Capítulo 44.

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Changkyun sonrió y se acercó a mí para besarme impulsivamente. Se alejó y comenzó a subir las escaleras hacia su cuarto.

— Apúrate que tenemos que irnos — me dijo.

—Tú eres el que se tiene que apurar — dije y me acerqué a la cocina para comer un poco de la fruta que él había cortado.

Luego de unos cuantos minutos, bajó las escaleras y se acercó a la cocina. Estaba cambiado y sin disimular miré embobado.

— ¿Qué sucede? — me preguntó.

— Que eres hermoso — dije. Él se sonrojó levemente y tomó una frutilla.

— ¿Vamos?

— Vamos, cariño — dije y tomé mi buzo para salir con él de su departamento.

Bajamos hasta la cochera y nos subimos a su auto. Nos colocamos los cinturones de seguridad y Changkyun arrancó para prender marcha no sé muy bien a donde.

— ¿Estás nervioso? — me preguntó. Me giré a verlo.

— Un poco — dije con una media sonrisa — No sé qué voy a decirle...

— Solo tienes que decirle lo que sientes en el corazón – dijo él sin dejar de mirar al frente.

Estiré mi mano y acaricié su mejilla. Me miró de reojo y sonrió.

— ¿Sabes dónde es? – le dije.

— Queda cerca del campo de mi abuelo – contestó.

— ¿No te conté, verdad? Tengo una hermana — dije. Él se giró a verme.

— ¿Qué? — dijo sorprendido.

— Sí, en la carta que me mandó mi madre... me contó que tengo una hermana de 5 años llamada Eunseo, ¿puedes creerlo?

— Es maravilloso... yo siempre quise tener hermanos, pero no los tuve. Mis padres no rehicieron sus vidas luego de separarse.

— ¿Crees que aún se aman? — le pregunté. Él sonrió levemente.

— Sí — dijo asintiendo — Solo que son tan orgullosos, que ninguno lo va a admitir. Pero ¿Quién te dice que en cualquier momento me dicen que están juntos de nuevo?

Seguimos hablando de algunas cosas más y pusimos un poco de música, mientras que de a poco íbamos saliendo de la ruidosa cuidad. A medida que nos acercábamos más a donde estaba mi madre, mis nervios aumentaban.

¿Qué tengo que decirle? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo va a reaccionar? ¿Mi hermana me querrá? Todas esas preguntas cruzaban mi cabeza.

Changkyun dobló para entrar en una cerca y comenzar a andar por un camino de tierra. Luego de unos cinco minutos divisamos desde lo lejos una casa. Afuera de la casa había dos autos y una camioneta. La casa era grande y a lo lejos tenía una pequeña caballeriza. El auto se detuvo justo frente a la casa. Changkyun se giró a verme y tomó mi mano. Lo miré a los ojos.

— Todo va a estar bien... y yo voy a estar contigo – me dijo.

Entonces me incliné hacia él y lo besé fugazmente. Me alejé y me quedé cerca de su rostro.

— Muchas gracias cariño, de verdad muchas gracias – le susurré.

— No, tonto, no me agradezcas — dijo y tomó mi rostro con sus manos para depositar un pequeño beso en mis labios — Ahora vamos.

Nos bajamos y el aire limpio y puro del campo invadió mis pulmones. Aquel lugar era increíble. Los árboles eran enormes y el pasto era tan verde que al mirarlo te molestaba a los ojos. Me acerqué a Changkyun y tomé su mano para comenzar a caminar hacia la puerta de aquella gran casa blanca y azul.

𝐀𝐫𝐫𝐢𝐞𝐬𝐠𝐚𝐝𝐚 𝐀𝐝𝐢𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧 ►︎ 𝐖𝐨𝐧𝐊𝐲𝐮𝐧 [ ADAPTACIÓN ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora