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"Harry."

...

"Cachorro." Severus dijo con más firmeza y el chico que yacía a su lado asintió con la cabeza.

"¿Sí papá?"

"Se está haciendo tarde. Deberías prepararte para ir a la cama."

El niño negó con la cabeza aún sin mirar a su padre, "Todavía no".

"¿Y por qué no?"

El chico luego levantó la cabeza del estómago de Papa, lejos del bulto redondo que sobresalía de su estómago cubierto por el suave material azul de su camisón. Los ojos de ónix oscuro lo miraron, sus labios formaron un ligero puchero y esa mata de cabello rebelde se movió furiosamente mientras su hijo negaba con la cabeza.

"No estoy cansado."

"Todavía no, pero dentro de poco estarás exhausto".

"Pero" Harry frunció el ceño, "Pero Sissy podría despertarse de nuevo, quiero estar aquí sí lo hace".

El padre se burló casi levantando una mano para acariciar su estómago. La pequeña monstruo que crecía allí había estado dando vueltas todo el día y cada vez que el pocionista se sentaba, Harry saltaba al sofá a su lado y escuchaba, esperando sentir al bebé patear y moverse de nuevo. El azabache se sintió aliviado.

Es cierto que mimaron un poco a Harry, lo bañaron con toda su atención. Había estado seguro de que la llegada de un nuevo hermano lo tendría haciendo pucheros durante días y teniendo todo tipo de rabietas que solo empeorarían una vez que el niño naciera. En cambio, el niño parecía insaciablemente emocionado ante la perspectiva de tener un nuevo hermano. El tiempo alrededor de los niños Weasley debe haber ayudado con eso. Harry obviamente admiraba a Bill y Charlie, casi parecía envidiar a Ron por tener tantos hermanos. Ahora él llega a ser un hermano mayor también.

"Harry, Sissy no estará aquí por otros dos meses, pero una vez que llegue, podrás mirarla todo lo que quieras. Y una vez que crezca, podrás jugar todos los juegos que quieras, pero ahora es hora de dormir. Papá debería volver pronto para arroparte".

"Pero-"

"Ni siquiera pienses en discutir conmigo. Corre."

Harry resopló pero aún se movió para levantarse, "OK"

"Ya puse tu ropa de dormir en la cama y me aseguro de preguntar si necesitas algo".

"Sí papá". Llamó de vuelta algo malhumorado y Severus negó con la cabeza mientras tomaba el libro que había dejado antes. Menos de un minuto después escuchó la puerta abrirse en la distancia y algo dentro del pelinegro se relajó mientras se hundía un poco más en el sofá. Pasaron unos momentos más antes de que escuchara pasos y luego una mano bajó para descansar sobre su hombro antes de que un beso fuera presionado en su mejilla.

Una pausa.

"¿Un libro de texto?"

"Aparentemente, la edición más reciente del libro de texto de Pociones Avanzadas se ofrecerá a los de Sexto y Séptimo año el próximo año". El azabache se burló, "La reemplazante de Slughorn, Helena Trout, me escribió y me preguntó si podía verificar si era lo suficientemente competente para la clase. Está tratando de causar una buena impresión en su nuevo puesto y Minerva me la recomendó".

"Ah, ¿y cuál es el veredicto del maestro de pociones?"

"El maestro de pociones está sorprendido de que alguien logre preparar la mitad decentemente con todos los errores en esta cosa". Dijo el mestizo justo cuando el hombre detrás de él caminó alrededor del sofá para desplomarse a su lado, "En serio, los estudiantes de esa escuela ya tienen suficiente trabajo en contra de ellos como para tener que lidiar también con libros de texto defectuosos".

Él se rio entre dientes, "Dime otra vez por qué sigues rechazando las invitaciones de Albus para enseñar".

El padre gestor puso los ojos en blanco, "Por la misma razón que me dejaste embarazado otra vez". Él arrastró las palabras y el castaño de su lado se burló. El embarazado negó con la cabeza, "No puedo confiar en ese hombre, lo sabes. Me sorprende que siquiera preguntes."

