WolfHeart

(Capítulo 02) La Carta / Rosie

– Mi clienta pide que se le atribuya el 99% de las ganancias de la empresa mayoritaria del señor Samuel Lucas Magne por ser de justicia.

– ¡Denegado!

– Y también las ganancias de las más pequeñas.

– ¡Denegado!

– Ah, y que se le dé un plazo para retirar sus pertenencias, más que todo sus joyas de 80 quilates que podrían alimentar a media África pero no, son suyas.

– ¡DE.NE.GA.DO!

Seamus y yo reímos hasta encogernos como pasas en nuestros sitios, él en un sillón y yo sentada al frente en un mueble de mediano tamaño junto a papá quien nos observaba con cara de "¿Están bien?".

Estuvimos así entre chistes y carcajadas por una hora más o menos hasta que por fin, Seamus secó su rostro con un pañuelo blanco que sacó de su bolsillo y se paró erguido sobre un banquito que tenía a los pies, supe cuando el chiste había acabado, papá también lo intuyó, Ambos nos acomodamos y él sacó sus lentes del interior de su camisa. La habitación era cálida por lo que nadie llevaba chompa o abrigo alguno.

Y entonces, frente a los dos, Seamus leyó los términos de Liliana Roseline Abbey, mi madre.

 ...... ➼⧪➼⧪➼ ......

El silencio continuó aún cuando Seamus calló después de concluir.

Papá miraba el suelo apoyando ambos brazos en sus rodillas, con las piernas separadas. Yo trataba de no pensar que lo que acababa de oír había sido dictado por mi propia madre. Ella literal no descansaría hasta verlo en la calle.

– Y... también hay una carta.

Ambos levantamos la mirada.

– Lo escribe ella con puño y letra, ¿Quieres que...?

– Sí, por favor - respondió papá casi al instante. Samuel no se veía para nada complacido con esto, pero aún así obedeció. El sobre era casi de seda, y la carta de un color mantequilla, al sacarla del sobre una fragancia inundó mis fosas nasales, estornudé, la reconocí en segundos, creo que a todos les pasó igual, pero papá sólo se limitó a cerrar los ojos.

"Querido Samuel, si estás leyendo esto significa que al fin decidiste dar ese paso hacia adelante, me alegro. Aunque, si llegó a ser así, significa que tú amor por mí sí resultó ser finito. Tenía razón.

Ojalá pudiera cambiar lo que nos pasó, pero es algo que nunca se podrá.. Traté de ser la mujer que merecías tener, pero no pude, Dios, Samuel, no pude, lo intenté por más de 15 años y fracasé, aún así gracias por nunca haber perdido tú fe, por haberme acompañado durante todo este tiempo, y perdón, perdóname por todo lo que te hice, no fue mi intención.

Pero tampoco tuve toda la culpa. 

Seamus calló, sus ojos pasaron rápidamente a los de papá quien se pasó una mano por el rostro suspirando.

– Continúa, Seamus, estoy bien.

No estaba bien y eso el abogado lo sabía, se tomó un par de segundos antes de continuar leyendo primero con la vista antes de decirlo en voz alta.

Samuel, lo que me dabas era un diamante, y yo sólo quería un cristal.