"la ladronzuela"

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Siento a alguien tirar de mi hombro levemente , trato de no prestarle atención pero cada vez se siente más mi sudor correr por mi espalda , tanto así que se vuelve increíblemente incómodo y logra que poco a poco me despierte. Lo primero que veo es la cara con grandes ojeras de mi tía abuela viéndome de cerca. Ya me tengo que levantar para ir al trabajo. La mujer sale de la habitación que compartimos junto a mi tía Keila y yo me levanto de mi colchón. Me froto los ojos y me levanto como puedo.

El agua fría sale de la ducha y si no estuviera acostumbrada al agua tan fría seguro gritaría , tomo la barra de jabón y la frotó contra mi cuerpo creando un poco de espuma. Claramente no es el mejor jabón del mundo.

Al salir me visto con mis pantalones viejos y la camisa del uniforme. Me despido de la mujer que tararea una canción en la cocina y salgo del apartamento guindandome mi bolso al hombro. Bajo los tres pisos con calma y empiezo mi viaje a mi trabajo.

Trabajo en una joyería a unas cuantas calles del apartamento , suelo vender joyas un tanto costosas y de calidad pero mi sueldo , al igual que el de la poca gente que trabaja ahí , es una miseria. Veo a la calle de enfrente donde hay una tienda del libro , trabaje como dos meses allí pero fui despedida por recorte de personal , mi jefa ahí es todo lo contrario a mi jefe actual.

Pienso en recostarme del poste de luz junto a mi cuando veo a una de mis compañeras abrir las puertas de vidrio y empezar a colocar el cartel de abierto.

Paso saludándola secamente y siento a alguien tomarme del hombro. Es Isaac , el hijo mayor de mi jefe , un chico completamente alegre e inteligente. Claramente eso lo habrá sacado de su madre. El me saludo y me extiende una bolsa café con lo que podría ser un café o una sopa de lo humeante que está.

-¿Podrías llevarle esto a mi papá , por favor Sky?

Le sonrió como puedo y entro al despacho del jefe con la bolsa en mano. El olor a whisky golpea con fuerza mi sentido del olfato , y piso con mi bota de trabajo un cigarro que no necesariamente lleva nicotina. Levanto la vista y veo a mi jefe pasando la muy conocida y "amada" nótese el sarcasmo , resaca. Me aclaro la garganta y el como puede enfoca su vista en mi. Cuando logra hacerlo , hace una sonrisa boba y abre sus brazos haciendo una mueca.

-¡Sky , belleza! ¡¿Desde cuándo no te veo?! Ya me hacías falta , bella.

-Isaac te compro desayuno - se lo extiendo evitando su comentario y el rebusca algo que beber.

-¿Por qué llegan tan temprano , acaso se duermen a las seis de la noche para pararse tan temprano?

Muerdo mi labio tratando de disimular lo molesto que es el olor a licor en un espacio cerrado.

- En realidad , llegué unos minutos tarde.

El me mira fijamente y luego sonríe otra vez.

- Me agradas , Sky. Eres franca y honesta. Me gusta la sinceridad... - abre la primera gaveta de su escritorio y saca un fajo de billetes , saca tres de ellos y me observa - ... Toma , propina por sinceridad. - dicho eso lanza los tres billetes en mi cara , los atrapó en el aire y los observo.

Tres dólares.

Tres míseros dólares.

Entiendo que no era nesesario que me los de. Pero , por favor , me acaba de lanzar a la cara tres tristes dólares , prácticamente me ha humillado. Me siento humillada.

Pero hago de tripas corazones y los guardo , al final podré comprarme aunque sea un sándwich de dólar y medio para almorzar.

No los agradezco pero el empieza a dar vueltas en su silla giratoria. - ¿Algo más? - pregunto viendo a otro lado.

-No , nada bella.

Asiento con la cabeza y salgo de su despacho comenzando a ordenar los estantes con cristales decorativos que agarran polvo de manera impresionante y fastidiosa.

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-¿Segura que estarás bien , Sky?

Asiento sonriendole a Isaac que me había preguntado si quiero acompañarlo a almorzar.

-Tranquilo guapo , no tengo hambre.

En realidad , no quiero que sienta lástima por mí cuando me vea a comprar un sándwich de tocino en un puesto ambulante que está cerca de acá , siendo lo único que podré pagar con la maravillosa propina que me dio su padre. No es que el no sepa de la situación económica en la que estoy , pero ya es incómodo comer un "sandwich" que consiste de: el pan viejo , las cuatro tiras de tocino , y un poco de la salsa dudosa con sabor a limón que trato de nunca incluir a la comida.

Lo veo alejarse junto a la otra chica y el chico nuevo que trabajan junto a mi. Cuando cruzan la esquina , paro al vendedor ambulante que ya me conoce como: "la chica que odio su salsa" para hacer mi pedido. Por suerte , también me alcanza para un refresco pequeño y ya cuando tenga mi almuerzo , me siento en el lugar donde descansamos a comer.

Mastico lentamente tratando de distraerme y no pensar en el sabor del pan viejo.

De reojo veo una mancha roja que se desplaza a mi derecha. Era un rojo sangre muy intenso.

Busco con mi mirada la mancha nuevamente pero al no encontrarla me quedo quieta con el seño fruncido. Decido no darle importancia y volver a come cuando siento un jalón fuerte que me hace caer al piso. Abro mis ojos impactada ante lo que veo.

Una niña extraña , pequeña , delgada , con ropa que no se distinguir , y con cabello tan rojo como para ser normal está jalando de mi mano donde tengo lo que queda de mi sándwich.

Siento tanta irá e impotencia que está pequeña ladronzuela me quite algo que es mío , ella debería de buscar lo suyo , o quitárselo a alguien más , no a mí.

La tomo de los pies delgados y la jalo tan fuerte que seguro que su cabeza hubiera estrellado contra el piso horriblemente , pero no , para mí sorpresa la niña no tiene una caída tan dolorosa , si no más bien con gracia , pero al menos cae.

Le frunzo el ceño y un dolor de cabeza que últimamente me ha dado cuando me molestó mucho me surca la parte de atrás de mi cabeza y el final de la nariz. Siento que no veo nada y en pocos segundos solo veo a la ladronzuela , siento mis labios moverse pero no sé que dicen , la verdad no sé que hago. Pero no tengo dolor de cabeza , eso es bueno.

Derrepente el dolor de cabeza vuelve menos fuerte y cuando vuelvo a ser conciente la ladronzuela , ya no está abajo de mi , de hecho la veo alejarse dando brincos por la puerta de la joyería y desaparecer.

No es la primera vez que sucede algo así , quizás es la primera vez en almenos seis o siete años. Pero la sensación de tranquilidad que siento luego de eso , hace que sienta que no ha pasado nada hasta olvidarlo , porque eso fue lo que pasó , nada.


Nota de autora: Oooooooooooooooodaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!

Weno acá iop con un capítulo re corto porque... Sí, pidolosiento.

XOXO.

Esa noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora