La chimenea

25 2 0
                                    

Un día cualquiera de invierno. Estaba con Félix junto a la chimenea, charlando de cualquier tema que surgiera. La charla se fue profundizando, empezamos a hablar de nuestros problemas y pensamientos. Malos pensamientos. Se me cortó la respiración por un momento, no podía procesar lo que me acababa de decir. Me repitió miles de veces que no era mi culpa, que de hecho yo le ayudé a no acabar peor. Él hacía eso como vía de escape, aunque suene muy vulgar decirlo así. Me pidió por favor que no me alejara de él, pero no prometió no volver a hacerlo. Yo siempre le he tenido mucho cariño a Félix, pero esto me supera. Además, también me dijo que llevaba años yendo a terapia. No podía soportar a alguien tan mal mentalmente a mi lado.

Ya era de noche, me quedé a dormir en su casa como habíamos acordado. Pero a la mañana siguiente, desperté antes que él y me fui sin pensarlo. Siempre te he querido Félix, pero no puedo estar junto a alguien en ese estado mental. Suerte con tus autolesiones.

Pequeños RelatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora