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PSYCHO: Capítulo dos

Lia gruñó tan pronto como recobro los sentidos, abrió los ojos mientras miraba la cantidad de oscuridad que la rodeaba.

Su cerebro recordó inmediatamente lo que sucedió, su sistema se congeló mientras se sentaba.

Estaba en una cama, eso era seguro. El colchón blando se hundía cada vez que se movia.

No era una oscuridad total, pero no podía ver nada de lo que había allí. La ventana estaba abierta, permitiendo el resplandor de la luna y el viento tormentoso y frío.

Allí, Lia se dio cuenta de que su piel debajo de la sudadera y los pantalones de mezclilla estaba literalmente fría, y afortunadamente todavía tenia sus zapatos.

Su cautivo es sin duda despiadado. Más que antes.

"Que mierda de noticias"

Ella se estremeció ante la voz débil, asumiendo que venia del otro lado de la pared. De modo que ahora estaba segura de que la encerró en una habitación.

Los ojos de Lia parpadearon hacia la ventana abierta, tragando saliva una, dos veces, mientras salía de la cama.

Camino de puntillas, temblando ante el menor viento que pasaba por sus piernas, solo pudo sentir arcadas al ver la imagen frente a ella.

Habían varios metales puntiagudos y algunas trampas también, y si no tenía cuidado, o se cortaba un dedo, activaba una trampa o peor aun, él la escucharia, y si eso pasa, esta muerta.

No habian casas a la vista, solo pasto largo y blanco en el suelo.

Ahora todo lo que podía hacer era cerrar la ventana, contener las lágrimas y suspirar profundamente.

No es como que pudiera hacer mucho. Su teléfono, su billetera, su bolso quedaron en la mesa.

Mesa... Chenle...

Que alguien me ayude

...

Lia asumió que fue una hora, cuando encontro su coraje y abrió la puerta.

Estaba abierta, tal vez Jeno sabía muy bien que saldría. No tenía opción de todos modos.

Las cejas de Lia se fruncieron en una fracción de segundo, sus ojos vagaron por la totalidad de la estructura.

Las paredes eran completamente negras, la puerta por la que pasó también era negra. No había una sola decoración, ni marcos, ni manchas al azar, nada.

Estaba limpio y negro, el techo también era negro. Habia una línea de luces LED brillantes alineadas sobre el techo. Mirando de cerca, habia dos puertas negras más detrás de ella.

Los pisos eran de tablas marrones, con salpicones negros y blancos, lo que Lia asumió que eran pinturas.

Caminando a través de ella, pasó silenciosamente por otras dos puertas desconocidas, hasta que vio la escalera de madera marrón por la cual descendió silenciosamente.

"Uf, aburrido"

Parpadeando por segunda vez, su cuerpo se giró inmediatamente en la dirección de la voz.

Ahí estaba él.

Lee Jeno.

Sentado en el sofá beige frente a un televisor enorme.

Habia otros dos sofás beige individuales colocados en diagonal. Macetas de plantas muertas situadas a cada lado del estante del televisor y tulipanes en la pared, una lámpara de araña beige y el aire acondicionado.

En el lado izquierdo de la casa, donde donde ella estaba, estába la cocina de tamaño mediano. Una mesa para seis, herramientas y utensilios de cocina.

De frente estaba el pequeño pasillo delantero, donde estaba la puerta negra cerrada. Y Lia estaba demasiado inmersa para pensar en abrirla y finalmente ser libre.

"¿Lia?"

Una voz emocionada gritó

"¡Te estaba esperando bebé! ¡Te extrañé mucho!"

Lee Jeno.

Ahora de pie frente a ella. El cabello largo y negro se detenía en su nuca, el flequillo flotaba en sus ojos sonrientes, su boca tenia una amplia sonrisa, su piel seguía igual de blanca y clara, su cuerpo se había puesto más en forma y eso, solo le traía un recuerdo horrendo.

 El cabello largo y negro se detenía en su nuca, el flequillo flotaba en sus ojos sonrientes, su boca tenia una amplia sonrisa, su piel seguía igual de blanca y clara, su cuerpo se había puesto más en forma y eso, solo le traía un recuerdo horrendo

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®Editado.







𝗢𝗕𝗦𝗘𝗦𝗦𝗜𝗢𝗡 ─  𝗹.𝗷𝗲𝗻𝗼 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora