aftercare

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Modismos argentinos
Wooyoung!bottom
San!top
smut
AU!

...

Wooyoung pov

—¡San-n…! —solté con lo último que quedaba de fuerza, llegando al clímax al instante.

Al mismo tiempo del quien gemía su nombre hasta hace poco dió la última estocada en mi interior, soltando un jadeo casi igual de alto que el mío. Lo próximo fue quedar estáticos, únicamente moviéndose nuestros pechos al ritmo de nuestra respiración pesada. Solté ligeramente el agarre a la almohada que tenía entre mis brazos y me desplomé contra ella. Al poco tiempo sentí como San quiso separarse, pero lo detuve con mis talones en su parte trasera. Siseó, probablemente sensible por su orgasmo en curso.

—No salgas… —pedí con la voz amortiguada en la tela.

Suspiró pesadamente mientras se dejaba caer de a poco en mi espalda. Algunos dirán que es raro, pero aparte del sexo en sí, disfruto de la conexión que significa el tenerlo dentro mío. No sabría explicarlo de manera en que no suene lascivo, pero sentirlo de esta manera me transmite tranquilidad.

—Me encantás —susurró en mi oído, procediendo a besarme el hombro—. Pero si estoy más tiempo así puede que tenga que pasar por otro round.

—… No me importa. —junté más mis caderas a las suyas, sacándole otro jadeo.

—A mí sí me importa. —se le dio por darme una nalgada a modo de castigo, para luego salir de mí.

Acarició con delicadeza el lugar que había golpeado para luego levantarse y tirar el condón que habíamos utilizado. Con pereza lo ví estirar sus extremidades para descontracturarse.

—Volvé. —le reproché con voz quejumbrosa.

Aquello lo hizo sonreír y volver a la cama para dejarse caer encima mío nuevamente. Pasó sus brazos por debajo de mí y presionó su frente contra mi espalda. Comenzó a dejar pequeños besos en esa zona, yendo cada vez más abajo para terminar por besarme la zona enrojecida que había acariciado.

Lo molesté meneándome, eso sólo logró sacarle una pequeña risa nasal, al instante volviendo a besar toda piel que tuviese al alcance entre mis piernas. Llevó sus manos a mis nalgas y las apretó y masajeó como quiso. Me estaba encantando lo que hacía, así que sólo me dediqué a suspirar de alivio. Su objetivo era librarme de cualquier molestia que me pudiese haber quedado. Sus pulgares comenzaron a moverse en círculos por la zona de la unión de mis caderas, haciendo que me estremezca al tacto.

—¿Te duele acá? —preguntó con el tono meloso que solía tener cuando me mima como hacía en ese momento.

—Un poquito, seguí ahí. —no tuve que decir nada más para que continúe con sus movimientos durante un gran rato.

De mí salían gemidos de placer, mas no sexual, sino de consuelo. Estaba sintiéndome mejor que nunca. San lo supo, por eso había preguntado por ese lugar en específico. Luego de haberse visto seguro de que yo estaba satisfecho juntó su cuerpo con el mío nuevamente, pegándose a mí lo más que pudo.

Para ese punto yo ya estaba cansado de no poder verlo a la cara, así que lentamente me moví para darme vuelta frente a él y que ahora juntásemos pechos. Vi sus ojos brillantes después de un rato que pareció eterno. Acuné su rostro en mis manos y lo besé en los labios de manera tan delicada que hasta yo me sorprendí al respecto.

Cuando me separé él me vió con esa mirada que sólo gritaba cariño, volviendo a juntar nuestras bocas.

—Te amo. —le dije luego del chasquido que había señalado el fin del beso.

Él ahora abrió sus ojos hasta donde pudo, en poco tiempo se pusieron cristalinos y su voz suspiró de manera rota.

—Yo más.

Esa fue la primera vez.

La primera vez que le dije te amo.

//WooSan oneshots//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora