Capitulo 3

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—El silencio seguía reinando el camino, ninguno de los jóvenes decía nada hasta que una ráfaga de viento golpeó sus rostros trayendo algo extraño con ellas—

— ¿nieve?...estamos cerca -dice Tristán mientras mira cómo su ropa tenía algunos copos de nieve-

— más cerca de lo que creemos -murmuró Arthur viendo cómo mientras más caminaban el camino iba teniendo una apariencia más invernal a pesar de estar en pleno otoño-

—era bien sabido por los viajeros que donde la temperatura bajará abruptamente era territorio de gigantes y por ende el peligro estaba asegurado. El invierno se apoderó del camino, todo tomo un color blanco y era difícil ver algo a la distancia—

—¿que dice el mapa?- dijo el caballero intentando cubrirse los cara de la nieve-

—se supone que estamos cerca -comentó el príncipe intentando sostener el mapa y mirar la brújula-

—la temperatura cada vez bajaba más y empezaba a ser casi insoportable, si no encontraban la biblioteca pronto o un refugio podrían congelarse(literalmente). Fue hasta que sintieron una plataforma bajo la nieve que se detuvieron pero esto no duró mucho ya que se empezó a escuchar un "Tik-Tik-Tak" y luego se escuchó una cuerda soltarse y algo les golpeó la cabeza para seguidamente una jaula calló sobre ellos, antes de caer desmayados solo escuchaban una lejana gruesa voz corriendo mientras decía "¡atrapamos a uno, atrapamos a uno!". Tristán fue el primero en despertar con un agudo dolor de cabeza, miró alrededor se percató encontraban dentro de lo que parecía un enorme castillo, todo era enorme como en ese viejo libro de Alicia en el pais de las maravillas que se encontraba guardado en algún lugar de la biblioteca, según la apariencia de donde estaban parecía que se encontraban en las cocinas o en su defecto en una habitación con un caldero al fuego pero eso no importaba ahora—

— sabía que esto era muy mala idea...-murmuró aún sobándose la cabeza para luego voltear y ver a Arthur- ¡hey! ¡Principito despierta! -dice mientras lo sacude para despertalo-

—Arthur abrió levemente los ojos y se notaba que la cabeza también le dolía. Luego de incorporarse y mirar al rededor era obvio lo que debían hacer, encontrar una forma de salir antes quien sea que los atrapó volviera era fácil suponer cada segundo era vital si de supervivencia se trata así que rápidamente empezaron a maquinar sobre cómo escapar de aquella jaula. Intentaron pasar entre los barrotes, empujar y intentar romper la puerta de la jaula, buscar objetos externos a su alcance que pudieran ayudar a abrir la puerta pero lo más que pudieron sostener fue una aguja de tamaño bastante considerable(propia de los gigantes) para intentar abrir el candado pero nada parecía funcionar, fue hasta que escucharon la enorme puerta abrirse y visualizaron a un ser de piel azul, cabello largo y blanco y la altura que se esperaba de un gigante. Aquella bestia se acercó al caldero mirando su contenido para luego alejarse y mirar un libro abierto en un escritorio de madera no muy lejos de la chimenea donde estaba el caldero. Los jóvenes debían escapar cuanto antes si no querían ser comida de gigante pero ¿como? El gigante estaba ahí parado, si intentaban algo el gigante los perseguiría y probablemente atraparía—

— Debe haber una forma de salir...

— ¿¡Estas loco?! -susurro el moreno- si esa cosa se fija en nosotros estamos acabados, fin del juego

—el príncipe no parecía hacerle caso a lo que su compañero decía ya que parecía escanear por décima vez a habitación pero esta vez incorporando la dificultad del gigante, fue hasta que sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y un brillo se asomó de ellos, tenía una idea, se acerco a Tristán y le susurro algo al oído provocando que el caballero se sobresaltara y mirara al contrario como si estuviera loco—

— es una idea suicida y lo sabes

— ¿tienes otra idea? -dijo Arthur con bastante seriedad mirando directamente al gigante-

—Tristán abrió la boca para protestar pero decidió no decir nada y simplemente suspiró y espero las órdenes de Arthur. Mientras el gigante miraba detenidamente el caldero así que los jóvenes empezaron a empujar la jaula(la cual no tenía piso y estaba en contacto directo con la mesa) en dirección a la orilla, esto provocó que el gigante se volteara mirándolos con unos profundos ojos color carmesí y con un dedo sosteniendo la jaula evitara que se siguieran moviendo aún así los chicos seguían haciendo esfuerzo para mover la jaula hacia adelante, el gigante se agachó un poco para estar a la altura de la jaula y al hacer esto Arthur tomó el alfiler el cual había escondido en su espalda blandiéndola como si de una espada se tratara y la clavó justo en la nariz del gigante provocando que este se tambaleara sujetando su nariz y soltando la jaula, los chicos volvieron a empujar cayendo al de la enorme mesa al suelo, con esa distancia y tomando en cuenta de que estaban rodeados de metal la probabilidad de salir lastimados era muy alta cosa que por suerte no pasó ya que convenientemente una bolsa de harina estaba a los pies de la mesa haciéndolos rodar hasta el otro extremo de la cocina y al impactarse con la pared de piedra la jaula se rompió, a pesar de algunos cortes, posibles moretones a futuro, un poco de dolor  en el cuerpo por el impacto y una herida en la cabeza por parte de Arthur empezaron a correr mientras el gigante intentaba atraparlos, la adrenalina fue de gran ayuda ya que lograron correr lo suficientemente rápido para pasar entre los pies del gigante y resguardarse bajo un armario en el cual había un agujero del tamaño de un oso pequeño, talves obra de las ratas invernales pero poco importaba en ese momento, luego de gatear por el pequeño agujero por fin decidieron tomar un poco de aire y pensar que harían ahora.

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2022 ⏰

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