Pequeños Relatos

Setas

Era un día cualquiera de verano, mi grupo de amigos y yo decidimos que sería una buena idea ir a la playa durante la noche. Cada uno puso las cosas necesarias en una mochila, aparte del alcohol y las setas. Eran las 11pm, acabábamos de llegar a la playa. Pusimos todas las toallas sobre la arena e inmediatamente nos metimos en el agua todos juntos. Después de un buen baño, empezó todo. 

Ya era la 1am, estábamos ebrios, sin poder parar de reír y bailar, entonces empezamos con las setas. Al cabo de un rato, ya éramos totalmente incapaces de controlar nuestros actos. En este estado, fuimos al agua de nuevo. Estaba muy fría, pero nos daba igual, íbamos drogados. Bruno empezó a hacerle ahogadillas a cualquiera que viera. Todos reaccionamos con más risas, pero Javier no tuvo la misma reacción que el resto, de hecho no tuvo reacción. En vez de hacer alboroto bajo el agua para respirar, y luego reírse, se quedó quieto, no salían burbujas de aire. Empezó a ser preocupante, las risas se callaron de un momento a otro. Bruno soltó a Javier y salieron todos del agua. En la arena lo sacudieron con fuerza. No respiraba, no escupía agua, no movía ni un dedo. Bruno acababa de matar a Javier.