Una noche lo comprendi, entendí por qué estaba mal al reclamarte por hablar con otras mujeres. Me pareció estúpido no haberlo notado antes, tu mismo me lo dijiste: Tu mayor miedo es ser olvidado." Primero que nada, tengo la necesidad de ofrecerte una disculpa; lamento profundamente haberte molestado y no haber visto las cosas tan claro. Siempre les contestas, las ayudas, les preguntas cómo están, las lees/ escuchas, y demás porque no quieres que te olviden, porque no quieres que tu nombre se borre, por que le apuestas a su "amistad" para poder ser algo en la memoria de alguien. No está mal que las pongas en tu día a día, lo que sí veo raro es que vayan antes que yo, sin embargo, te entiendo. Pero espero que cuando llegue el momento, puedas tu también entenderme. Me he propuesto dejar que eso fluya, tu siempre dices que me das mi lugar y que ellas no van a poder hacer que me traiciones, intentaré creerte, tolerare hasta donde me sea posible y esperaré que todo lo que digas sea cierto. Esa noche, me di cuenta, que ellas van a estar cuando yo ya no este y lo escribo con lágrimas en los ojos porque es verdad, porque un día voy a faltarte y ese día ellas van a estar para ti. Porque si lo sabes, ¿verdad? Te lo he dicho, esperó me hayas puesto atención. Cuando terminemos, yo no voy a ser como ellas, yo no voy a esperarte, ni voy a estar al pendiente de ti, no quiero que me hables bonito, ni tendrás eso de mi parte, no voy a querer saber cómo estuvo tu día, ni que sepas del mio. Si después de todo te sigo queriendo o no, será mi problema. Sé cómo va a terminar todo ésto. Me vas a traicionar, estoy segura, si no es que lo hiciste ya y el día que yo lo sepa, todo va a acabar. Y podré seguir, porque no voy a necesitar detenerme por ti, estarás en buenas manos ó al menos en los pares que tu escogiste, no tendré que preocuparme porque alguien te pregunte cómo estás, ni en que te halaguen, lo vas a tener todo. Y ese día, habrás matado dos pájaros de un tiro porque te habrás metido tanto en mi cabeza, que no te olvidaría. Te recordaré como un imbécil cabrón del que estuve enamorada, pero al final de cuentas, tampoco te habré olvidado.
