Antes de avanzar con el tema de esta historia, he de aclarar una pequeña cosa, el azúcar glas de esta historia no es azúcar como tal, es una forma de decir a una droga que se le parece mucho, pero por temas de respeto etc. le he puesto ese nombre.
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¿¿qué tienen en común los seres de luz y el azúcar glas??, no os comáis la cabeza os lo explico, el azúcar glas y los seres de luz tienen la capacidad de sacar lo peor de los seres de oscuridad, como si el hecho de tener el azúcar o a un ser de luz en su poder les diera más fuerza para seguir haciendo daño.La diferencia entre los seres de oscuridad y los de luz es que unos destruyen y otros arreglan, en mi vida me he encontrado con muchos de los dos, incluso con gente que iba cambiando de bando dependiendo de la persona que tenía al lado.
Nuestra historia comienza con mi nacimiento, un 31 de octubre un ser de oscuridad y un mixto jugaron a cosas de adultos, y 8 meses después nació un ser extraño, si 8 meses, es lo que tiene cuando el ser de oscuridad al que llamaras papa toda tu vida cabrea a tu madre provocando que se estrese y rompa aguas. No era de ninguno de los dos bandos, ni siquiera era mixto, era extraño, como si aún no se hubiera escrito el futuro que tendría, como si fuese a ser feliz, pero a la vez fuese a sufrir.
Fui creciendo y poco a poco me fui dando cuenta de que significaba no tener un bando, a todos los niños los educan según el bando que tienen, a los de oscuridad les enseñan como manejar a las personas, ya que sus padres son igual que ellos, a los de luz les enseñan a ser amables y ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, puesto que al igual que los otros sus padres suelen ser igual, a los mixtos les enseñan un popurri de cosas, a ayudar manipulando sin esperar que te hagan caso, pero que te sirva de algo es una cosa extraña. Pero a la gente como yo simplemente nos meten en una clase llena de gente de todo tipo a ver como nos desenvolvemos y como acabamos siendo, según las hostias que nos vaya dando la vida terminaremos la primaria de una forma o de otra, y no penséis que esas hostias solo vienen de la escena, la mayoría vienen de familia, sobre todo a los 3 años de edad cuando ves como tu madre echa a tu padre de casa y pide el divorcio. En verdad eso fue algo que nos vino bastante bien a todas, mi hermana mi madre y yo vivíamos bien.
2 años después mi madre conoció a otro ser mixto, pero él era distinto, desde que nos conoció nos repitió que le habían educado como un ser de luz, entonces nunca nos haría daño conscientemente y siempre nos protegería. Ese hombre tenía una hija mixta al igual que él, pero eso no nos influye en la historia. Ese hombre hizo por mí más en 2 meses viviendo con nosotras que mi padre en 5 años de vida.
Hablando de mi padre, el juez le dio la custodia a mi madre, ya que a mi padre le encantaba el azúcar y creyó que sería lo mejor para nosotras, cosa que era cierta. Muchas peleas gritos y amenazas telefónicas después mi madre dejo que fuéramos con el fin de semana si fin de semana no, para así que dejara de molestar. Mi hermana era un ser mixto, conmigo de luz, pero con cualquiera que me hiciera algo se convertía en un ser con una oscuridad muy profunda(la mamá oso que la llamamos en la familia). Semana si y semana también que íbamos con él se pillaba una borrachera y se atiborraba a azúcar. Yo o estaba dormida y no lo veía o me lo encontraba de frente en el pasillo yendo a mear, la primera era perfecta, no tenía que ver como se comportaba con nosotras cuando estaba así, pero en el raro caso que me diera por echar de menos a mis padres, y tuviera mala noche tenía que comerme su mala hostia al no querer estar con él.
Ahora diréis "joder menudo capullo no?", no siempre fue de esta forma.
En verano se juntaba toda mi familia paterna en una torre en mitad de la montaña, ahí solo tengo un recuerdo, y es el único bueno que tengo del ser de oscuridad al que llamaba papa. Estábamos delante de la piscina con música puesta, en verdad en ese momento no me gustaba cantar ni nada de eso, pero lo hacía para que su pequeña parte de luz se quedara un ratito más y no se fuera a la despensa a por ginebra, era una música que ni me gustaba en ese momento, pero la cantaba por él, la escuchaba por él. Y ahí termina, el único recuerdo bueno que tengo de mi padre, el resto es malo o me lo han contado.
