𝘾𝙖𝙥 8

183 24 5
                                    

_________________________☀︎︎

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

_________________________☀︎︎

Pegué un pequeño salto por el susto, y volteé para ver a un Marto sonriendo como baboso. Comencé a avergonzarme, estaba tratando de dibujarlo antes de que llegara, y me apenó la idea de que viera el dibujo. Acerqué mi libreta a mi pecho.

— Hola, no estoy haciendo nada en especial, claro que no estoy dibujando, por supuesto que no —dije rápidamente.

El chico soltó una pequeña risa nasal. Cachan como es, ¿cierto? Es como que estás respirando, y ves algo gracioso, pero no lo suficientemente gracioso como para reírte, y haces ese como bufido pequeño por la nariz. ¿Tendrá nombre? No sé, estoy divagando, lo siento.

— Está bien, no voy a ver eso si no quieres que lo haga —movió un poco su cabeza mientras decía eso, y luego levantó sus cejas invisibles— ¡Ah, sí! Vine para darte algunos anuncios, que son bastante importantes. Y necesito tu atención.

Asentí cerrando mi libreta. Le dije que iba en unos minutos. Martín salió del camarín, y yo guardé mi libreta en su pequeño escondite. Luego de asegurarme de ocultarla, y de peinar un poco mi cabello con mi mano, salí del camarín. Caminamos hacia su oficina mientras él me hablaba.

— Bueno, son varias cosas. La primera, los diseños entre tú y Nath deben estar listos para la próxima semana. Están tomando más tiempo del que deberían, y siento que en parte es mi culpa por pedir tu presencia y la de algunos modistas en muchos momentos. Me disculpo por eso.

— Está bien, igual falta muy poco para terminar los diseños —agregué para no hacerlo sentir mal. Asintió ante lo que dije.

— De todas formas trataré de no interrumpirlos tanto —llegamos a la oficina. Entramos en silencio, y él fue a buscar sus lentes antes de seguir contándome—. La segunda cosa, es que necesito tomar una hora para hablar con tus padres. Según los registros, tu cumpleaños es en unos días.

Abrí mis ojos, sorprendido, mientras tapaba mi boca.

¿En qué momento pasó el tiempo?

Ya voy a cumplir la mayoría de edad, lo que significa... que no voy a necesitar el permiso de mis padres para crearme una cuenta de Club Penguin. Además, seré yo quien administre mis ganancias. ¡Dejaré de ser su fuente de dinero! ¡¡FINALMENTE!!

¡También significa que podré entablar una relación LEGAL con Martín!

Asentí con entusiasmo, y vi que Martín se dirigía con una sonrisa hacia el computador. Luego de arreglar sus gafas y hacer algunos clicks, tomó su teléfono y llamó a mis padres.

Mientras hablaba, me quedé pensando en qué sería exactamente lo que les va a decir en la entrevista. Y cómo reaccionarán ellos al respecto. Por supuesto, teniendo a alguien que me puede dar respuestas, no dudé en preguntarle a penas terminó la llamada.

— Martín —llamé su atención—. Supongo que la entrevista con ellos es sin mi presencia, ¿cierto?

Pensó antes de asentir.

— Quiero hablar con ellos aparte, antes que nada. No creo que tu presencia perjudique la entrevista, pero, no quiero interrumpir de más tu trabajo en los diseños. Aunque esto sea igual de importante.

— Está bien, como prefieras. Pero, ¿puedo saber más o menos lo que les dirás?

— Por supuesto —sacó una libreta llena de post-its, y anotó—. Básicamente voy a preguntarles sobre las ganancias con el anterior jefe. Les explicaré que ya no ganarán dinero a base de ti, a no ser que tú optes por destinar un porcentaje de dinero hacia ellos.

Hice una pequeña mueca. Sentí que ambos reaccionarían muy mal al respecto, y tenía miedo que se sobrepasen con Martín. A pesar de ser una imagen autoritaria, a ojos de mis padres sigue siendo un niño cualquiera, y lo siguen viendo como inferior porque ellos han vivido más años.

— ¿Qué ocurre? —me preguntó, ladeando la cabeza como un perrito.

— No sé... Es que sé que reaccionarán muy mal al respecto, e incluso puede que te traten despectivamente, y que exijan hablar con tu padre. Y con él quizás hagan tratos raros y sucios, que perjudicarán todo lo que tanto quise. Además, no quiero que te traten mal.

Abrió la boca para decir algo, pero hizo una pausa, y volvió a mirarme.

— Se me olvidaba —se acercó a mi, sonriendo—. La tercera cosa, es que desde la próxima semana ya soy jefe total de la empresa. No habrá influencias de mi padre, y por ende —tomó mi rostro con una mano—, ya no habrá abusos, ni trucos sucios. ¿Qué te parece?

Cómo es posible recibir tanta noticia buena, una tras otra. Esto es maravilloso.

— Además —agregó—, clientes insatisfechos e ineducados siempre hay, en todas partes. Sé cómo lidiar con eso.

Eso me hizo pensar. Martín tiene 20 años, técnicamente es joven. Pero sabe lidiar bien con este tipo de cosas, es buen jefe, orgullo de su padre, y se ve que hace bien su pega. Una profesión así parece tomar muchos años de aprendizaje, supongo que al menos 5 años. Analicé la situación. ¿Entonces Martín lleva toda su vida preparándose para ser jefe? ¿Será realmente algo que quiere hacer? ¿O es su padre, quien lo ha forzado a ser lo que es hoy?

Quería preguntarle, hablar un poco más sobre ese tema. Pero antes de abrir mi boca, él habló.

— Isa, es mejor que vayas a trabajar ahora. No quiero quitarte más tiempo. Los modistas están enfadados porque no apareces.

Dejó un besito en mi cabeza, para luego soltarme, y dirigirse hacia la puerta. Soltó un "cualquier cosa, te envío un mensaje" antes de abrirme la puerta. Asentí, le agradecí por todo, y fui hacia la sala en la que estaba trabajando.

Al abrir la puerta, las miradas de todos los modistas se posaron en mi. Uno de ellos me tomó del brazo, y me atrajo hacia ellos. Luego de muchos "JUAN PABLO, ¿DÓNDE ESTABAS?" y muchos "DEBEMOS ESTAR LISTOS LA PRÓXIMA SEMANA" "POR FAVOR NO SEAS IMPUNTUAL", por los cuales asentí, me disculpé, y prometí llegar temprano mañana; me entregaron el traje para probármelo y hacer los retoques.

𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘛𝘦𝘭𝘢𝘴/𝓘𝓼𝓪𝓻𝓰𝓪𝓼♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora