De todas las transmigraciones ¿Porque soy un prisionero?

Capítulo 77

"¿Y si realmente soy uno de los de Cuervofrío, o estoy relacionado con ellos?"

Después de que Li Changtian dijera estas palabras, la sala interior se quedó en silencio por un instante, dejando sólo el sonido de su respiración superficial.

Yanshu no esperaba que Li Changtian pusiera este asunto tan al descubierto.

No todo se puede sacar del corazón.

Eso habría convertido el asunto en un asunto sangriento y truculento.

Pero una vez que las cosas se quedan sin decir, no resuelven nada.

La clave está en si quieres resolver el problema o no.

Hoy, Li Changtian quería hacerlo.

Había malestar en la voz de Li Changtian, pero no huyó, se enfrentó directamente a Yanshu y le hizo la pregunta de la que más quería saber la respuesta: "Si yo fuera realmente uno de los de Cuervo Frío, aunque no tuviera pasado, ni siguiera a Cuervo Frío, ¿seguirías aborreciéndome y considerándome un enemigo?"

Pero, Yanshu no quería.

Inclinó la cabeza y dijo: "No añadas problemas por no saber lo que está arreglado".

La respuesta fue deliberadamente evasiva, pero también expuso indirectamente los pensamientos de Yanshu

Un rastro de pérdida cruzó la mirada de Li Changtian y cantó en silencio en su corazón.

¡Dios, dame un nacimiento humano ordinario!

O bien ......

¡¡¡Un tonto lo hará!!!

"¡Por cierto!" Li Changtian se acordó de repente de algo y sacó algo de sus brazos y se lo entregó a Yanshu: "Echa un vistazo, ¿te resulta familiar? Lo recogí ayer en la habitación de la dueña del taller, no parece algo de su casa".

Yanshu tomó el objeto en la mano de Li Changtian y lo sostuvo frente a sus ojos para examinarlo.

Se trataba de un trozo de lámina de oro, con dibujos de nubes, extremadamente fino, hasta el punto de que podía incrustarse en un arma, y que debía de haber sido derribado inadvertidamente como resultado de una pelea.

A Yanshu le resultaba familiar, pero no recordaba dónde lo había visto antes.

Ambos reflexionaron sobre ello.

De repente, ambos se miraron al mismo tiempo como si se hubieran iluminado, y dijeron con una sola voz.

"¡Shen Yushu!"

Aquel día en la posada, en la habitación de invitados de Li Changtian, Shen Yushu estaba tan enfadada que golpeó el abanico que tenía en la mano contra el marco de la puerta cuando culpó a Yanshu de haberle quitado la cara.

En la cara de ese abanico había una lámina de oro al estilo de los dibujos de las nubes.

"Vayamos a la Villa de la Montaña Tian Que en unos días y preguntemos". Habiendo encontrado una pista, Li Changtian estaba un poco emocionado.

"No hay prisa, hay que esperar a que la lesión se cure mejor". Dijo Yanshu.

"Así es". Li Changtian asintió: "Pero quizá Yushu venga a la posada a buscarnos, pregúntale entonces a ver si sabe algo".

El discurso íntimo de Li Changtian a Shen Yushu hizo que Yanshu se detuviera.

Yanshu se sintió irritado e incluso un poco disgustado sin razón, bajó la voz y preguntó: "Me sentí desconcertado antes, ¿cómo se conocieron exactamente usted y el señor Shen?"