Capítulo 3

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Piano alemán y melodía judía


Que la música sea el alimento del amor.

Kurt Cobain 

¿Nunca has escuchado el dicho "después de la lluvia, siempre sale el sol"? 

En mi caso, fue literal.

Para mí, ese astro que irradia luz y calor tenía nombre y apellido.

Samara.

Samara Shemesh.

Persona indicada, lugar y tiempo incorrectos. Un tiempo en el que el odio se contagiaba como el peor de los virus. En vez de afectar la salud, afectaba a algo peor. La mente y el corazón. 

Se propagaba de manera lenta, dejando rastros casi imperceptibles al ojo humano. 

Todo empieza con cosas insignificantes, casi invisibles, hasta que observas con atención.

Un político con bigote que dedica discursos de odio. Al principio, nadie le presta atención. Pero el país está pasando por una mala racha, y el político en cuestión promete un futuro imponente para todos. Empieza a conseguir adeptos, que crecen como la mala hierba. En sus discursos, esparce el odio hacia los judíos, es decir, el antisemitismo. Los judíos quieren dominarnos, son inferiores, son la escoria de la sociedad, los alemanes somos la "raza" superior... bulos de este estilo dominaban las calles.

Hitler también promovía el racismo contra la gente romaní, es decir, gitanos. Odiaba a las personas que formaban parte de la comunidad LGBTIQ+. Aborrecía a las personas que sufrían algún tipo de discapacidad, tanto mental como física.

Cuando tenía 5 años, en mi colegio había un niño llamado Axel Müller. Axel había llegado a este mundo sin una pierna. A pesar de ello, Axel jugaba con todos nosotros al fútbol. Era un niño de lo más amable y divertido. Las carcajadas rodeaban a Axel, como un aura extraña.

Un día, el profesor nos dijo que Axel no volvería con nosotros. Le pregunté al profesor el por qué de la situación. No respondió. 

Le pregunté a mi madre Annelise. Tampoco contestó.

Con el transcurso del tiempo y la madurez suficiente, comprendí que Axel había sido llevado al castillo de Hartheim, un centro de matanza de eutanasia donde personas con incapacidades físicas y mentales fueron asesinadas. 

Axel Müller fue asesinado a los seis años.

Para los nazis, Axel era una persona inválida. Para mí, Axel era un amigo.

Cuando Hitler y los nazis llegan al poder, estas creencias se convierten en la ideología del gobierno alemán y se difunden en pósteres, en la radio, en las películas, en las aulas y los periódicos. 

1 de abril de 1933. Todos los negocios judíos son marcados con pintura. La palabra "Jude", que significa "judío", con frecuencia se pintarrajea en los escaparates de las tiendas, y una estrella de David pintada en amarillo y negro en las puertas. 

Se crean colegios especiales para judíos. Recuerdo cómo tres compañeros en mi clase fueron trasladados a una escuela privada. Evidentemente, la escuela privada era judía.

Bancos para judíos. Consultas médicas para judíos. Para los nazis, todo es ario o judío. Blanco o negro. No hay una tonalidad gris. No hay igualdad.

Pero tú no eres judía, toda tu familia es alemana, y no te afecta en lo más mínimo. En cambio, recibes comentarios cómo:

-Pareces una muñequita, una jovencita aria, con los ojos azules y el pelo rubio como el trigo. Justo como le gusta al Führer*.

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⏰ Última actualización: Mar 27, 2023 ⏰

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