Lookism: Goo Kim x Tn

Disposición | Parte 4/4

Un resoplido sale de Goo, luego se rie y estalla en un pequeño ataque de risa.

"Maldita sea, se suponia que debías decir 'Hombre'. ¡'Hombre', cariño! ¡¡J-jajaja!!"
Se sienta, extendiendo tus piernas hasta que quedan flojas a sus costados. Sus cabellos dorados sobresalían en varias direcciones, las mejillas sonrojadas de un rojo brillante, algunas marcas rojas pintadas en su cuello, parecia una pintura
pecaminosa. No se parecía en nada al hombre que llegó a su casa horas antes.

Goo miró hacia donde te conectaste, saliendo con un gemido, sonriendo al ver cómo su semen se filtraba por tu entrada y manchaba lentamente el sofá de cuero beige. Ha pasado un tiempo desde que ustedes dos se volvieron locos, tal vez dos meses.

Por Dios, esperaba que estuvieras tomando
anticonceptivos o tendría que decir adiós al sexo duro durante nueve meses.

Movió su rodilla hacia un lado y se sentó en el sofá, dejando escapar un gruñido cuando sus pies tocaron la alfombra. Con el ceño fruncido, Goo te miró.

"Arruinaste el estado de ánimo, queria ir por otra ronda", se quejó Goo, buscando su ropa desechada. Encontro su ropa interior azul brillante y se los puso, levantando fácilmente sus bóxers a rayas.

Mordiendo tu labio, miras la forma en que su trasero se flexiona mientras se inclina y se pone de pie. Un trasero tan lindo que no entiendes por qué a veces trata de ocultarlo. Te encantó.

Goo chasqueó la lengua mientras tomaba un pañuelo de papel de la mesa de café y te limpiaba, murmurando incoherencias con una sonrisa. El material blando pasó sobre ti y te estremeciste. Por lo general, Goo te llevaba a tomar un baño con él después de que ocurriera tal intimidad, con el cuidado
posterior de un pañuelo ocasional. Supongo que hoy fue un dia perezoso. "Pero fuiste una buena chica para mi, seré honesto, incluso cuando era rudo".

Le sonries, tu rostro se calienta por sus palabras. Tira perfectamente el pañuelo a la papelera cerca de la entrada, sin dejar de mirarte. "Aver, ahí está mi linda sonrisa. A mi niña bonita le gusta que la llamen 'buena' ?"

"Goo... " suspiras, el tono lleno de calidez, mirando hacia otro lado tímidamente.

"Vamos, tengo frío. Deja de burlarte de mi, por favor." Su risa llega a tus oidos y te tira las bragas que aterriza en tu estómago. Le echas un vistazo rápido antes de volver a mirar al rubio, solo para encontrarte con su molesta sonrisa.

"Ah, es divertido verte alterada! Pero está bien, volveré" Como un fantasma, desaparece en otra habitación, dejándote sola.

Te tomas el tiempo para ponerte las bragas, silbando ante el dolor punzante de tu mitad inferior. Tan asombroso como fue el juego de pollas de Goo, las consecuencias fueron demasiado para manejarlas sola.

Pero absolutamente vale la pena.

Después de unos minutos, Goo regresó envuelto en una manta de lana. No pudiste evitar reirte al verlo; un gigante que acaba de reorganizar tus entrañas con tu manta rosa grisácea como una capa sobre los hombros. Corrió hacia el sofá, saltando y envolviéndote en un abrazo repentino. El sofá se hunde, tanto tú como los cojines son aplastados por el peso repentino.

Un fuerte grito te deja mientras Goo se desliza entre la almohada y tu pequeño cuerpo, tirando de la manta y cubriendo tu figura desnuda. Envuelve sus brazos alrededor de tu cintura, enterrando su rostro en tu cabello mientras se pone
cómodo. Sus dedos estaban frios como el hielo cuando presionaron tu suave piel afelpada. Ignoró tus protestas, tarareando contento por la calidez que irradiabas.

"Ahora, volvamos a ver la película porque vi una escena interesante y quiero saber qué condujo a ella".

"¿En serio?"

"Mhm! ¡Vamos! Esta noche fue noche de cine y vamos a tener nuestra noche de cine!".

Por muy relajado y juguetón que sea tu novio, realmente sabia cómo hacer que una chica se relajara y se derritiera bajo su toque. Simplemente olvidaste la facilidad con la que puede cambiar de un hombre dominante a un tipo tonto en segundos.

Esa es una de las cosas que amas de él.

— Fin —