Capitulo 2

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Un día después Carla llamo a Samuel para indicarle donde encontrarse con él, le prometió mostrarle lugares más bonitos de Londres y es lo que intenta hacer. Se encontraron en el parque cerca de la empresa de Carla, primero decidieron tomar un paseo por las calles que según Carla son los mas románticos.

-¿Dónde te estás quedando?  - pregunto Carla

-Un hotel de cerca, es muy bueno, tiene cuatro estrellas, buena comida, buen servicio.

Carla le mira de reojo y sonríe.

-Londres es precioso, sobre todo ahora, es lo único verdadero que te dicen por el Internet.

Samuel escuchaba con mucha atención todo lo que Carla le decía, le gustaba escucharla, era como poesía.

-¿Me has oído? – decía la rubia

-¿Qué dijiste?

-Joder, Samuel...

-Perdóname, estaba pensando en ti y en que cambiaste un poco, ya no te siento tan distante como antes.

Carla siente un escalofrió al oírlo empezar hablando sobre su relación, necesitaba un autocontrol.

-Bueno, ahora vamos a sentarnos y tomar un café, ¿te parece?

-Espera...

Samuel le toma por el brazo tiernamente.

-¿Te molesta que te mencione eso? ¿Qué habla sobre nuestro pasado indirectamente?

Carla cierra los ojos, los abre y frunce el ceño.

-Me molesta mucho.

Samuel suelta su brazo y asienta con cabeza.

-Estaba pensando mucho en ti, todo me recordaba a ti, siempre me pregunte qué fue lo que paso contigo, donde estabas, que hacías... luego descubrí que hiciste todo lo que quisiste.

-¿De verdad?

-¿Por qué se te hace tan difícil creerme? – cuestiona

-Igual porque estaba tonta y siempre creía en todo lo que me decías.

Carla no quería  que ese encuentro se vuelva tan oscuro y dramático, pero Samuel no le dejaba otra alternativa.

-Lo único que supiste hacer es manipularme y engañar, ¿no?

-Carla, por favor...

-¿Por favor que? ¿No es eso lo que decías?

Los dos siguen caminando, Samuel no sabía que decir, le dolía que ella pensaba así.

-Claro, me querías a tu manera, pero era mala manera de demostrármelo, sobretodo aquel día en restaurante donde empezaste a trabajar. Esa era la razón de mi ida, si es eso lo que aun te preocupa y confunde – decía sin aliento

Samuel se da cuenta de algunas cosas, rogaba a dios para que pueda devolver tiempo a ese día y tomar el control de todo lo que ocurrió.

-¿Quieres tomar un café?

El asintió con cabeza, era el encuentro más raro, ambos sentaron a tomar un café y de nuevo silencio se apodero de los dos.

-¿Qué paso con esa chica? – decía

-¿Qué?

-La chica con la que estuviste durante tu último año – explica

-Joder, no lo sé, es que me sorprende que hablas de ella, porque lo nuestro no fue tan importante. Todo pasó de una manera rápida, te fuiste y un dos meses después...

-¿Dos meses después de enamoraste de otra? – decía irónicamente

-Por favor, no hablas así, no sabes lo que paso.

-Lo sé todo, se que trataste vender tu cuerpo para poder pagar la casa, también se que anduviste con esa chica y engañaste a Guzmán quien lo olvido en menos de tres minutos, también se que no te molestaste en  llamarme a preguntarme como estoy o que estoy haciendo. Lo sé todo, no hace falta decir que no tengo idea de nada.

Samuel queda callado, para él las cosas parecen fatales, pero no eran así.

-¿Y tú no estuviste con ningún británico por acá? ¿Es eso lo que quieres decirme?

-Y aunque lo hice, yo nunca me enamore de nadie después de ti, sería injusto.

Todo eso fue como una cachetada bien fría para Samuel, quien maldiga a sí mismo.

-Yo pague tu casa, si vamos a hablar con la verdad debes saber que me llamaron y yo lo hice – decía

-¿Qué coño...?

-Si, aunque fui en contra de lo que hacías lo hice, necesitabas dinero y nadie lo haría por ti porque todos son imbéciles y putos egoístas que no saben valorar a nadie más que sus putos deseos, lo haria de nuevo si me lo pidieras.

Samuel sonríe tiernamente, le coja por la mano.

-Eres... eres más valiente de lo que crees y la mejor persona que sigue existiendo en mi vida y no te quiero perder, aunque sea como amiga o algo más.

Samuel tenía esperanza de poder volver tener algo con Carla, pero ella parecía negándose un poco.

De repente fija mirada por la ventana y ve a Mark en el coche, esperándola.

-Vamos a tener que dejar esto para otro día, Mark me está esperando – decía

-¿Tu novio? – decía con mucha ironía

-Espera mi llamada, ¿si?

Carla le besa en mejilla, no era ninguna intención de provocarlo ni nada, esta Carla era más tierna y más sentimental.

Samuel la veía salir y entrar en coche, saludando a Mark con un abrazo a lo que el hombre responde con una sonrisa.

Es entonces que Samuel decida no salir de vida de Carla tan fácilmente, sino luchar y volver conquistarla.

Nieve en Londres - Short StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora