Capitulo #3 | Eres Mejor de lo que Pensé

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Tenia tanto miedo por lo que me iba a pasar, pero me equivoque de pensamiento, al momento de regresar a donde había iniciado estos golpes, mi cuerpo temblaba con locura, me lanzo a un colchón, no me dolió tanto como esperaba pero el miedo me hacia...

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Tenia tanto miedo por lo que me iba a pasar, pero me equivoque de pensamiento, al momento de regresar a donde había iniciado estos golpes, mi cuerpo temblaba con locura, me lanzo a un colchón, no me dolió tanto como esperaba pero el miedo me hacia imaginar como nunca.

— Como es que te dejas atrapar por ellas, y más por que haz salido sin mi autorización que no comprendes que tu no puedes desobedecerme, tu eres mía

Sentí como algo mojado comenzaba a pasar por mis heridas, haciendo que soltara algunos jadeos de mi parte, era una sensación extraña para mi.

— Por alguna razón te escuchas como una zorra y eso que no te he tocado en lo absoluto pequeña, pero dejémoslo así por ahora

Así estuvimos por un tiempo hasta que él dijo que se iría a su laboratorio y que no lo siguiera para nada, algo que no iba a desobedecer, entonces comencé a conocer la fabrica, detectando cada uno de los obstáculos y objetos que había dentro del lugar.

Algo que me habían enseñado en ese lugar y que lo agradezco es como mantener mi higiene intacta, a lo que escuche el sonido de un rio a lo lejos, y pensé asearme después de todo sentía el olor de sangre en mi ser, saliendo del lugar, mi amo me había dejado las manos libres, así que no se me hizo difícil salir a lavar mi cuerpo.

— (¿Por que esto me pasa a mi...? Él es dulce pero también una bestia conmigo, esa tal "Madre Miranda" es quien lo pone de tan mal humor...)

— V-vaya... que tenemos aquí... una señorita...

Tras esas palabras mi piel se erizo a lo que me puse alerta para cualquier cosa que pasara, pero no sentí nada o ninguna vibra negativa, así que me tranquilice.

— ¿Cómo te llamas? Por que estas sola por estos lados, a Heisenberg no le gustan los extraños...

— (Él también conoce a mi amo... pero por que solo ellos hay en este lugar, las hijas de esa loca chupa sangre, la madre de ellos y mi amo...)

— ¿Pasa algo...? ¿No confías en mi?

En un acto de desespero para poder hablar hice unas señas no sabia exactamente que era lo que hice, pero explique que no podía hablar.

— Entiendo... soy Salvatore Moreau, es un gusto... ammm ¿Cómo deseas que te llame?

Comencé a sentir algunos olores a lo que uno de ellos me llamo la atención y me acerque a su dueño.

— Oh! Nenúfar, es una linda flor... E-espera quiere que te llame así 

Simplemente asentí y camine a él de regreso, a lo que puede escuchar una risa un poco nerviosa.

— Déjame decirte que una Nenúfar no se compara con tu belleza...

Sentí como este acariciaba mi mejilla, me sentía feliz, una calidez sincera junto con esas emociones eran bonitas, él termino de ayudarme a asearme a lo que agradecí, el se fue y regreso unos minutos después y me entrego una fruta y al morderlo sentí un sabor increíble a lo que le agradecí.

El Regalo de Madre Miranda | Karl HeisenbergDonde viven las historias. Descúbrelo ahora