
Al ver la hora se dio cuenta de todo el tiempo que tenía sentado frente a su escritorio haciendo rabietas cada 10 minutos, comenzó a teclear en su computadora tratando de atrapar todas las ideas anteriores que había desechado y combinarlas en una que si valiera la pena.
Levi- maldito profesor inútil, toda su porquería de asignatura haciendo putos analizis la próxima vez que me analize esta, hijo de perra
Eren- ¡jovencito!
Hizo una mueca de nerviosismo cuando vio a Eren parado en la puerta con una bandeja en las manos, lo iban a regañar muy fuerte, mal momento para soltar todo su catálogo de groserías, siempre olvidaba donde estaba y lo que venía después de cualquier error.
Él castaño le hizo señas para que abriera un espacio sobre el escritorio para poder colocar la bandeja, cuando tuvo las manos desocupadas le dio una fuerte palmada sobre los labios al menor y le jaló la oreja en forma de reprensión.
Eren- ¿qué clase de vocabulario es ese?, ¿qué te he dicho?
Levi- qué un universitario tan excelente no se debe expresar de esa forma, ya lo sé, pero-
Eren- pero nada, que no se vuelva a repetír
Levi- tks, como sea
Entre dientes seguía diciendo todo tipo de barbaridades odiaba que lo regañara. Olvidó todo cuando sus ojos se posaron sobre la bandeja, había un vaso de jugo, galletas amargas, fruta picada, una taza de té negro, y un panecillo de canela, Eren era oro puro.
Eren- no te haz levantado de ahí en todo el día come algo y descansa la vista, no te la vayas a hechar a perder otra vez
Levi- gracias, mi amor
Eren- esa lengua ya se manchó con lo primero que dijiste, y no hay de que
Cuando volvió a estar solo comenzó a comerse todo el elaborado aperitivo, guardó lo que ya tenía hecho y apagó la computadora, parpadeó un par de veces para acostumbrar sus ojos nuevamente a la luz natural y siguió comiendo.
Eren sabía todo sobre sus gustos, desde la comida hasta las cosas más complicadas, era tan hábil con su labor de servir a la familia Ackerman que podía sacar todos sus oufits del día a día y todos le gustarían, Eren le acomodaba hasta la consola cuando iba a jugar un rato, no podía parar de cuidar a su hombrecito.
Levi estaba viviendo el paraíso, tenía tres meses estando en esa casa estudiando de manera virtual por un tiempo. A petición de Eren comenzó los estudios para convertirse en profesional, le encantaba entregarle perfectas calificaciones las usaba como compensación por todo lo que hacía por él.