"Me perdonaste". Y luego el de ojo onix miró a su esposo, esos ojos azules casi brillando en la luz mientras le daba al hombre a su lado una suave sonrisa. El cuervo negó con la cabeza.

"Te perdoné, ¿no? Realmente debería repensar mis elecciones de vida".

Fue el turno del castaño de poner los ojos en blanco. —"Hoy llegaron nuevas existencias a la tienda. Revisé lo que trajeron, pero tengo la lista conmigo en caso de que quieras revisar y asegurarte de que no falte nada".

"Sí, en realidad". El que se apellida Lupin dijo cerrando el libro y dejándolo a un lado mientras Remus hurgaba en su bolsillo. —"La última vez no trajeron suficientes ojos de tritón, pero de alguna manera trajeron demasiadas entrañas de tritón. Te culpo por todo eso, para que lo sepas."

El oji miel resopló mientras sacaba el pergamino y se lo entregaba al hombre de adelante, "¿Y cómo es eso mi culpa?"

"Eres demasiado amable con el proveedor. Solo porque no puedo estar en la tienda en este momento, cree que puede salirse con la suya con esta tontería".

"Ha estado extrañamente relajado últimamente."

"Exactamente. Tan pronto como nazca este mocoso, regresaré y restauraré el orden en mi tienda".

Las esquinas de los ojos del hombre lobo se arrugaron con cariño ante la palabra mocoso, "Quieres decir que vas a regresar para infundir miedo en los corazones de los incompetentes".

"Eso es exactamente lo que dije".

El padre se rio, estirando su brazo para envolver los hombros de su pareja para acercarlo y presionar un beso contra su sien y respirar antes de dejar que su mano descansara sobre la barriga de su amado. El azabache solo cerró los ojos por un momento en respuesta.

"¿Cómo está el mocoso hoy?"

"¿Cuál?"

"Ambos."

"Sissy se ha negado a quedarse quieta y Harry parece convencido de que ella está tratando de salir para poder jugar con él. Harry estaba bien. Molly trajo a Ron un rato, jugaron un rato y luego le pedí a Harry que hiciera un dibujo para Rosalie, parecía la única manera de que dejara de aferrarse a mi estómago todo el tiempo".

Y luego la expresión de Remus cayó, sus labios se fruncieron en una línea. El pelinegro miró al otro, estaba esperando esa reacción.

"¿Lo viste hoy?"

El amigo de Canuto suspiró, "Fui a tomar algo después del trabajo. Es un desastre, Sev."

Su esposo negó con la cabeza, "Todavía no puedo creer que ella quiera dejarlo. ¿Ella le dijo por qué?

"Esperaba que tal vez ella te lo dijera". El licántropo admitió, "James lo sabe, pero se niega a decírmelo por alguna razón y no quiero forzarlo. Quiero que me diga cuando esté listo. Y Canuto acaba de estar ocupado con algo, parece que no puedo precisarlo".

Severus volvió a mirar la lista en sus manos. "Lily pidió venir mañana, tal vez podría hacer que me lo dijera. No puedo imaginar lo que le pasó, pensé que las cosas iban bien".

"Yo también, pero supongo que nunca sabes realmente cómo van a funcionar las cosas. Quiero decir, míranos."

"Es cierto, todavía no puedo recordar qué es lo que me pasó". El padre gestor volvió a arrastrar las palabras aunque la provocación en su tono era obvia. El licántropo se burló mientras presionaba otro beso en su sien. "Decidiste que me amabas, eso es lo que te pasó".

El pelinegro se burló a cambio, "Envié a Harry a la cama, querrá que lo arropes una vez que haya terminado".

"Debería ir directamente a eso entonces".

"La cena está en la cocina."

"Te quiero." Dijo el hombre lobo mientras se levantaba y Severus se recostaba contra el sofá mientras repasaba la lista, poniendo los ojos en blanco con frustración cuando tenía diez elementos y ya notaba un error.