⁸𝘽𝙚𝙨𝙤𝙨

223 30 1
                                    

Bajo la luz de las estrellas, bajo la luna que iluminaba de manera tan bella, Ni-Ki se había atrevido a besar por primera vez a su amado novio. Llevaban sólo tres semanas saliendo, pero eso no quitaba la emoción del momento. Sunoo estaba igual de emocionando que su pareja.

–Sunoo, nuestro primer beso fué tan especial, creí que jamás llegaría a estar de esa manera contigo. Esos momentos tan pequeños y especiales, a pesar de que nunca fuiste afecto a las demostraciones de cariño, conmigo siempre recibías mis abrazos y pedías más besos de los que te daba. ¿Cómo le digo a mi corazón que eso se irá? Soy un tonto que lo perdió todo.

Sunoo negó con la cabeza.

–Kinnie, quiero que sepas que no fue nada tu culpa. No quiero que pienses que así fué, por favor.

–Es lo que me estás dando a entender, Kim Sunoo, me he esforzado porque esto funcione, dime ¿Qué pasó?

Contuvo sus ganas de llorar, por más que quería hacerlo, lo evitó.

–Lo que pasó fue por mí -su mirada decayó hasta quedar analizando cada parte del áspero piso debajo de ellos–. También extrañaré tus besos.

–¡Ni siquiera he terminado y ya estás llegando a la conclusión!

–Discúlpame, tengo miedo de volver a hacerte daño -apretó sus labios con mucha fuerza, así logro aguantar al menos unos minutos más el dolor que pretendía salir por sus pupilas.

Fue un error, ¿Está bien?

–¡Ni-Ki deja de ser tan ciego! No quiero que un idiota como yo te haga daño, por favor, entiéndeme.

Rompió en llanto al rememorar los instantes en que su relación empezaba a quebrarse, las lágrimas de Ni-Ki suplicando que se quedará, su rostro en el espejo siendo desconocido.

Ni-Ki no podía quedarse así por siempre.

Después del lioso silencio que hacía pedazos lo poco que quedaba dentro de ellos, Ni-Ki fue quien tomo la iniciativa de hablar.

–Sea lo que sea que pase, quiero decirte, que no me gustaría besar otra boca que no fuera la tuya, todo fue especial contigo, incluso los momentos difíciles contigo eran mejor. Te amo, Sun.

–Yo también te amo, osito, por eso quiero que seas feliz –Ni-Ki secó sus ojos antes de que las lágrimas cayeran por ellos–. Conmigo no serás feliz, pero odio imaginarte sonriendo con alguien más.

Ni-ki salía de su última clase, no vió a Sunoo por ningún lugar, así que decidió caminar por donde Jay, este chico era muy unido a Ni-Ki, por esa misma razón, Sunoo no lo soportaba.

Ambos reían mientras contaban su día, los pesados exámenes finales y los exigentes maestros, les gustaba reír de sus desgracias. Sunoo miró desde la distancia aquella escena, nada hubiera sido tan severo si Jay no hubiera acariciando el cabello de Ni-Ki.

Todo se descontroló en segundos, Jay terminó golpeado en el suelo.

Ni-Ki lloraba por detrás de los hombros de Jake que se ofreció a ayudarlo.

–Al menos quiero saber que me perdonas porque lo que hice -estaba realmente arrepentido, por esa misma razón lloraba a mares. Se repetía constantemente que esa no era la vida que Ni-Ki debía llevar, esa fué su arma para contener durante tanto tiempo sus celos, de un momento a otro, eso se perdió.

Ni-Ki se acercó delicadamente a su casi ex novio, tomó el mentón de Sunoo y lo acercó hasta dejar un beso en sus labios. Kim no pudo resistirse y así fué como le dió seguimiento al ritmo del pelinegro.

–Te amo, osito –susurró en un pequeño descanso.

–No juegues más conmigo.

–Eso si es verdad –cambió de posición, ahora estaba abrazando fuertemente a Ni-Ki mientras trataba de hacer que sus sentimientos se controlaran.

Quédate conmigo..

Diez Razones - SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora