Al rededor de la edad de 19, a mitad de medio año de Universidad es donde deciden relajarse y disfrutar su momentánea paz antes de los trabajos pesados de los siguientes años y finales del ciclo escolar. ¿Qué mejor forma de disfrutar que una fiesta...
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-Fiesta a las doce en el cuarto de Aremis -relató con voz monótona el de orbes azules, teniedo el celular en su mano derecha mientras la zurda descansaba dentro de su bolsillo del pantalón-, no me sorprende que en cualquier momento pusiera un anuncio de una fiesta suya.
Bajo su teléfono apagandolo y guardandolo dentro su otro bolsillo, su mirada viajó dentro del cuarto de su amigo de cabellos negros, quien estaba paseando de un lado a otro poniéndose una blusa junto a unos zapatos para la noche.
-Si, desde que lo conocemos en preparatoria era demasiado fiestero -se amarró sus agujetas del pie izquierdo para ir por el derecho-, de hecho me sorprende un poco que logró entrar a la Universidad, pero estoy feliz por él por poder lograr entrar aquí, pero tal parece que sigue siendo el mismo desde preparatoria. O bueno, eso supongo dentro de poco lo veremos y podremos ver si cambió.
El de ebras albinas asintió ante lo dicho por su mejor amigo, era cierto que Aremis iba con ellos en la preparatoria, desde primer semestre hasta sexto y durante esos años Aremis era alguien extremadamente despreocupado, inteligente, bromista, sarcástico, eronico, no era nada nuevo que el de cabellera rubia, como anteriormente dicho, era alguien fiestero, por lo cual tenía mucha fama dentro de la Universidad por ser alguien platicador y agradable de conversar.
-¿Qué tienes planeado hacer durante la fiesta, killua? -camino hacía la puerta cerrandola detrás suyo para luego ambos partir camino hacia su destino.
-Planeó beber algo y posiblemente hablar con algún conocido, claro si es que tú te vas a otra parte y me dejas ahí -relato brevemente, volteando a ver al de ojos avellanas entrecerrando los ojos a lo último, de forma reprochate.
-Lo siento killua, sabes como me pongo cuando vamos a una fiesta, no puedo evitar ir a saludar a los demás y divertirme estando ahí.
Sonrió de lado con ligera culpa, recordando las veces que dejó a killua solo cuanto ambos iban a fiestas, no podía evitarlo si era sincero, aunque también esperaba que durante esas veces que dejaba sólo al albino esperaba que conociera a alguien para que fuera su amigo o amiga también. Gon era conciente que su amigo se le dificultaba hacer amigos pero no era como si fuera exagerado, solamente eran pláticas casuales que tenía con personas desconocidas, pero él quería lo mejor para el de orbes azules y eso era expandiendo su círculo de amigos, más que nada para ganar experiencia y pudiera abrirse a otras personas, no solamente él y otras tres personas más, aunque también esperaba que consiguiera pareja, un flechazo o enamoramiento por que ya estaba cansado de escuchar sus quejas sobre que nadie iba a quererlo de forma romántica o intentar ligar con él, la mayoría de sus pláticas era sobre eso, Killua diciendo lo mucho que le gustaría tener una pareja para hacer cosas que hacen las personas enamoradas, experimentar como se siente agarrarle la mano se alguien, besarla, abrazarla, y un montón de cursilería y media que le contaba y lo único que pensó a lo que decía su amigo fue:
«Killua esta muy sólo. »
A leguas se notaba que su albino amigo necesitaba afectó amoroso, pero lo comprendía, el de ojos azules siempre estuvo sólo, no conocía el amor o afecto romántico, solo conocía el fraternal y de amistad, pero de ahí no pasaba, y era algo obvio que Killua empezaría a sentir esa necesidad de algo más que solo eso, al final de cuentas tenía veinte años y seguía soltero.
