Diez Razones - Sunki

¹𝙎𝙤𝙣𝙧𝙞𝙨𝙖

—Amo cada parte de ti, pero en especial tu sonrisa, esa sonrisa que me hace pensar que todo estará bien incluso cuando estamos dentro de un túnel en el cual es difícil encontrar el final. Recuerdo la primera vez que te vi sonreír, te veías perfecto, de hecho para mí eres perfecto. Nunca apagues esa linda sonrisa que alegra mi vida, iluminas mis días y me haces querer protegerla siempre de toda adversidad. Si decides quedarte haré que se quede en tu rostro por toda la vida.

Sunoo bajó la mirada, no se sentía bien al tener que oír esas palabras de su novio, mucho menos tener que mirarlo al estar frente a frente.

—Yo no soy perfecto como tú, creo que yo jamás seré ni lo mínimo para que tú estés bien, pero jamás te hará falta momentos divertidos, siempre haré lo que sea para que liberes esa linda sonrisa tímida que está escondida debajo de esas lágrimas.

El chico rubio secó con discreción las lágrimas que escurrían a través de su rostro, no podía mirar a Ni-Ki todavía. 
Por suerte la luz de las estrellas opacaba sus ojos llorosos, llenos de arrepentimiento.

No tenía por qué estar haciendo esto, él ya estaba más que decidido a marcharse, en su relación nada fue fácil, pero se complicó más hace pocas semanas. Su débil corazón no estaba preparado para luchar contra ello. Era más deplorable saber que todo había sido su culpa, sus malditos celos.

—Lo que más me gusta de tu sonrisa es que es sincera, nunca he visto falsedad en ella, quizás es por ello que casi no sale a la luz como debería— analizó a detalle a Sunoo, no se veía bien—. Cariño, si no estás cómodo con esto, dilo.

Kim negó con la cabeza,

—Está bien, sigue.

Ni-Ki se acercó lentamente a él y abrazó delicadamente su cuerpo.

—No dejaré que te marches, aún hay amor, yo te amo, Sunoo.