Gambler

96 10 0
                                    

—¡Deben atraparlos ahora mismo! —gritaba el viejo Jin-young mientras abordaba una de las patrullas estacionadas frente a la joyería.

A las doce con catorce del mediodía, hora exacta, habían recibido la señal de alarma de un local en el centro de Seúl. Creyendo que solo se trataba de un disparo en falso de la alarma, por orden del jefe en guardia Park Jin-young enviaron solamente una patrulla a revisar.

El viejo Park siempre había sido alguien tacaño a la hora de la seguridad de los civiles, fue por eso que solo había enviado a solamente dos de sus oficiales a echar un vistazo, pero mayor fue su sorpresa cuando por la radio se les fue informado sobre un robo a mano armada en la joyería y toma de rehenes en la misma. De allí nadie perdió mas tiempo y enviaron a más refuerzos.

Cuando creyeron que tenían acorralados a los delincuentes, entraron al local y se dieron cuenta que no eran más que otros rehenes mismos con armas de plástico sujetas a sus manos y pasamontañas cubriendo sus rostros. Los delincuentes se habían hecho con la suya y habían escapado del lugar, solo dejando falsas pistas tras de sí.

Es por eso que ahora estaban patrullando la zona y tratando de encontrar alguna pista, una mínima aunque sea que los ladrones se hayan olvidado de borrar. Hyunwoo y su compañero Hoseok estaban patrullando a tres cuadras de allí, de pronto Hoseok habla sobre lo que ha estado rondando por su mente desde el mediodía en que recibieron la alerta.

—¿Crees que hayan sido ellos? —Hyunwoo lo piensa bien, aún el tampoco esta seguro si es quien cree, tampoco puede plantar falsas sospechas debido a una pequeña duda que ha surgido en su cabeza.

—No lo sé. —responde con sinceridad el moreno, su mirada aún se mantiene al frente deteniendo el auto cuando un semáforo lo indica.

—Vamos! Prácticamente su firma esta escrita en toda la escena del crimen, únicamente tienen que ser ellos!

—Hoseok aún no lo sabemos. —finaliza el con calma, ahora pisando el acelerador cuando el tiempo de espera ha terminado.

[...]

Más tarde en la noche, cuando su turno de doce horas ha acabado se dirige a su casa. Las luces aún están apagadas, tal como el recuerda haberlas dejado antes de marcharse al trabajo, todo esta en su lugar excepto aquella sombra que se divisa sentada en el sillón de su sala, en plena oscuridad.

Hyunwoo suspira, porque sabe que el menor ha forzado de nueva cuenta el cerrojo de su puerta. Era la segunda vez que había cambiado la cerradura de la puerta en lo que iba del mes, pero lo dejo de hacer cuando se entero que Kihyun no robaba sus llaves, sino que por el contrario, no utilizaba más que un clip metálico para entrar a su hogar.

Más que acostumbrado a la intromisión del contrario, Hyunwoo deja sus llaves en una mesa junto al recibidor y se deshace de sus zapatos.

—Hoy llegas tarde, ¿acaso algo te entretuvo en el trabajo? —todo esta a oscuras, pero Hyunwoo sabe que hay una sonrisa traviesa rondando los labios del pelinegro.

—Has sido tu. —no es una pregunta lo que Hyunwoo logra formular con dificultad, el silencio que otorga el contrario es su respuesta. No es la primera vez que Kihyun lo hace, y Hyunwoo tampoco sabe cuantas veces lo ha hecho antes de toparse con el.

Un criminal como Kihyun debería despertar miedo en Hyunwoo, pero no lo hace, al contrario ya está acostumbrado y además Hyunwoo siempre procura andar con cuidado alrededor del chico.

Una vez Hyunwoo trato de alejarse, más no lo logro, se convirtió en un gran interés para él menor, un capricho más, o eso es lo que creyó Hyunwoo. Han pasado al menos dos años en los que lleva conociéndolo.

Gambler - ShowkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora