Mi amigo personal [Sundrop/Moondrop x Reader]

☀ 1. Toallitas Húmedas ☀

Llegué relativamente temprano al día siguiente, como tal, mi turno empezaba más entrada la tarde, cerca de las horas de siesta y el momento de cierre, pero hoy, por ser mi primer día, debía presentarme desde la apertura para empezar a familiarizarme con el lugar.

Me quede un rato estacionada afuera, observando mi mapa, tratando de ubicar donde estaría la zona de la guardería. Ya tenia algunas actividades y tareas claras pero como dije estas tomarían lugar más tarde, mientras tanto había llevado una mochila con algunas cosas para entretenerme más que nada, todos dicen que será muy sencillo, y si es cierto seguro tendré bastante tiempo libre.

Entré al local finalmente, dando algunas vueltas sin sentido por el lobby, antes de por fin encontrar el pequeño letrero que anunciaba la entraba de la guardería.

No les aburriré en detalles con lo que paso una vez dentro, más que nada porque una vez más me encontré con Vanessa quien me entregó los horarios para las siestas de esta semana, así como presentarme con aquel animatronico que estaría a mi cargo durante todo lo que durara mi contrato.

Este era muchísimo más alto de lo que había imaginado, aunque no se apreciaba bien pues pasaba la mayor parte del tiempo encorvado para llegar a mi tamaño, su apariencia era igual a la del póster con los dulces que compartían su nombre... salvo por el hecho de que este carecía de pupilas y sus colores eran más pálidos debido a la iluminación del lugar. Eso por supuesto también me hacia preguntarme ¿Dónde estaba el otro? A la entrada se podía observar la estatua de dos animatronicos distintos, y Vanessa siempre les refería como "ellos"... Supongo que será cuestión de tiempo.

—Sun, ella es (T/n) —habló la rubia señalándome y dando un pequeño empujón para que diera un paso al frente— ella será tu nueva asistente personal, ¿Recuerdas lo que hablamos ayer, verdad?

—¡Uh-huh! —contesto al instante el animatronico, quien sin dejar de sonreír, se balanceaba sobre sus tobillos impaciente.

—Ok, ¿Recuerdas lo que tienes que hacer, no?

El solecito asintió frenético, se hincó quedando nuestras caras en paralelo, me puso las manos sobre los hombros para evitar que fuera moverme, y realizo el escaneo sin mayor problema.

—¡Todo listo! —exclamó volviendo a incorporarse y dando pequeños saltitos en su lugar.

—Ok, tengo que irme a preparar el resto de cosas antes de que abra el lugar —dijo la mujer, dando algunos pasos hacia atrás preparándose para abrir la puerta de madera y poder retirarse— Por favor pórtense bien con ella, ¡Y no la asusten!

Aquello sonó como a regaño, pero el solecito puso su mano en la cabeza como si estuviera aceptando las ordenes de un general y la despidió muy efusivamente con la mano. Vanessa también se despidió dejándonos solos a los pocos segundos.

—¡Oh que emoción! —exclamó el animatronico, girando los rayitos de sol en su cabeza, luego volvió a hincarse a mi atura para darme un abrazo que casi me saca el aire por lo repentino— ¡Nunca había tenido mi propia mejor amiga!

—¿Disculpa?

—Sisi, ¡dijeron que seriamos mejores amigos!, que jugaríamos juntos, que me ayudarías con el teatro de títeres, que me acompañarías a limpiar la guardería...

Sonaba tan emocionado y a mi en parte me aterraba la cantidad de actividades que ya tenia planeadas, no sabia que tanto de todo eso realmente tenia permitido hacer, a fin de cuentas, el que yo estuviera aqui tenia un propósito más allá de solo entretener a Sun.

Mientras él seguía hablando, quise comenzar a moverme al rededor, todo era muy colorido y estaba realmente ordenado; el animatronico me seguía por detrás mientras avanzaba, aun platicando sobre lo divertido que le parecía que yo estuviera aquí con él.

—Entonces mejor amiga, ¿A que quieres jugar primero? —preguntó asomándose delante mío, obligándome a parar al instante.

—Bueno... Podemos hacer lo que tu quieras en realidad, pero antes debo prepararte para cuando lleguen los niños.

—Oh, ¡No hay problema!

Tomó mi mano, y de un tirón, pero sin avanzar muy rápido, me llevo hasta una zona de la guardería donde había varios gabinetes con estampados de sol y luna, todos muy por lo alto para evitar que algún niño los alcanzase.

—Normalmente hago esto yo solito, al personal no le gusta pasarse por acá tan seguido Dentro de uno de estos, Sun sacó un paquete de toallitas húmedas así como un trapo limpio, una botella con spray de algún liquido desconocido y una bolsita naranja con lo que parecían ser dulces.

—Oh... ¿Qué no había nadie que te diera mantenimiento antes de mi? —pregunté aceptando todos artículos de limpieza, salvo la bolsa de dulces que este aun sostenía en sus manos.

—Si, pero pasaban solo cuando era muy necesario... ¡Así que aprendí a mantenerme limpio para que ellos no tuvieran que preocuparse! —dijo orgulloso.

De pie me quedaba demasiado lejos, así que le pedí sentarse en el piso y comencé a pasar una de las toallitas por su cara, sintiendo su mirada fija clavada sobre mi.

—Hiciste un buen trabajo —comente al darme cuenta que realmente no se encontraba tan mal como había imaginado.

—¡Gracias! —y volvió a abrazarme.

No tarde mucho tiempo haciendo esto, más que nada era por protocolo; después de comprobar el estado del resto de sus prendas (y concluir que en efecto necesitaba un cambio de las mismas) tiré las toallitas utilizadas a un pequeño bote de basura cercano y volví a juntar el resto de las cosas, guardándolas en el mismo gabinete de donde él las había sacado.

—¡Ten! —dijo apenas me di la vuelta en su dirección nuevamente— Es un regalo de bienvenidaEra la bolsita naranja de hace rato, estaba cerrada con un pequeño moño rojo y era más bien un atadito de papel crepé con dulcecitos dentro.

—Gracias.

El contenido eran tanto Sunnydrops como Moondrops, así como un dibujo autorretrato del animatronico presente, tomando la mano a una figura gris que ponía "Mejor amigo/a" señalado con una flecha.

Se puso de pie, y levanto las manos, asumo que intentando decir algo más, cuando una música bastante animada y llena de efectos de sonido empezó a reproducirse en el fondo.

—¡Oh, ya van a llegar mis amigos!

Su voz volvía a sonar llena de emoción y los rayos de su cabeza giraban mientras este aplaudía feliz.

Un cable bajo entonces del techo, enganchándose a su espalda y llevándoselo flotando hasta el balcón de una torre que sobresalía de la pared.

Casi en sincronía se empezó a escuchar más movimiento, entró un guardia de seguridad que se sentó en el escritorio que estaba hasta el frente, la cortina metálica se subió y un montón de gente comenzó a hacer ruido y a aglomerarse en la entrada, miré mi reloj, 6:10 am, el Mega PizzaPlex oficialmente estaba abierto.

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