-CAP. 2 UNA CÁLIDA BIENVENIDA A DEMACIA

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Luego de una semana de viaje, Lulu por fin toca tierra firme ante la gloriosa ciudad de Demacia. Teemo le había dado la dirección exacta de la casa donde estaban ellas, tan sólo debía encontrarlas ¿Qué tan difícil era encontrar un par de Yordles en una ciudad de... humanos? Eso mismo; Para colmo, esta era la primera vez que Lulu entraría en conexión directa con la vida humana, ya que su vida la había pasado siempre en un bosque de Bandle.

Lulu: —Wow...— Miraba la entrada de la ciudad —Esto es asombroso, Pix, los humanos se ven más distintos de lo que creí.

Pix: —Fii, fiuu— Acompañando la vista de Lulu a todas partes.

Lulu: —Sí, es verdad, debo concentrarme en buscar la dirección... ¡Oh dios mío ¿Qué es esa cosa?!— Lulu quedó impresionada al ver un par de grandes estatuas de guerreros en la entrada principal; En Bandle una estatua apenas alcanzaba los 3 mts, pero estas medían casi 40 mts.

La joven Yordle decidió entrar en la enorme ciudad donde al instante se rodeó de muchas personas afanadas y que caminaban con prisa a sus destinos, unos iban rápidamente en carruajes y otros viajaban sobre caballos. Parecía una ciudad muy activa en ese momento. Lulu no pudo contener su emoción dentro de sí, y comenzó a ir de un lado a otro preguntándose todo tipo de cosas, y pensando travesuras.

Lulu: —¿Qué hacemos primero, Pix? ¿Debería convertir los caballos en conejos? ¿O hago crecer arbustos?

Pix: —¡¡Fiiiiiii!!— Le advirtió que se contuviera y no tratara de causar estragos en la ciudad que apenas conocía.

Lulu: —Vamoos, la gente necesita siempre algo que les alegre el día... Agh, está bien, como quieras... ¡Pero sólo haré una bromita antes de continuar ¿Sí? Jaja!— Dió 3 vueltas a su bastón y marcó como objetivo un letrero de un restaurante cercano, queriendo ponerle unas ramas y flores; Lástima que no se percató de que tenía el bastón al revés y en realidad le atinó a otra cosa.

Escuchó cómo las personas daban un ligero grito de susto al notar un carruaje fuera de control, las ruedas de este se trabaron por las ramas y flores generadas y se volcó sobre un estanque cercano; El lugar no tardó en llenarse de gente y observaban salir del carruaje a una imagen importante de la región.

Escuchó cómo las personas daban un ligero grito de susto al notar un carruaje fuera de control, las ruedas de este se trabaron por las ramas y flores generadas y se volcó sobre un estanque cercano; El lugar no tardó en llenarse de gente y observab...

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—Agh, rayos, estoy empapado...— Decía el hombre con armadura saliendo del agua junto con algunos soldados —¿Qué sucedió?

—Señor— Contestó uno de los guardias señalando la rueda enroscada del carruaje —Una especie de rama se enlazó con la rueda; Debió de ser la causa.

—No pudo ser casualidad... ¿Alguien vió al responsable de esto?— Preguntaron a la multitud, a lo que muchos no sabían responderle.

—Creo haber visto algo pequeño por aquí, como un... Yordle— Respondió un ciudadano anónimo.

Lulu: —Pix... hora de irnos, ya— Ya se encontraba en fuga cuando fue avistada por uno de los guardias y la reconocieron como la culpable.

Empezaron una persecución contra la Yordle que apenas sabía la forma de la entrada de la ciudad. No corría tan rápido, y su mochila la frenaba aún más; Se encontró con un callejón sin salida, desgraciadamente, más en su pequeño cerebro surgió una extraña idea.

Lulu: —¡Vamos a volar!— Dijo apuntando con su bastón hacia el suelo —Así era como lo hacía Trist ¿Verdad? Eso espero... ¡Aquí voooy!— Liberó una explosión de magia que la impulsó hacia arriba, y logró subir al techo de una caseta.

—¿Qué hizo para llegar hasta allí?— Se preguntaban los soldados mirando a la Yordle sacándoles la lengua.

—Esa molestia es escurridiza ¡Que no escape!— Finalmente se dividieron por las diversas calles en busca de Lulu.

Lulu: Esta daba saltitos al avanzar despreocupada por los techos—Jeje, te dije que podíamos salir de ellos fácilmente.

Pix: —Fii fiu fiuu.

Lulu: —No te preocupes, estamos a salvo por aquí...— En eso escuchó un estruendo como de una explosión— ¿Qué fue eso? Vayamos a investigar...

Sin miedo se acercó a una esquina para revisar, cuando apenas volteó a mirar ocurrió otra explosión, esta vez cerca de ella y la tiró al suelo; Pix no podía volar del todo bien y Lulu no estaba herida, pero sí atrapada bajo una tabla de madera.

Lulu: —Estoy atrapada ¡Agh! No puedo... salir ¿Eh?

—¡Corran!

—¡¿Qué hace él aquí?!— Eran los gritos de la gente al ver al ocasionante de las 2 explosiones en una plaza.

Cada vez que el sujeto daba un paso, el chirrido molesto de las cadenas lo acompañaba; Se dirigía riendo hacia otro edificio, con intenciones de estallarlo por igual.

—Jaja, tomen esto... inútiles Demacianos— Decía confiado al acumular una fuerza misteriosa entre sus brazos, canalizó la energía hacia las cadenas que tenía en sus muñecas y estas dispersaron el poder para liberar otra explosión frenética contra la pared. Los ciudadanos miraban aterrorizados a muchos metros de distancia, esperando que alguien lo detuviera.

Lulu: —¡Pix, ayuda!— Trataba de salir de debajo del trozo de madera, más su pequeña fuerza le impedía. Pix intentó levantar la gran masa, suponiendo que haría alguna diferencia. En eso llegaron a escena varios soldados y observaron preocupados la situación.

—¿Qué? ¿Cómo...?— miraban los guardias al malhechor y lo reconocieron.

—¿Me extrañaron? Je...— Sonrió placenteramente al dirigir su vista a sus nuevos objetivos.

—¡Ha vuelto!— Gritó uno de ellos alertando a los alrededores.

Lulu: —¡Debo... salir de aquí!— Dándose cuenta de la mala posición en la que estaba, estaba vulnerable a cualquier desastre que sucediera en la masacre; más en eso, el gran sujeto corpulento al que Lulu le gastó la broma hace rato llegó a verla tirada en el suelo, y levantó sin problemas el trozo de madera, no sin antes sujetarla del brazo para que no escapara.

—¡Entonces tú fuiste la que obstruyó el carruaje... ¿Y ahora vienes a causar explosiones aquí? No sabes cuándo parar...!— Este fue interrumpido por la Yordle.

Lulu: —¡No...! Bueno sí, yo hice lo del carruaje ¡Pero fue ese tipo de allá quien estalló todo en pedazos!— Señaló al criminal.

—No puede ser...— Dirigiendo su vista al sujeto con cadenas— ¡¿Sylas?!


Tres Yordles ¿Tres amigas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora