Una nueva oportunidad

temporada 2. capítulo 9: todo vuelve a la normalidad

Durante la mañana, después de la clase de defensa contra las artes oscuras, Lockhart nos guío a la próxima clase, Lockhart que decía que el peligro había pasado, estaba plenamente convencido de que no valía la pena acompañar a los alumnos por el pasillo.
-recueden mis palabras -dijo doblando la esquina. -lo primero que dirán los petrificados será:"fue Hagrid". Francamente me asombra que la profesora McGonagall juzgue necesarias todas estas medidas de seguridad.,
-estoy de acuerdo -dijo Harry.
-gracias Harry -dijo Lockhart cortésmente. -nosotros los profesores tenemos cosas mucho más importantes que hacer que acompañar a los alumnos por los pasillos y quedarnos de guardia toda la noche.
-es verdad -dijo Ron comprensivo.
-¿Por qué no nos deja aquí señor? Solo nos queda este pasillo -dije a Lockhart.
-sabes Winks, creo que tienes razón. -respondió Lockhart. -la verdad es que debería ir a preparar mi próxima clase. Lockhart salió apresurado.
-a ondularse el cabello habrá dicho -dije riéndome. Dejamos que el resto de la clase pasará delante y nos dirigimos por un pasillo, cuando.
-Potter, Weasley, Winks. ¿Que están haciendo?. Era la profesora McGonagall.
-estabamos.... Estábamos.... -decia Harry.
-ibamos a la enfermería profesora, queríamos ver a Hermione -dije. La profesora solo nos vio.
-pretendiamos colarnos en la enfermería -dijo Ron. La profesora nos miraba hasta que habló.
-naturalmente, comprendo que esto a Sido más duro para los amigos de los que están... Lo comprendo, pueden ir a verla, le informaré al profesor de adónde han ido, diganle a la señora Pomfrey que les di permiso. Nos dirigimos hacia la enfermería. la señora Pomfrey nos hizo entrar a regañadientes. Nos sentamos al lado de ella.
-¿Vería al atacante? -preguntó Ron.
-oh cielo, verdad -dije apresuradamente. Revise la mano empuñada de Hermione y la revise, en el había un papel estrujado.
-aqui está -dije a Ron y Harry.
-intenta sacarlo -dijo Ron. Era difícil pero lo logré, saque el papel. Era una página de un libro y la leímos.

"De más muchas bestias pavorosas y monstruos terribles, no hay ninguna más sorprendente y más letal que el basilisco, conocido como el rey de las serpientes, está serpiente puede alcanzar un tamaño gigantesco y que cuya vida dura varios siglos, nace de un huevo de gallina empollado por un sapo. Sus métodos de matar es algo totalmente extraordinario, pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada. Y todos cuantos fijasen su vista en los enormes ojos han de sufrir instantáneamente la muerte. Las arañas huyen del basilisco, pues es este su mortal enemigo. Y el basilisco huye solo del canto del gallo, que para el es mortal". Debajo de este había escrita una sola palabra con la letra de Hermione. "Cañerias". Las ideas se me volvían muchísimo más claras.
-Harry, Ron esto es -dije. -el monstruo de la cámara es un basilisco, por algo Harry lo escucha. el basilisco mata a la gente con la mirada, pero no murió nadie por qué ninguno lo vió directo a los ojos, Colin lo vio a través de su cámara, Justin lo vio a través de Nick, Nick lo vería perfectamente pero no podía morir otra vez y Hermione lo vio a través del espejo, Hermione se había enterrado recién que el monstruo era un basilisco, apostaría lo que fuera que ella le advirtió a la primera persona que encontró que mirara por un espejo antes de doblar las esquinas, entonces saco el espejo y...
Ron estaba totalmente con la boca abierta.
-¿Y la señora Norris? -preguntó Ron.
-ese día había agua por el pasillo, la vio a través de ello -dijo Harry recordando la imagen de la noche de Halloween. Examine con mas precisión la hoja.
-el basilisco solo huye del canto del gallo que para el es mortal. -leí en voz alta.
-mato a los gallos de Hagrid. -dijo Harry. -el heredero de Slytherin no quería Que hubiera ninguno cuando se abriera la cámara de los secretos.
-las arañas huyen de el. -seguí leyendo. -todo cuadra.
-pero. -dijo Ron. -¿Cómo se mueve el basilisco por el colegio?. Una serpiente asquerosa tendría que verla. Entonces señale la palabra que había escrito Hermione.
-las cañerias. -dije. -por las cañerías se está moviendo. Además, Harry a escuchado a través de las paredes. Ron agarró del brazo a Harry.
-la entrada de la cámara de los secretos. -dijo con la voz quebrada. -¿Y si es uno de los excusados?.
-el baño de Myrtle la llorona. -dijo Harry. Durante un tiempo quedamos sin decir nada.
-esto quiere decir. -añadio Harry. -Que no soy el único que habla pársel en el colegio, el heredero de Slytherin también lo hace, de esa forma domina al basilisco.
-¿Que hacemos?. -dijo Ron.
-vamos a hablar con McGonagall. -dije apresurado. Salimos de la enfermería y nos dirigimos a la sala de profesores de manera rápida. Cuando llegamos no había ningún profesor, de pronto de escuchó la voz de la profesora McGonagall en vez de la campana del recreo.
-todos los alumnos volverán inmediatamente al dormitorio de sus respectivas casas. Los profesores deben dirigirse a la sala de profesores, les ruego que se den prisa. Nos miramos sin saber lo ocurrido.
-¿Habría otro ataque?. ¿Precisamente ahora? -preguntaba Harry.
-¿Que hacemos?. -dijo Ron aterrorizado. -¿Regresamos?.
-por ningún motivo. -dije rápidamente. -escondamonos aquí. -dije apuntando al armario. Nos ocultamos en el armario y la puerta de la sala de profesores se abrió rápidamente, ingresaron todos los profesores y finalmente ingreso McGonagall.
-a sucedido. -dijo a todos los profesores. -una alumna a Sido raptada por el monstruo, se la a llevado a la cámara. Todos los profesores estaban totalmente preocupados, incluso Snape.
-¿Está usted segura?. -preguntó Snape.
-el heredero de Slytherin a dejado un nuevo mensaje debajo del primero. -dijo McGonagall preocupada. -sus huesos reposarán en la cámara por siempre. El profesor Flitwick derramó unas lágrimas.
-¿Quien a Sido?. -preguntó la señora Hooch.
-Ginny Weasley. Ron se dejaba caer en silencio y se quedaba callado.
-tenemos que enviar a todos los estudiantes a casa mañana. -dijo McGonagall. -este es el fin de Hogwarts. Dumbledore siempre a dicho... La puerta se abrió bruscamente y el que ingresaba era Lockhart sonriendo.
-lo lamento, me quedé dormido. ¿Me he perdido algo importante?.
-he aquí el hombre. -dijo Snape. -el hombre adecuado, el monstruo a arrestado a una chica Lockhart, la a llevado a la cámara de los secretos, por fin a llegado tu oportunidad. Lockhart palideció.
-asi es Gilderoy. -dijo la profesora Sprout. -¿No decías anoche que sabías dónde estaba la entrada a la cámara de los secretos?.
-bueno.... Yo.... Yo..... Si. -resopló Lockhart.
-¿Y no me dijiste que sabías con seguridad que era lo que había dentro?. -añadió con seguridad el profesor Flitwick.
-yo... Eh.... No recuerdo.
-ciertamente yo si recuerdo que lamentabas de no haber tenido una oportunidad de enfrentarte al monstruo antes de que arrestaran a Hagrid. -dijo Snape. -¿No decías que el asunto se había llevado mal y que deberíamos haberlo dejado todo en tus manos desde el principio?. Lockhart miro a sus colegas.
-yo.... Yo nunca realmente... Deben de haberme interpretado mal.
-lo dejaremos todo en tus manos Gilderoy. -dijo McGonagall. -esta noche será una oportunidad excelente para llevarlo acabo, nos aseguraremos que nadie te moleste, podrás enfrentarte al monstruo tu mismo, por fin está en tus manos. Lockhart miro a su alrededor, estaba totalmente temblando.
-mu mu muy bien. Estaré en mi oficina preparándome. -dijo temblando mientras salía de la sala.
-bien. -dijo McGonagall. -eso nos lo quitara de delante, los jefes de las casas deberían ir ahora a informar a los alumnos de lo ocurrido, díganles que el expreso de Hogwarts los conducirá a sus hogares mañana por la mañana, a los demás les ruego que se encarguen de asegurarse de que no haya ningún alumno fuera de los dormitorios. Los profesores se levantaron y fueron saliendo de uno en uno. Al llegar a la sala común, Harry, Ron, Fred, George y yo, nos sentamos en un rincón de la sala común de Gryffindor sin siquiera hablar, nunca la torre de Gryffindor había estado tan llena y tan silenciosa a la vez.