Me levanté sobresaltada, cagandome en todo por el puto despertador que no habia sonado. Me puse lo primero que cojí del armario, me alboroté un poco los pelos, baje a tope las escaleras ( no entiendo como no me caí), coji un batido * de esos de proteinas que no te tomas ni cuando estas borracho, era lo primero que encontre*.
Total que pegué un portazo y salí a correr, por si encontraba al autobus que me extrañaba pero no perdia nada por hacerlo.
Perfecto, el autobus se habia ido hacia media hora, me metí en la primera cafetería que ví, me pedí una caña, ya a las ocho de la mañana como que no es muy normal pero que le vamos a hacer si estaba cabreada.
Entonces se me acerca un muchacho, la verdad que muy guapete, rubito, ojos azules, pequitas... super guapete, me dice:
-¿Que hace una chica como tú sola en un bar de carretera? Las chicas buenas tienen que estar en el instituto- dijo guiñandome un ojo-
- Lo primero gilipollas, voy a estar donde me de la gana y lo segundo no soy buena ni quiero serlo -le contesté en plan borde nose para hacerme la interesante, en verdad era por decir algo, estaba perdida en sus ojos azules...
