Scotty doesn't know [Sterek]

+1. Birthday.

We did it on his birthday...
Scotty doesn't know!
Scotty won't know!
Scotty doesn't know!
Scotty's gotta know!
Gotta tell Scotty!
Gotta tell him myself!

No era que estuvieran enojados con Scott pero hasta el momento todos habían perdido su dinero y quizás, más de uno, su dignidad pero ¿cómo era posible que no lo hubiera notado cuando prácticamente cogían como conejos? ¡Incluso en frente de sus narices! Ni hablar de los comentarios desubicados de Stiles o de los olores que inundaban del ambiente cada vez que ellos dos estaban mínimamente cerca. Incluso, en más de una ocasión, el menor vestía la ropa de su novio, y es que tampoco era tan difícil prestar un poco de atención a la forma en que ambos se trataban; como si no fuera bien conocida la poca paciencia de los Hale y la hiperactividad del castaño que, por alguna razón, no parecía molestar al otro; como si las miradas enamoradas que se dedicaban desde los extremos de los sillones no fueran lo suficientemente delatoras.

Incluso creían que Scott solo estaba fingiendo y que de alguna manera había descubierto la apuesta, pero no lo creían capaz de eso. Y estaban en lo correcto, lamentablemente él no estaba enterado de nada.

Un año había pasado y con eso también las esperanzas de cualquier jugador por ganar, en consecuencia, el regalo de cumpleaños que le dio su manada podría parecer un poco... soso, ¿cuanto empeño podía tener meter un par de dólares en una caja y dárselo? Era el tipo de regalo que uno espera de su abuela y que además, podía parecer sacado totalmente fuera de lugar debido a que él no había hecho nada que les indicase que necesitaba el dinero. Por otra parte, un par de dólares no le hacían mal a nadie, solo sería un poco extraño.

Por ende, cuando Scott McCall abrió la caja y descubrió el dinero estaba confundido al ser el único presente que iba a recibir aparentemente, ya que todos creían (y estaban en lo correcto) que con eso cubrirían lo de los regalos que podrían haberle dado. Stiles parecía un tomate a su lado, Derek tenía el ceño fruncido, lo cual no era exactamente raro y su manada se dividió en dos bandos: los que intentaban ocultar las risas y los que se veían enojados por haber perdido su dinero de aquella manera.

— Lo entenderás algún día — murmuró Peter con una sonrisa socarrona mientras palmeaba su hombro al pasar a su lado, y una vez más se preguntó porque últimamente Chris y el hombre lobo pasaban tanto tiempo juntos si hasta donde sabía, esos dos se odiaban — ¿quién tiene hambre?

Y con esas palabras todos los adolescentes, y algunos que ya no lo eran, pasaron a comer a la mesa. Las mejores hamburguesas las hacía el señor Stilinski y al parecer Derek tenía ciertas habilidades culinarias ocultas pero aparentemente, la carne asada era una de sus especialidades. Sucumbieron entonces al estereotipo masculino y americano del asador en su patio delantero.

El clima de Noviembre no les favoreció del todo pero una vez que todo estuvo listo, lo devoraron dentro de la casa, con un par de quejas de Lydia por lo que estaban comiendo y por tener a Malia, un verdadero animal a la hora del almuerzo, a su lado mientras los demás solo se dedicaban a comer en silencio o hablar tranquilamente.

Scott estaba ciertamente feliz al verlos convivir de aquella manera y recordó que el episodio de la nieve un año atrás había sido, sin duda, una de las peores crisis nerviosas y una de las mejores cosas que le habían pasado pues su manada entendió que todos ellos tenían la necesidad de reunirse de aquella manera, por más que no lo sintieran de esa forma, ellos necesitaban estar juntos de vez en cuando sin la necesidad de un ente sobrenatural que busca asesinar al pueblo entero.

Con Malia jugando con un hueso entre sus dientes, Lydia a su lado tratando de ignorarla para hablar con Isaac con una expresión de asco, su madre hablando tranquilamente con Chris y el Sheriff sobre algún tema de adultos que muy probablemente no era emocionante y con Peter intentando que Jackson le ponga atención, quien entre tanto prefería hablar con Kira, que a su vez, solo los miraba a ambos sin saber que hacer exactamente.