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── ¿Haruto, hyung? ──preguntó el castaño sentándose al lado de un triste y acabado Haruto──. Hyung, ¿qué pasa? Se ve demasiado mal.

Haruto se encontraba sentado bajo el viejo arbol que compartía hace tiempo con el menor durante los recesos. Se le veía demasiado mal. Hace días no dormía, se la pasaba llorando día y noche. No quería comer, y apenas tocaba la comida por la influencia de su madre en algunos de sus compañeros.

Se sentía mal; una basura. Sinceramente, el creía que lo era. Y todo gracias a la persona que estaba justo a su lado intentando consolarlo. Le daba importancia. ¿Cómo alguien como Junghwan, dulce, tierno y cariñoso sea capaz de querer a alguien como Haruto, tan sin corazón, despiadado y cruel?

De verdad no lo merece. No merece que Junghwan lo quiera, que esté a su lado tratando de animarlo, dejando en el olvido todo el daño que le hizo.

Era un cobarde. Un jodido cobarde.

── Haruto, hyung, ¿qué pasa? Hable, por favor ──rogó el más bajo, pasando una de sus manos por la espalda del mayor y dando leves caricias──. Me preocupa ──continuó──. Si es por Yoon nonna, juro que...

── Lo siento.

Fue lo único que dijo, o más bien, murmuró.

── Lo siento, Junghwan ──aclaró──. Lamento ser tan cobarde, tan idiota... Por herirte cuando prometí no hacerlo ──suspiró, intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir──. Soy una escoria, una basura. Soy de lo peor, ¿y todo por qué? Por no aceptar lo que siento, Junghwan. Por no aceptar que te amo, joder. Demonios, Junghwan, te amo, siempre lo he hecho, pero por miedo intentaba negarmelo.

» En el tiempo que intentabas alejarme de tí... Pensaba que lo hacías porque sabías de mis sentimientos por tí, porque creía que no querrías convivir con un jodido homosexual como yo.

» Pero cuando supe la verdad... Me había vuelto más idiota, quería negarme quererte, pero al saber que también te gustaba, fue demasiado tarde para echarme para atrás. ¡Mierda Junghwan! ¡Estoy enfermo! ¡Enfermo por tí!

Sin darse cuenta, ambos chicos ya estaban vueltos un desastre. Ambos corazones palpitaban a mil por segundo; uno de emoción por haber sido correspondido —ya que al final, no pudo superar a su mayor por más doloroso que fuese—, y el otro por temor a ser rechazado por el jodido bastardo que se volvió.

── Ruto hyung…

── Y-Yo... Lo siento, Hwan. Lamento incomodarte. ──interrumpió, poniéndose de pie, siendo seguido por el más bajo.

── Ruto hyu...

── Mejor me voy... No quiero escuchar como me mandas al dem...

Algo suave lo interrumpió. Un tacto delicado y espontáneo.

Los labios del menor chocaron con los suyos, moviendose delicadamente en un beso dónde mandaba sus inseguridades al infierno. Transmitiéndose emociones que con palabras no lograría hacer.

Watanabe, en un acto inconsciente, llevó las manos a las mejillas del menor en un intento de profundizar el beso, mientras que Junghwan llevaba las suyas al pecho del adverso.

Era su primer beso, y no fue robado. Él lo obsequió a la única persona que le ha logrado sacar suspiros y también lágrimas. Quien le ha hecho sentir tanto completo como destrozado. Le ha hecho reír y llorar. Quien le ha hecho disfrutar y lamentarse.

Watanabe Haruto, quien ha llegado amar y odiar en menos de un año.

El beso se rompió en un pequeño chasquido, y ambos chicos se observaron sin separarse por completo; manteniendo sus frentes unidas.

── Hyung, también estoy enfermo por usted. Lo amo. Y gracias porque, a pesar de todo, está aquí conmigo. Me dañó, lo sé, pero lo he perdonado sin importar qué. Yo no guardo rencor, y ahora comprendo todo, sin importar que no justifica sus acciones, tampoco las mías, ya sé que yo también me volví inseguro conmigo mismo, pensando que estaba enfermo, ¡¿puede creerlo?! ──rió──. Solo que ahora en adelante le pido que me prometa que cuidará bien de mi hoy en adelante.

── Lo prometo, mi amor.

Sonrieron para el contrario y unieron de nuevo sus cerezos en una bella danza de amor y perdón, una cual solo ellos dos llegarán reconocer.

Las manos de Watanabe se posicionaron sobre la esbelta cintura del más bajo, mientras que este rodeaba el cuello del mayor con los brazos en un intento de juntarlos más, enredando los dedos delgados en el cabello del contrario.

Ambos disfrutaron del contacto, inclinando a un costado sus cabezas para sentir más los belfos del otro sobre los suyos. Ambos saboreando el sabor enfermizo del contrario, deseosos porque el beso no acabe y disfrutarse mutuamente. Sonriendo para si mismos en su nueva historia que cortar.

Porque éste no es el fin, sino el inicio dónde Haruto y Junghwan estarán juntos como así lo han deseado desde que ésta historia comenzó.

FIN













































aguantense que aún falta el epílogo y el extra ^^

aguantense que aún falta el epílogo y el extra ^^

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