𓄹 🫐 ˚◞ Tres

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Mingi miraba atentamente cada movimiento de su querido novio, el cual estaba jugando un partido de fútbol por lo cual él no era el único que lo estaba mirando.

Estaba bien, a Mingi no le importaba realmente, pero lo que sí le importaba y lo molestaba de sobremanera era escuchar los estúpidos comentarios de las estúpidas personas que pensaban que SU novio estaba libre y soltero.

¿Es que no lo saben?, es decir, ya toda la universidad sabía que Yunho tenia pareja y ese era Song Mingi, el chico de contabilidad que estaba cursando su cuarto año.

- ¿Creen que acepte?

Mingi frunció el ceño ante la chillona voz de la chica a su lado, pero decidió ignorarla como ellas lo ignoraban a él.

- ¡Claro que sí! Eres hermosa Lia, él claramente te dirá que sí.

- Además eres tierna, muy tierna y todos dicen que Jeong Yunho cae por las chicas tiernas.

Mingi arrugó la nariz ante el comentario.

Claro, a Yunho sí le gusta las personas tiernas, él mismo lo dijo hace un tiempo, pero él lo había dicho por el lindo pálido que andaba por todos los pasillos siempre con un adorable puchero que él se moría por besar, pero claro, eso nadie lo sabe.

- Entonces lo haré, luego del juego lo invitaré a salir.

- ?Esa es mi amiga! - Las tres chicas comenzaron a reír y Mingi rodó los ojos - Tienes que ir a los vestidores, recuerda, nosotras ya arreglamos todo, ustedes estarán solos.

En serio, ¿esas chicas no sabían que Yunho estaba con él? Supongo que habría que demostrárselo.

Así que el partido continuó con un Mingi totalmente perdido en su gran plan, por lo cual cuando el partido terminó, él rápidamente se puso de pié y corrió hacia los vestidores, justo unos instantes después de que los jugadores se vayan.

Cuando llegó a su destino sólo pudo ver a Yunho, tal y como ellas habían dicho.

Se acercó sigilosamente hacia él y cuando el menor se sacó su camiseta del equipo fue que Mingi lo tomó de un hombro y lo volteó.

Yunho al verlo le sonrió.

- Hola Gigi, ¿Qué te pareció el partido?, te dediqué mis dos goles, ¿Lo sabes, verdad?

Mingi sonrió encantado y enredó sus brazos en el cuello del rubio.

- Lo sé - Susurró - Y quiero darte tu premio por ganar.

Y tras esas palabras, el mayor unió sus labios con el menor, comenzando un dulce beso que pronto Mingi lo cambió a su gusto, moviendo sus labios con más pasión y colando su lengua a la cavidad bucal de Yunho.

Mingi sabía que Yunho tenía ese gusto por hacerlo en lugares públicos y expuestos, donde cualquiera podría verlos, no era la primera vez que sucedía ni tampoco sería la última,Mingi estaba seguro de eso.

La chica aún no llegaba y aunque eso decepcionó un poco a Mingi, ya no importaba, ahora ya no, no cuando tenía a Yunho besándolo de esa manera.

Así que dio un no tan pequeño salto y enredó sus piernas en las caderas de su novio, el cual lo tomó por los muslos y giró sobre sus pies para apoyar al mayor contra los casilleros.

Mingi gimió con gusto y sin dar muchas vueltas llevó sus manos hacia el cordón que ataba los short de su pareja y desató el nudo.

Yunho no se opuso, a lo contrario, llevó sus manos hacia el pantalón del castaño y los bajo junto a su bóxer.

Mingi ahora estaba tan agradecido con esas chicas por dejarles el vestidor totalmente libre para ellos.

Él apretó los hombros de Yunho al sentirlo rozando su sensible entrada.

Estaba listo, no necesitaba de su preparación,Mingi estaba seguro de eso, estaba tan desesperado, además, ellos lo habían hecho hace apenas unas horas atrás, se sentía lo suficientemente dilatado.

- Hazlo,Yunho sólo me-¡oh!

Bien, eso no se lo esperaba, al parecer Yunho lo deseaba tanto como él lo hacía.

Las estocadas comenzaron lentas pero precisas, Mingi se sentía en el mismo cielo, bueno, él siempre se sentía así cuando Yunho estaba dentro suyo.

Para cuando Yunho comenzó a moverse más rápido y Mingi se sentía en el mismísimo paraíso, fue cuando ella apareció.

Los miró y Mingi quiso reír por su expresión pero le fue imposible ya que el placer le ganaba por mucho a las ganas de reírse.

Mingi la miró fijo, por suerte ella estaba justo delante suyo y Yunho no podía verla ya que él le estaba dando la espalda.

Lia, como Mingi recuerda que se llamaba, no dejaba de mirarlos, tenía la vista fija en Mingi, el cual le sonrió con superioridad mientras enterraba sus uñas en la espalda del menor mientras movía sus labios para pronunciar un inaudible "mío".

Y cuando Yunho soltó un gemido ronco fue cuando ella, toda roja, reaccionó y salió corriendo de ahí.

Esta bien, ella se lo buscó.


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