Zombie･☄° ｡YiZhan

O23

El pequeño pelinegro derramaba lágrimas por todas sus mejillas las cuales estaban rosas de tanto llorar, Cheng lo cargaba algo afligido porque no había logrado calmarlo en absoluto.

—¿Po-por qué?

—Tranquilo Zhan, ellos, sólo regresaron a trabajar —le dijo por octava vez.

El aroma de Zhan lo estaba deprimiendo, si
Hai Kuan no llegaba pronto empezaría a llorar como él.

—E-es qué ¿Por qué no me despertaron? —lo miró con sus ojitos acuosos.

—Estabas profundamente dormido, no fue su intención irse sin despedirse —dijo algo decepcionado bajando su cabeza.

Dos minutos más y Hai Kuan llegó calmando un poco a Cheng e intentando hacer reír a Xiao Zhan, pero el más que nadie sabía que estaría mejor si YiBo estuviera con él.

—Su trabajo es muy difícil, los animales los esperan también, ellos también deben ser cuidados —odiaba decirle eso, pero era tan solo un niño —no los podían dejar solitos.

—P-pero Ge.

—Mira lo que te traje —le sonrió con malicia.

Sacó de uno de sus bolsillos una paleta de muchos colores enorme, tan grande como el rostro de Zhan. Cheng frunció el ceño, eso era muchísima azúcar para un bebé como Zhan.

—Esa paleta es enorme.

—Exacto.

Zhan se calmó un poco viendo con curiosidad la paleta. Visualizó a sus padres cuidando y dándoles de comer a los animales, no podía ser tan malo y dejarlos sin comer.

—Suspiró aún con su mirada triste —¿Y cuándo regresan? —miró a Cheng.

—Mmm, no lo sé, tampoco se despidieron de mi, pero ya sabes que siempre hacen lo posible por querer verte pronto. En menos de lo que pienses estarán aquí contigo de nuevo. ¿Quieres ir a la escuela? Hoy es tu último día y tendrás vacaciones muy largas después.

—Sí, sí quiero ir —dijo sin rechistar.

Zhan inmediatamente pensó en YiBo, no podía faltar y dejarlo solo el último, tenían tres meses de vacaciones y no lo vería en todo ese largo tiempo.

Después entrarían a la primaria, irían a la misma lo cual era perfecto, el punto es que las cosas serían diferentes, más niños, otra maestra y más tareas. Tal vez no se podrían sentar a su lado como deseaba.

Debía repartir muy bien su tiempo para estar con el castaño un buen rato aunque sea haciendo tarea.

Eran mediados de febrero, exactamente el famoso 14 de febrero. Las vacaciones decembrinas acabaron a mediados de enero y sus padres se fueron hace dos días en viernes.

Sí, el pobre pelinegro estuvo deprimido dos días enteros al no ver a sus padre en la alcoba, ni en la cocina, ni en la sala o el estudio y menos en el baño.

—Sólo ir a la escuela el lunes, que suerte tienes Zhan —Hai Kuan lo llevaba en sus hombros —yo aún debo mucho tiempo.

—Supongo —iba algo desanimado.

—Iremos a Pekín de vacaciones ¿Qué te parece? —le decía Cheng emocionado —tú tía estará libre unas semanas en marzo.

—¿En serio? _dijo curioso.

—Sí.

—¿Y ya sabe qué andas con Hai Kuan-Ge?

—Se sonrojó —S-sí ya se lo dije.

—E-espera ¿Cuándo fue eso? —dijo el alfa sorprendido.

—Exactamente ayer en la noche.

Hai Kuan se paniqueó.

—¿Y qué te dijo?

—Qué al fin se lo decía porque tu aroma era muy fuerte.

Ambos se sonrojaron, Zhan no entendía porqué pero vió la entrada de la escuela y se centró en ella. Vería a su querido zombie Wang YiBo y pasaría su último día con él y Lu lo mejor que pudiera.

Hai Kuan y Cheng vieron que entrara y tomaron su camino.

—Hora de llevarte a ti a la escuela.

—¿Sabes qué día es hoy?

—Catorce de febrero —dijo casual.

—¿En serio me harás odiarte?

—¿Por qué me odiarias? —dijo indignado.

Cheng empezó a enojarse frunciendo su ceño y cruzandose de brazos. Dió media vuelta y empezó a caminar por su cuenta aunque Hai Kuan llevara su mochila, Kuan rió ante el acto y lo siguió.

—Ooh Cheng.

Lo ignoró.

—Mira lo que tengo en mis manos.

—No funcionará Liu, te lo sacaste de la manga.

—Te juro por lo que más quiero que no.

Cheng vaciló un poco y se giró, vaya sorpresa que se llevaron ambos.

—Wow, eso es genial.

¿Cuándo Wang Lu se había aparecido? Se puso frente a Hai Kuan observando el regalo y tapándolo la vista a Cheng. Hai Kuan hizo un berrinche interno y Cheng empujó a Lu para ver su regalo.

—Hey.

—Es mío.

—Hm.

Era una hermosa pintura hecha en un cristal de Cheng aproximadamente del tamaño de un cuaderno.

—También habrá cena y cine —dijo orgulloso.

—Te amo —se lanzó a su brazos.

Lu se quedó mirándolos con una media sonrisa.

—Bueno, no eres el único afortunado.

Cheng la miró sorprendido.

—T-tú.

—Sí, yo.

—Tú —dijo más emocionado.

—Sí, yo le dí una rosa a YiBo para que se le declarara a Zhan.

—Tú... ¿¡Qué hiciste qué!?

Y así otra persecución empezó.

-ˏˋ☕ˎˊ-

¡Gracias por leer!
Ya solo quedan dos capítulos y terminamos está linda adaptación <33.