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Mierda, insomnio

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Mierda, insomnio. Esto no le sucedía esto desde sus años de universidad donde parecía más zombie que humano.

Jiung daba vueltas en su cama, se tapaba y destapaba, incluso se puso a usar el celular y ver si algo de música lo hacía tener sueño, pero nada lograba ayudarlo a dormir.

ahh maldita sea—susurró, sentándose en su cama y frotándose la cara con sus manos.

Traga un poco de saliva mientras echa su cabeza hacia atrás y siente su garganta picarle.

"Quizás sea bueno tomar un vaso de agua" pensó, y con mucha fiaca se levantó de su cama.

Abrió la puerta y recorrió el pequeño pasillo hasta el living-cocina (ambas habitaciones no estaban juntos como tal, pero la división que había no era más que unas columnas junto a una barra, así que se podría decir que estaban juntas), fue a sacar una botella de agua a la heladera y se sirvió en un vaso; luego volvió hacia la barra y se sentó para empezar a tomar de a pequeños sorbos.

En su aburrimiento, decidió voltearse para mirar cerca del lavaropas, donde la cama de su gatito de tres años yacía sin su dueño dentro.

Esto último, a Jiung se le hizo raro.

¡Rudolph, Rudolph!—exclamó, llamando al animal; pero este no quería hacer acto de presencia.

Se tranquilizó un poco cuando lo vio jugueteando por el balcón, aunque también se preguntaba qué hacía despierto a esta hora.

Ah, da igual. Seguro son cosas de gatos, ¿Verdad?

Le dio otro sorbo más a su vaso y bajó la cabeza, recapitulando que había hecho en su día y cuál podía ser la causa de su dificultad para poder conciliar el sueño.

Pero entonces, un ruido en seco hizo que levantase su cabeza del todo y apoyase rápidamente el vaso sobre la barra.

El sonido había provenido de, justamente, su balcón. Así que algo extrañado se acercó lo más rápido posible al lugar.

Salió y ahogó un chillido cuando el frío viento de la madrugada le pegó en todo su cuerpo, esto le pasaba por usar pijama de verano en otoño entrando a invierno.

Mientras frotaba sus brazos con sus manos para entrar en calor, revisó que es lo que había pasado; encontró un par de cajas pequeñas de una pila que ni él sabía porqué tenía ahí en el piso, parecía que se habían caído de la cima del todo de la pila.

Miró hacia arriba, y se extrañó de ver a su gato subiendo por ahí. Pero lo que más rareza le causó fue cuando lo vio metiéndose al balcón del vecino de arriba.

Lanzó un par de insultos al aire y se metió de nuevo a su apartamento, preguntándose una y otra vez porqué carajos su gato se había ido hasta ahí.

Kitty ; JiunTakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora