✦✧ T R E S ✧✦

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¡Desgraciado! —maulló al verlo.   

Jeongguk al escuchar los tan conocidos maullidos levantó su vista encontrándose con el gatito de sus ojos, casi sin poder creerlo correspondió sus maullidos con entusiasmo y emocionado trató de subir a donde su amado se encontraba, mientras los humanos no le prestaban atención, escaló por las sillas llegando finalmente al lugar dónde Jin estaba recostado.  

—¡Seokjinnie! —exclamó con emoción al estar a su lado, más éste hizo como si no lo hubiera escuchado—. Estaba loco por verte, te extrañé mucho, muchísimo.     

—Ja, sí, claro —dijo éste mirando hacia sus garritas, gato cínico, ¿Pensaba que le creería así sin más? Ya lo había decepcionado una vez.   

Jungkook observó su actitud, sabía que no estaba creyéndole, y tenía sus razones.   

—¡Es verdad! Sólo que papá Jimin no me dejaba salir de casa, y Niki estaba sobre mí todos los días vigilando que no me fuera —intentó explicarse el gatito—. Pero no creas que papá Jimin es cruel, todo es por mi patita, por eso no podía ir a verte.   

Hizo referencia a su patita vendada, que Seokjin miró, sintiéndose un poco culpable por sus pensamientos anteriores. ¿Algo grave había pasado con Jungkook? Y él deseando tantas veces que comiera una rata intoxicada.   

—¿Qué te ocurrió? —preguntó con algo de preocupación, pero intentando no demostrarlo demasiado, poco a poco, no podía ser tan evidente.   

—Un humano en bicicleta me pisó mi esponjosa patita —cerró sus ojitos gatunos al recordar aquél dolor, no se lo deseaba a nadie.  

Seokjinnie pudo imaginarse el dolor, una vez Namjoon lo había pisado sin querer y había dolido mucho, seguramente una bicicleta era peor de todas las maneras posibles.   

—Ouch, hay tantos humanos insensibles —expresó Jin con pesar colocando su patita sobre la de Jungkook, comprendiendo al otro gatito.   

—Pensé que sólo había sido un gato de una noche para ti.   

—¡Por supuesto que no, Seokjin! —exclamó bastante seguro—. Me gustas de verdad.   

—¿De verdad? —preguntó con algo de desconfianza.   

El amor en el reino animal era mucho más simple que en el de los humanos, había química y era todo lo que se necesitaba, la atracción era innegable y el deseo de estar juntos importaba mucho más, esperar para formar una relación no era del todo una opción.  

—¡Sí! —respondió con emoción.  

Quiso sonreír por la emoción del otro, le pareció adorable, pero lo era aún más por el hecho de que la causa de esta era nada mas ni nada menos que él.    

—C-creo que a mí también, Koo —confesó el gato, con un poco de vergüenza.    

Jimin volvió su atención hacía la camilla, encontrándose con la adorable escena de estos dos, levantó su ceja expectante, para que Jungkook tuviera es afinidad con otro gato podía implicar otra cosa...  

—Hey, parece que Jungkook y Seokjin se hicieron amiguitos —dijo Jimin con una sonrisa tomando a su gatito apartándolo del paciente para proseguir con su trabajo.  

Sí, amiguitos, muy amiguitos —pensó Seokjin.    

Sobre todo aquella noche hace semanas, hum, no se trataba de algo muy amistoso que digamos.  

Tomó los aparatos listos y procedió a por fin revisar al gatito con el aparato, bajo la mirada extrañada de Hoseok, pasaba el transductor sobre el vientre del gato, que se encontraba mucho más dócil luego de la conversación con el otro.   

Mininos || GgukJin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora