Capitulo #1 | El Rencor de Heisenberg

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¿Quién fue la que me atrajo a tanta mierda? esa vieja bruja que me convirtió en esto uno de sus mejores experimentos y sigo siendo un simple peón, la repudio como a nadie más de sus "hijos" son todos una bola de estúpidos, nadie sabe que después d...

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¿Quién fue la que me atrajo a tanta mierda? esa vieja bruja que me convirtió en esto uno de sus mejores experimentos y sigo siendo un simple peón, la repudio como a nadie más de sus "hijos" son todos una bola de estúpidos, nadie sabe que después de conseguir lo que desea, nos matara a todos. En los estudios de la vieja se revelaba mi afinidad con el Cadou que es increíblemente favorable, tengo órganos eléctricos, conectados a mi sistema nervioso. Gracias a ello puedo controlar la electricidad a través de mi cuerpo, lo que me da capacidad para crear campos electromagnéticos y dirigir el metal, a mi puto gusto.

Pero antes de seguir con mis absurdos pensamientos, daré paso a presentarme como debe de ser. Soy Karl Heisenberg, uno de los patriarcas de la aldea y "hijo" de madre Miranda, su mejor experimento, un Lord nato por excelencia. 

Le guardo un gran rencor debido a su deseo egoísta de revivir a la muertita de su hija y cómo ella nos ve a la familia como nada más que experimentos fallidos. Me causa un gran asco de su parte.

Hoy se lleva a cabo una reunión más, al parecer los mismo temas de siempre, que tenemos que conseguir mas basillas para ella, no entiendo como es que sigo a su servicio, pero como dicen "Es mejor mantener a tu enemigo cerca, que lejos", al entrar a ese lugar fui el primero en llega, ni la puntualidad tienen los idiotas. Que más me tocaba hacer esperar, un cigarro me va tranquilizar hasta que llegue los demás.

— Que bien que haya llegado hijo, quiero hablar contigo antes que el resto — Madre Miranda hablo desde las alturas —

— ¿Hablar conmigo? vaya cosas, ¿Qué necesitas de mi Madre Miranda? o mejor digo ¿Qué error e cometido ahora? que yo sepa no he hecho nada malo — el tono de hablar se mantenía neutro —

— No has hecho nada malo Karl, pero se muy bien tus intenciones hijo, se con perfección tu deseo por matarme y liderar a los demás — hablaba mientras caminaba por el lugar — y quiero dejarte en claro que no lo lograras, o al menos no de este modo "hijo mío"

— Que interesante consejo, lo tendré en cuenta, pero recuerda muy bien quien hizo que eso fuese así, "Madre" Miranda — su tono de hablar cambio a uno más serio — pero no creo que algo que hagas cambiara mis pensamientos

— Tienes suerte que aun te mantenido vivo, Karl — esta ya parecía enojada, algo que me hizo feliz —

— Será que solo por eso... o puede ser, que yo soy más fuerte que tus demás "hijos" principalmente de Alcina, tienes miedo de que al yo deshacerme de ella, sea más fácil matarte a ti — Estaba mas que encantado —

— Claro que no Heisenberg, pero aun así calma tus deseo y mantente a raya conmigo, o serás destruido por tus propios pensamientos — fue a su lugar, en su trono —

— Como ordene Madre — hice una reverencia en forma de burla —

No paso mucho cuando el resto llego, la reunión fue un total fastidio, tenia que escuchar cada una de las discusiones que a mi no me interesaban, la zorra de Dimitrescu hablaba de mi conducta despreocupada o algo así, no tengo el interés.

El Regalo de Madre Miranda | Karl HeisenbergDonde viven las historias. Descúbrelo ahora