¿Hora De Irnos?

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Base militar / Zona Restringida

Día 2

1000 horas.

Rachel se despereza en la cama con una gran sonrisa en su rostro, aun con sus ojos cerrados tantea en busca de Quinn para aferrarse a ella pero rápidamente abre sus ojos para confirmar sus sospechas, Quinn no estaba.

Rachel salio de la cama y comenzó a buscar por la habitación, cuando no la encontró corrió a pegarse al vidrio para intentar ver a lo largo de los pasillos pero parecía imposible.

"¡Chicos! ¿Me escuchan?"- grito Rachel a todo pulmón.

"¡¿Qué demonios Berry? Hay gente durmiendo aquí"- dijo Santana furiosa asomando su cabeza por debajo de las sabanas.

"¿Rachel? ¿Rachel cariño eres tu?"- se escucho la vos de Finn a través de las paredes.

"Lo siento Santana pero se llevaron a Quinn"- Respondió Rachel y todas se levantaron de sus camas para asegurarse de que Rachel no mintiera.

"Soy Rachel...Finn se llevaron a Quinn"- dijo Rachel mientras trataba de ver a Finn en el reflejo de una puerta de acero que tenia frente a su habitación.

"Lo se, los vimos sacarla de la habitación hace unos veinte minutos"- grito Finn y unos segundos mas tarde se escucharon golpes secos que provenían de la otra habitación, las niñas estaban seguras que era Puck intentando romper el vidrio.

Rachel volvió para sentarse en el borde de su cama y así ponerse sus zapatillas cómodamente. Las niñas estaban peleando para poder verse en un pequeño espejo y Santana había vuelto a acostar.

"PAM-PAM"- Se escuchan de nuevo los golpes secos pero esta vez desde la habitación de las chicas.

"Rachel te juro que si no me dejas..."- dijo Santana pero se quedo en silencio al ver a Quinn nuevamente toda golpeada y con su remera desgarrada que dejaba ver sus abdominales marcados por el esfuerzo de golpear la zona central de la puerta con el puño cerrado, también se podía ver la sangre rodando por los nudillos de Quinn y a Kurt intentando detenerla mas de una vez pero Quinn era muy obstinada, ya había sacado a los chicos y ahora iba por sus amigas. Cuando logro romper la barra de metal que unía las puertas, Finn y Puck la ayudaron a quitar los vidrios que ahora estaban colgando.

"OK tenemos diez minutos hasta que suenen las alarmas, es lo máximo que las puedo retener"- dijo Quinn tomando a Rachel de la mano y apurando el paso hacia la salida.

Todos siguieron a Quinn sin protestar, igualmente muchas opciones no tenían. Habían logrado llegar a los vestuarios sin ser vistos, estaban a unos veinte metros de la entrada principal de la planta y eso preocupaba a Quinn.

"Rachel ¿Recuerdas como llegar a la casa de verano de tus padres?"- Pregunto Quinn apoyando sus manos en los brazos de Rachel para que le prestara atención, la morena solo asintió con la cabeza.

"Quiero que los lleves, ahí estarán a salvo"- dijo Quinn mientras observaba los pasillos en busca de algún tipo de movimiento extraño.

"¿Tu no vienes? Si tu no vienes yo no quiero ir"- dijo Rachel mientras su mandíbula comenzaba a temblar.

"Confía en mi ¿si?, voy a ir. Solo voy a distraerlos para que ustedes salgan, te lo prometo"- dijo Quinn acariciando el rostro de Rachel

"¿Y si te matan?"- Rachel no estaba segura si estoy iba a funcionar.

"No lo harán, yo tengo un arma secreta"- dijo Quinn sonriéndole a todo el grupo para que se sientan mas seguros.

"¿Si? ¿Cuál?"- pregunto Rachel con mucha curiosidad en su rostro.

MÁS HALLA DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora