Dos días después
Payton había propuesto ir a la playa, dijo que tenía algo que contarme
"Cariño, ¿Estás cansada?"― Preguntó mientras descansaba en su pecho
"Uhm, no, ¿Por qué preguntas, Payton?"― Ella respondió
"Quiero dar un paseo por la playa, tengo algo que contarte"― Murmuró. Besé el gancho de su mandíbula y respondí
"Está bien"
Payton estaba en el estudio tocando su batería eléctrica, mientras que yo había ido a la tienda a comprar una caja de brownies, de esos que solo les pones huevos y leche y están listos. Con suma precaución puse la mezcla en el horno ya caliente. Mientras esperaba a que nuestra comida esté hecha fui con Cookie, el iría con nosotros.
―Ven aquí, pequeño Moormeier― Murmuré, aquél apenas escuchó mi voz comenzó a mover su cola de lado a lado y comenzó a ladrar contento
Aunque habíamos vuelto hace una semana, el dejarlo un día solo le había afectado. Sin duda era un perro consentido.
―Cookie basta― Chasqué la lengua, tomándolo en brazos. Caminé hasta la cocina, donde lo apoyé en la grande isla de cuarzo blanco. Sabía que no iba a moverse, era demasiado miedoso para tirarse hasta el suelo, aunque solo fuera un metro
Lo dejé ahí, era casi invierno, por lo cual le iba a poner un pequeño abrigo. Me acerqué hasta el, se renegó un poco pero logré hacerlo a fin de cuentas. El horno piteo, indicando que el brownie estaba hecho. Una vez fuera, lo dejé enfriar justo al lado de Cookie. Bajé al cachorro casi adulto del cuarzo dejándolo irse. Debía cambiarme, aún seguía con el pijama.
Subí a la habitación y cerré la puerta, me dirigí hacia el closet, donde tomé un traje de baño, unos pants y una chaqueta.
Fui al pequeño terraza-balcón que teníamos en la habitación, aunque mucho frío no hacía, en la costa siempre corre mucho mas viento. Tomé mis crocs y las deslicé por mis pies. Al entrar de nuevo cerré la puerta de vidrio detrás de mí, tomó mis caderas por atrás mío y me pegó a su definido abdomen
―Salimos en diez, bebe― Besó mi cuello seductoramente
―Preparé unos brownies, están abajo―Me di la vuelta para pasar mis brazos por la curva de su cuello y acercarlo aún mas a mi. Besó mis labios para luego ir al closet para el cambiarse.
Tomé el bolso mcm de Payton, cual no usaba hace tiempo. Metí mi cartera, y un pequeño bolso de higiene al que llevo a todos lados. Tenía productos femeninos y esenciales; también un rímel, corrector y un pequeño iluminador. Por ultimo, metí una pequeña lona, unas latas de coca cola y los brownies que estaban dentro de una conservadora
―Estoy listo― Murmuró Payton esbozando una sonrisa mientras salía del baño.
Una vez abajo, me paso la correa de Cookie, la cual guardé en la mochila. Bajamos hasta el subsuelo, donde el estacionamiento estaba, subimos al Toyota rojo, puse la mochila en los asientos traseros y Cookie iba sobre mí. Era un viaje de veinte minutos hasta Santa Mónica.
―Cinturón de seguridad― Chasqueó los dedos, enganchando su cinturón gracias a mi recordatorio
Habits sonaba en los parlantes del caro auto. Su mano descansaba en mi muslo izquierdo, Cookie descansaba en mi otro muslo. La luz roja nos iluminó, el auto paró detrás de otro
―Te quiero, T/n― Tomó mi mano, besó la parte externa y volvió a manejar sin soltarla.
Al poco rato pude notar la vuelta al mundo que destacaba a lo lejos, pero en vez de seguir dirigiéndonos hacia ella, dobló. Cinco minutos pasaron y Payton comenzaba a bajar la velocidad, estábamos en la playa, pero no la parte mas conocida y habitada, era una donde no había nadie y mirando a lo lejos veías todo.
―¿Qué es esto, Payton?― Sonreí girando mi mirada hacia el. La gente se veían como hormigas a lo lejos
Cookie bajó del auto, igual yo y Payton. La pequeña bola de pelos salió corriendo en pendiente hacia abajo, Payton tomó mi mano y lo seguimos.
―Descubrí este lugar meses antes de que comencemos a salir, nunca traje a nadie, ni a los chicos― Confesó, besó mi frente para luego seguir caminando.
Lejos de la marea, abrí la mochila y saqué la pequeña manta que luego apoyé sobre la arena, Payton se sentó y apoyó sus manos detrás como sostén. El veía como Cookie jugaba a enterrar y desenterrar un hueso que le habíamos regalado. Saqué la caja de los brownies y dos latas, dejándolo al lado de Payton.
―Tu perro está como loco, bebe― Me senté entre sus piernas, mi campera desabrochada serpenteaba por mi cuerpo
No estaba en mis planes meterme al agua, solo quería pasar tiempo con Payton. Le di un mordisco a el trozo de brownie que estaba en mi mano, y luego lo acerqué a la boca de Payton
―¿Uh?― Murmuró, rocé aquel cuadrado esponjoso de chocolate contra sus labios. Negó, pero insistí un poco. Payton no suele comer adecuadamente, se salta comidas o come apenas un trozo de ellas
―Por favor, cariño― El se rindió, tomándolo con su mano y dando un buen mordisco. Sonreí contra su pecho y acaricie aquel
―Mira a Cookie, ese es mi pequeño― Festejó acariciando mi cadera
―Payton, ¿Qué querías contarme?
―Oh, tranquila nena no es nada malo
Ojalá no sea nada malo, estamos demasiado bien como para arruinarlo
Paso un rato, Payton estaba en el carro buscando una toalla ya que Cookie por perseguir una mariposa terminó en el océano. El pequeño perro estaba corriendo mientras goteaba agua a sus costados. Mientras lo miraba, una sombra cubrió la luz dorada que me alumbraba, giré mi mirada
Millie
©𝗠𝗶𝗹𝗹𝘀𝗠𝗼𝗼𝗿𝗺𝗲𝗶𝗲𝗿
ESTÁS LEYENDO
¿Amor o Placer? -payton
Random𝖠𝖮𝖯| 𝖰𝗎𝗂𝖾𝗇 𝗉𝖾𝗇𝗌𝖺𝖻𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗎𝗇 𝗌𝗂𝗆𝗉𝗅𝖾 𝗃𝗎𝖾𝗀𝗈 𝖽𝗎𝗋𝖺𝗇𝗍𝖾 𝗎𝗇 𝗍𝗈𝗎𝗋 𝗍𝖾𝗋𝗆𝗂𝗇𝖺𝗋𝗂𝖺 𝖾𝗇 𝖺𝗅𝗀𝗈 𝗁𝖾𝗋𝗆𝗈𝗌𝗈 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝖼𝖺𝗍𝖺𝗌𝗍𝗋𝗈𝖿𝗂𝖼𝗈 𝖺 𝗅𝖺 𝗏𝖾𝗓