JESSIA
En momentos como estos es que estoy segura que la vida me odia.
Ayer después de una noche muy larga entre libros y música para relajarme termine durmiendo muy tarde en la biblioteca de la casa y si eso no basta, ahora voy tarde a lo que tendría que ser el primer día del penúltimo semestre en mi carrera.
Me lavo el pelo con toda la rapidez posible porque no hay tiempo de ser delicada, no después de este gran atraso.
-¡Jess!, Hija date prisa que llegarás tarde.
-¡Si papá en un segundo salgo!
-Yo me tengo que ir pero te prestaré las llaves del coche hoy y porfavor intenta que no le pase nada.
Suelto una pequeña risa recordando el día que sin querer le hice un pequeño raspón.
-no te preocupes, estára bien lo cuídare con mi vida.
-Voy a confiar en ti- puedo sentir su risa burlona atraves de la puerta
-¡Te quiero!
-¡Yo más!
Escucho sus pasos alejándose y saliendo de mi habitación al momento que cierro la llave de la ducha; me coloco una toalla alrededor de mi cuerpo para salir y escoger mi ropa.
Como no tengo mucho tiempo solo puedo agarrar unos vaqueros y una hoddie negra que es dos tallas más grande, por comodidad, y trato de ponerme unos tenis blancos; me miró al espejo y aunque no es lo más bonito que tengo es lo que pude tener a tiempo.
Salgo corriendo de mi habitación hacia la sala donde se supone que deje mi mochila y una vez que la encuentro salgo con ella hacia la cochera.
Cuando me subo al coche lo enciendo y aprovecho para tratar de alisarme el pelo con un peine que siempre cargo para este tipo de situaciones, creo que hoy no usaré maquillaje porque voy muy atrasada.
«Tal vez hoy le tenga que rogar al profesor para que me deje entrar a la clase.»
Conduzco a toda velocidad por las calles de New York, y gracias a todos los dioses que hay el día de hoy no había un tráfico exagerado como suele ser.
Una vez que llegó al estacionamiento de la universidad me ubico en un lugar que no esté ocupado y salgo corriendo hacia mi aula.
Corro por todos los pasillos que se encuentran vacíos y que solo puede significar que las clases ya comenzaron; al llegar a mi aula puedo oír al profesor Rogers y no puede significar nada bueno dado que es un fanático de la puntualidad.
«Muy bien Jessia, la dignidad la perdiste hace mucho así que no pasara nada si le ruegas al profesor para entrar»
Giro la perilla a la vez que asomó mi cabeza interrumpiendo al profesor.
-Buenos días señorita Davis, dígame qué la trae por aquí a esta hora porque al parecer no se digno a aparecer a tiempo.-suelta junto a una risa burlona mientras los demás permanecen en silencio.
-Lo siento mucho profesor pero tuve un gran obstáculo en el camino que no me permitió llegar a tiempo-miento. Aunque se que el profesor no me está creyendo nada.
-Como sea, pase a su lugar de trabajo y tenga en cuenta que se le restarán puntos en la puntualidad y tal vez a la próxima una suspensión.
Bufo por lo bajo mientras tomo asiento al lado de Sebastián, un gran dolor de ovarios pero a la vez gran amigo.
-Asi que gran obstáculo eh, me preguntó si es porque soñaste de nuevo con Chris Evans o te quedaste leyendo hasta tarde.- bromea mientras apunta lo que el profesor escribe en la pizarra.
-Digamos que ambas cosas.
********
Si creía que estaba teniendo un mal día era porque aún no llegaba la hora de venir a la cafetería.
-Si deseas puedes irte a sentar a alguna mesa mientras compro las cosas.- me dice al oído Sebastián a causa de todo el bullicio que hay.
-No creo que sea buena ideas y no creo que sea justo que tú estés esperando aquí.
-Estare bien, tu solo ve y yo llego en un momento.
-Esta bien, cómprame un latte de vainilla y una rebanada de pastel.
Trato de sacar el dinero de mi mochila pero Sebastián me detiene.
-El día de hoy yo invito.
-Solo por esta vez.
-Ve a buscar la mesa ya.- suelta con una pequeña carcajada.
Me dirijo hacia las mesas que se encuentran disponibles pero no hay ninguna en la parte interior por lo que tendra que ser en una de las del patio del edificio.
Cuando encuentro por fin una vacía voy hacia ella y me siento sacando mi móvil para ver qué hay de nuevo en instagram pero me veo interrumpida por una aclaración de garganta me hace voltear mi cabeza buscando a la persona dueña de ese gesto.
Al verlo puedo jurar que me quedo sin palabras, había visto muchos hombres atractivos, pero el es incluso más que cualquiera que haya visto.
Sin duda mide alrededor del uno ochenta y cinco, su cabello es entre color castaño y rubio, sus ojos tienen un color entre azul y verde, su tez es blanca y sus labios están rellenos.
-Disculpa, pero esa mesa ya está ocupada- ¡Dios! Su voz es grave que incluso puede ser intimidante sin llegar a lo extremo.
-Si lo siento, creo que te equivocaste ya que estaba vacía cuando llegue.
-Mira preciosa, nosé si olvidaste tus lentes o eres ciega por naturaleza pero mi mochila está justo enfrente tuyo, lo cual por si no sabías, significa ocupado.- trata de enfatizar la última palabra y me muero de vergüenza porque lo que dice es verdad.
-Mira, tal vez no vi bien pero no soy estúpida.- aunque sea guapo y puede que tenga razón no es para que me trate de llamar así.
-No te enojes preciosa, igual te puedes quedar.
-Si, la verdad es que yo paso de tu invitación- digo mientras tomo mis cosas cambiando de mesa.
Puede que el tipo sea atractivo pero de lejos puedo notar lo arrogante que es, así que lo mejor será que me mantenga lo más lejos de personas como el.
××××××
Hasta aquí el capítulo de hoy.
Ailoviuuuu ♥️
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WHAT A LIE...
Teen FictionDicen que el amor de tu vida no estará para siempre, que las almas gemelas no siempre están juntas pero ¿Será está la excepción o confirmara la teoría? Toda una vida intentando ser perfecto hacia los ojos de los demás, Jaxon Stewart es hijo de el ma...