Estabas tan guapo como siempre pero tus ojos tenían algo especial. Brillaban como bengalas en el negro profundo de tus ojos. ¿Quién necesitaba estrellas teniendo esos ojos? Tus latidos en mi oído, eran la banda sonora de mi mente, y yo mantenía el silencio porque si abría mi boca, las mariposas echarían a volar. Al estar tan cerca (por fin), tu corazón se detuvo como si estuviera siendo apuntado con un arma. Pero mis labios son completamente inofensivos cuando se trata de ti, así que no tengas miedo. Si hubiera sido creyente, habría pensado que eso era un milagro. Pero no necesito creer en un Dios indiferente, ya creo en ti, en mí, y lo que nos queda por venir.
Esa noche, las estrellas brillaban por nosotros.Espero con ansía el día en que ese sueño se cumpla.