Desde ese día se convirtió en una rutina verla y conversar por largos ratos. Ya sabia que le interesaba y viceversa. Pasaba el tiempo y cada vez notaba un poco más lo fresca y simple que siempre estaba, no era de las chicas que sonríen con cortesía.
Creo que fue entonces cuando la miraba tan linda, con un cabello rubio acastañado, unos oscuros ojos marrones y rasgos pequeños y delicados.
Tome mi tiempo me sentía demasiado tonto, considerando estar enamorado de Anik, era su forma dinámica de ser, su rostro inexpresivo ó quizás nada lo que me halaba, como un agujero negro a una estrella a punto de extinguirse. Estaba en el clásico dilema de perder nuestra amistad sí las cosas salían mal, aun así me sentía valiente como aquellas veces que trate de impresionarla.
Ya llevaban 4 meses desde que nos conocimos tarde unas dos semanas pensando en como decirle todo lo que sentía, algo muy dentro me recordaba quien era ella, que la respuesta más segura era no, pero aun así en breves momentos recordaba que al menos me había sonreído una vez, que para ser ella era más que suficiente.
Tenia que decírselo, no todo podía salir tan mal. Finalmente había llegado para mí el día, era un lunes muy temprano por la mañana no le vi a la entrada de la escuela, pero que me podía hacer dudar.
Considere llevarle unas flores pero no iba con ella, también en esas cartulinas que estaban de moda para las nuevas parejas, tipos que a mi parecer no podían hablar y ponían "¿Quieres ser mi novia?", pero este tema de los regalos exagerados y el publico observando, no se haría, principalmente porque ninguno de los dos era exactamente popular.
Llego la hora del almuerzo no me la tope por ningún lugar, pude haber ido a preguntarle a algunas de sus amigas, pero eran las clásicas chicas que no cerrarían la boca diciendo que me gustaba, desde luego que era verdad, pero esa no era la forma de que lo supieran. Mas tarde a la salida de la escuela tampoco la pude ver, un poco más tarde pase a propósito por la colonia que daba a su casa, pero nada.
Al final termine entendiendo que ese no era el día indicado, quizás ya ninguno lo sería, pasaron meses y con el tiempo retiré la idea de mi cabeza.
Un día simple llegué a casa, despues de un rato sonó el agudo timbre del teléfono fijo, mi madre respondió y yo la observaba desde la banca del patio, se quedo perpleja y me llamo con la voz a medias.
–Es para tí–Me dijo sin reparo. Tome el teléfono y escuche la voz del hermano mayor de Anik, Gustavo.
–Ella esta muy mal, tienes que venir rápido–no comprendí en un principio pero luego en cuanto reaccione solo pude preguntar en donde se encontraban.Mi madre me llevaba en el auto, solo ella y yo. Íbamos directo al hospital de la zona, no podía dejar de sacar conclusiones ¿qué tal sí alguien le hizo algo?, ¿estará muy grave?, ¿pensará en mí?. Interrogandome mentalmente me salio la duda de que le había dicho Gustavo a mamá para que reaccionara así.
–¿Qué le dijo precisamente Gustavo?–le dije, aunque por su expresión fue como sí hubiera lanzado la pregunta a su cara.
–Pues, ¿qué te dijo a ti?–contesto nerviosa. Lo entendí, no quería decírmelo preferí no hablar por el resto del camino.Llegamos al Hospital. Mi madre se dirigió con la mamá de Anik y demasiado nervioso me acerque a Gustavo para que me dijera que sucedía exactamente.
–¿Qué le sucedió?–. Interrogue antes de llegar exactamente a su lado.
–¿No te dijo tu madre–. Me contesto con otra pregunta.
–Pues no–.Le dije obvio.
–Mira tonto–me dijo con una actitud muy diferente–¿ella nunca te hablo de lo loca que estaba?–
–¿A qué te refieres?–
–Hace unos años calificaron a Anik como alguien con tendensias suicidas, parecía que ella también evitaba comportarse así, pero cualquier cosa la regresaba a la melancolía. Nunca había logrado hacerse daño, claro, hasta hoy–. Finalizó algo triste.
Me quede callado, me sentía muy estúpido como para poder contestarle.Entonces empecé a recordar, todas esas veces que pude haberme dado cuenta de su problema. ¿Porque en las platicas que nos daban sobre el suicidio, la tristeza y problemas de ese tipo relacionadas a los adolescencia, ella nunca estaba presente? Como siempre prefería hacer las cosas en el instante, como sí de alguna forma no lo pudiera hacer después.
Me sentía demasiado mal. Mi madre se acercó a la sala de espera donde estaba sentado, y me ofreció la opción de quedarme o ir a casa y volver mañana, era obvio que ella sabia que me quedaría pero solo pregunto para aclarar. No obstante me dejo algo de dinero para la máquina expendedora de dulces en el mismo lugar y se marchó.
Pasaron un par de horas. Algo realmente dentro de mi quería saber que sucedía exactamente, pero la otra mayor parte solo quería pensar que todo era un sueño, un tonto y mal sueño.
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¿Por qué murío Anik? (Bittersweet)
Teen Fiction¿Qué harías tú por amor? El riesgo de ser atrapado, el remordimiento, las complicaciones, pero también las recompensas: pequeños besos que mueven tu interior. Ocasionar suicidios no te vuelve un asesino, ¿cierto? Pero al final sí ella también fallec...