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Domingo

Cuando la mañana llegó, todos sabían que no iba a ser un día de iglesia normal.

RenJun se alistó igual que siempre, Jisung, SiCheng e incluso Yuta también, solo que todos sabían que algo ocurriría apenas cruzaran la iglesia.

Winwin fue el primero en llegar, como siempre. Su padre y madre ya estaban ahí desde temprano, y apenas eran las 7 de la mañana. Los tres estaban peleados. Luego de aquel castigo que quiso imponer el cura a Winwin y que RenJun lo liberara y dejara en casa de Yuta, no habían vuelto a dirigirse la palabra, y era obvio. La única que hacía esfuerzos para que la cosa fuera más amena era la madre.

La iglesia se fue llenando, Yuta ya había llegado junto con su familia y estaban a tres filas del coro, donde estaba Winwin. Jisung también llegó, pero se excusó con sus padres y estuvo afuera hasta que vio a la familia de RenJun llegar.

Ambos menores fueron detrás de la iglesia para poder hablar sin problemas.

–Debemos apurarnos –habló Jun –ya están casi todos los niños... Pero no me convence que sean esos dos... Debe ser YeDam

Jisung asintió –Igual pienso lo mismo, pero ¿Qué le diremos?

–Solo le preguntaremos que vio, y si es grave le explicamos que debe ser secreto... No sabemos como reaccionara así que no podemos planear mucho

Volvieron a la iglesia y esperaron en las últimas filas a que llegara el menor. Winwin se acercó a ellos con cautela sin que nadie le prestara demasiada atención.

–¿Aún no llega? –preguntó nervioso

–Aún no... Esto me impacienta, solo tendremos unos minutos antes que se forme y la misa empiece –respondió Jisung 

RenJun estaba mordiendo sus uñas. A lo lejos, YeDam y sus padres estaban caminando con furia a la iglesia. El menor tenia un inexpresivo rostro, estaba siendo casi arrastrado por su madre. Entraron a la iglesia y lo primero que hicieron fue mirar a lo lejos a Jisung y RenJun, su semblante cambiando a uno de disgusto.

–Lo saben… –RenJun estaba hiperventilando –Lo saben, Jisung... Lo saben ¿Lo viste? Oh Dios mío lo saben... Que es lo que hare-

–Cálmate Jun, debemos estar tranquilos –la voz de Jisung salió serena, tratando de transmitir paz a su pareja

–Jisung tiene razón, Jun... Tengo una idea, iré a hablar con los padres y ustedes deben aprovechar para llevarse algo lejos a YeDam y hablar, debe ser rápido –informó Winwin

Los menores asintieron y se levantaron. Tal y como dijo Winwin, distrajo a los padres de YeDam y Jisung se encargó de llamar al menor.

–Hola ‐saludó RenJun con nerviosismo –Eres YeDam ¿verdad?

El pequeño los miraba atónito –Sí –respondió con cautela –Ustedes..no puedo estar con ustedes

Ambos lo miraron extrañados –Dam... Necesito que me digas lo que viste el domingo pasado... En la cabina –dijo el chino

El pequeño no respondió.

La bulla se hizo más fuerte en la iglesia, y Jisung fue quien vio a la madre de YeDam acercarse a ellos enfurecida. Por reflejo, escondió al mayor detrás suyo.

–¿¡QUÉ CREEN QUE ESTAN HACIENDO?! –gritó colérica tomando del brazo a su hijo

–Señora Bang, cálmese –interfirió Ten, poniéndose delante de Mark y Donghyuck –No es el momento...

–¿¡Quien te crees tu para darme ordenes?! –la voz de la mujer retumbaba los oídos de las personas, algunos ya estaban poniendo atención al espectáculo –muévete

–No, basta... Debemos hablar después, no haga un dram-

Lo empujó. Y aquel simple acto desató el caos. No, no fue Jisung, RenJun, ni siquiera los padres del chino quienes ya estaban presenciando el show en primera fila; como siempre fue Yuta quien lo defendió.

–¡Quítense de mi camino, ustedes no tienen nada que ver en esto!

Yuta miraba amenazante a la mujer frente suyo, mientras sostenía posesivamente la cintura de Winwin.

Y todo se agrandó cuando las familias de los cuatro chicos llegaron a su lado, sin entender nada de lo que estaba pasando.

–¿Qué esta sucediendo? –preguntó el cura

–Padre... Sucede que hay dos pecadores en la casa del señor, unos inmundos... Que osan de venir en forma de ovejas y terminan profanando nuestro sagrado templo –contestó con pesadez la mayor

–Pero ¿Quién se atrevería a hacer algo así? –volvió a hablar el padre de Winwin

RenJun miraba a ambos adultos con ira, Jisung con preocupación, SiCheng con angustia y Yuta con recelo.

–Ellos, Padre... RenJun y Jisung... Ellos han hecho cosas indebidas en esta santa iglesia –apuntó a ambos menores

Estaban jodidos.

OH MY GOD!  °jijun/rensung°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora