Estaba en el ensayo de coro, el profesor había salido y mis compañeros, reproducían música de Bruno Mars mientras coqueteaban entre sí, técnicamente era la mitad hombres y el resto obviamente mujeres. Era un buen ambiente pero yo no pertenecía a el. Salí del salón y me tope con un tipo lanzando al indefenso sombra-un gato al cual llame así-por encima de un tejado, vi como el idiota se reía mientras añadía que el gato no había caído totalmente mal, estaba pensando en controlarme pero cuando el inepto aquel no mostró interés, la sangre me hirvió y me levante de la mesa aislada en la que estaba.
El tipo se iba, no se había percatado de que me acercaba a el, lo vi dirigirse al salón donde eran los ensayos del coro. Estaba mucho mas adelante y al doblar la esquina por las escaleras, gire mi cabeza para verle, pero era demasiado tarde para reclamarle o tal vez golpearlo, una chica mucho más pequeña que le había visto desde ese lugar, ya le estaba reclamando sin miedo y con un impresionante coraje.. La chica no era en sí pequeña, pero comparada al tipejo aquel. ¿Quién no se queda atrás?
Me acerque a la acción solo para escuchar a la extraña chica terminar con la frase "ese indefenso animal es más humano que tú". El tipo se quedó serio con aires de querer llorar pero no sucedió nada, el maestro encargado de impartir la clase se acercó y todos entraron al salón. El tiempo designado por la institución para ensayar los sábados llego a su fin y todos tomaron su propio camino. Al salir el maestro repartió paletitas rojas de caramelo en forma de corazón conmemorando el viernes 13 de febrero, claro que lo hizo en conmemoración a San Valentin pero yo prefiero dejarlo así, Viernes 13.
Bajé las escaleras y estaba apunto de salir de la escuela para dirigirme a casa, pero me topé con la chica, ella estaba sola caminaba un poco somnolienta y algo simplemente me impulsó a hablarle, me acerqué y alcancé a escuchar como repetía en voz baja la misma canción que se había repetido en esa clase de coro, logré llamar su atención, me miró mientras iba exactamente a su lado y solo siguió con la vista al frente murmullando un débil:
—Hola.
Yo, tal vez debí haber respondido con la misma corta palabra pero le dije:
—Que bien que tu lo hiciste primero—parecía que no comprendía de lo que estaba hablando
—Disculpa pero, ¿hacer qué?
—Pues reclamarle al "matagatos", sí no lo hubieras hecho tu primero, nada habría evitado que lo golpeará.
—Y ¿qué lo evitó?, sí yo hubiera estado en tu lugar me daría lo más mínimo que alguien le hubiera reprochado lo mismo, además se noto que era bastante tonto, quizás debiste habérselo repetido para que se le grabará—me quede bastante tiempo pensando, ella debió haberlo notado.
—Eh..¿Qué puedo decir? Creo que no lo analicé así. Pero bueno, no hay remedio. Sería torpe golpearlo después de que todo sucedió—y entonces me respondió al instante.
—¿Por qué lo sería? Yo no le veo problema.
—Parece que me retas a golpearlo.
—No, tú ya lo ibas a hacer, solo reimplanté tu idea.
—Perfecto, qué te parece entonces que la próxima vez que alguno de los dos lo vea, yo mismo lo golpearé—puede ser que hubiera sido más inteligente de mi parte decirle simplemente que no quería meterme en problemas, pero me quería lucir.
—Sí eso te hace volver a tus cobardes principios me parece bien.Después solo me quedé callado afirmando moviendo la cabeza, yo iba derecho por la calle donde estaba la escuela y parecía que ella igual pues íbamos los dos caminando en recto. En un pequeño segundo ella sacó de uno de sus bolsillos un celular y mirando la hora solo me dijo —Creó que de aquí ya podrás llegar a tu casa solo—y se dio vuelta a la dirección opuesta en la que caminabamos.
Pasaron unos 4 minutos cuando llegó corriendo algo cansada detrás de mi y me tocó el hombro, al principio me asusté un poco pero comprendiendo que era ella se me fue el susto. Entonces dijo cansada casi sin aire para hablar "ven" y me halo de la muñeca, doblando algunas calles mientras corríamos a un extraño paso retardado, dando saltos, como en cámara lenta. En un punto se paró y me dijo:
—Hay lo tienes, el "matagatos"—volteé hacia donde señalaba su mano y lo miré junto con lo que parecía un intento de pandilla. En ese momento me arrepentí mil veces de lo que le había dicho justo antes, pero en un derroche de valentía caminé directo al tipo y clavé mi puño en su rostro, él se quedó perplejo mientras se sobaba la mejilla, sus "amigos" me miraron amenazadoramente y me saltaron encima mas hiperactivos que una persona en todos sus sentidos. Era sólo una lluvia de golpes en la que se me nublaba la vista y yo era la presa. Aun así pude distinguir a unos 20 metros como la chica se quedaba parada esperando algún momento para decidir ayudarme. Me di cuenta de que en cierto modo me estaba dejando, así que con mis minúsculas últimas fuerzas golpeé a uno de los tipos justo en su sensibilidad. Él otro me miró y corrió hacia mí, lo que fue muy estúpido pues solo faltó que yo me moviera unos pasos un lado para esquivarlo y verlo caer de boca al suelo, casi como un toro. Entonces el "matagatos" me dirigió la mirada algo pérdida mientras se acercaba lentamente a mí, entonces escuché desde atrás, el sonido de las botas de la chica acercándose, se colocó frente a mi y pateó al tipo en el abdomen, él no hizo nada pensando en que ella era mujer. Pero ella no dudo ni un poco y me tomó por segunda vez de la muñeca y nos largamos corriendo. Hasta ese momento no lo había notado, pero estaban ahí por lo menos 15 personas observando y dando bulla al pleito, al momento en el que nos alejábamos la chica no dudo y le gritó:
—Pudrete maldito "matagatos". inhumano—seguimos corriendo y me volvió a soltar justo donde me había tomado por primera vez, no sabía que decirle tenia la boca seca y solo se me logró escapar: —¿Cuál es tu nombre?.
—Me llamo Anik, pero sulen preferir llamarme An, tu te llamas Ethan, ¿cierto?
—Sí—seguía tan sacudido por el evento anterior que no me importó que supiera mi nombre sin habérselo dicho.
—Bueno, fue un gusto verte hacer y cumplir tu promesa el mismo día, nos vemos, esta a punto de oscurecer y me meteré en problemas.
—Igualmente—le contesté sin pensar, me miró algo extrañada por mi respuesta y se fue.
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¿Por qué murío Anik? (Bittersweet)
Teen Fiction¿Qué harías tú por amor? El riesgo de ser atrapado, el remordimiento, las complicaciones, pero también las recompensas: pequeños besos que mueven tu interior. Ocasionar suicidios no te vuelve un asesino, ¿cierto? Pero al final sí ella también fallec...