Takemichi pensaba que sería un documental divertido, relatando el estilo de vida de una tribu , que antes fue verificada por el gobierno Japones que los habitantes no eran agresivos mientras respetarán su espacio , así que ilusionado arrastro a todo su equipo a una isla llena de vegetación , escuchando las continuas quejas de Kokonoi por el calor que eran calladas por Inui y Chifuyu con un "Deja de andar de chillón ", provocando más quejas indignadas del pelinegro.
Al inicio todo fue bastante ameno, tuvieron sus dificultades al tratar de comunicar por un tipo de mímica raro que no veían a lastimarlos, ya que apenas vieron a Sanzu sacar una cámara casi le lanzaron una piedra a la cabeza y Kokonoi sufrió conteniendo al pelirosa para que no extinguiera a la especie con un tripie.
Kazutora y Takemichi con la mayor paciencia del mundo intentaron ganarse la confianza de los habitantes , con ayuda de un poco de fruta que no crecía en ese lugar tropical, el pelinegro trato de darles un dulce, pero fue regañado al instante por el mayor, alegando que los volvería adictos y casi se tuvo que refugiar en sus novios .
—Yo digo que les demos a Kazutora de tributo , es el único soltero — bromeo Chifuyu , abrazando a Takemichi que seguía con cara de niño regañado
—No les va a gustar, porque ya no es virgen — sonrió Sanzu con burla a su amigo, esquivando el libro que le lanzo a la cara que estaba sonrojado y enojado —Perdón Kazu-chan, venga dame un abrazo —
—¡No me toques idiota! — le empezó a dar pequeños golpecitos al ver como se aferraba , sofocándolo aún más por el calor que estaba haciendo ahí , suplicando ayuda a Kokonoi, pero fue brutalmente ignorado —Todos ustedes son imbéciles — siguió empujando la cara del pelirosa para que lo dejará respirar
El momento de molestar al de mechas rubias finalizo con un pequeño gruñido que conocían perfectamente, provocando una risa en el rubio , que estaba dispuesto a unirse a las bromas contra al de ojos ámbar.
—¡Ya llego tu novio Kazutora! — jalo a Sanzu antes de que el pelinegro lo atacará por acercarse de más a su según cortejo
—¡Cállate Inupi! — suspiro exasperado , ahora volteando a ver al pelinegro que lo veía con unos ojos de ilusión que hasta él se sentía intimidado —Hey...llegaste temprano — tosió con incomodidad, dándole pequeñas palmaditas a la cabeza del contrario que ronroneo satisfecho por la atención , agachándose para abrazar su cadera con una pequeña sonrisa
—Parece con gato grande y pulgoso —
—Ay Haru, por eso te ganas el odio de los habitantes —
—Esos hijos de perra traen algo contra mi Koko — refuto indignado, abrazando de la cintura a su pareja mientras tenia con un duelo de miradas con el pelinegro aferrado a Kazutora —¿Cómo llamaste a tu perro? —
—Deja de decirle así , recuerden que se llama Keisuke — suspiro Takemichi , separándose un poco de Chifuyu para intentar acercarse a su amigo, pero lo único que recibía era los gruñidos a defensiva del pelinegro , y que acercará aún más al de mechas a él —No me muerdas otra vez por favor — alzo las manos en señal de paz
—Keisuke me estas aplastando — consiguió crear un poquito de distancia entre ellos, ignorando el pequeño quejido deprimido del pelinegro, por más que le pareciera tierno el otro, no quería tener a nadie pegado con el calor que estaba haciendo —Cierto , la última vez mordió la pierna de Takemichi —
—En ese momento no me arrepentí de darle una patada — asintió Inupi , cruzándose de brazos —No me veas con esa cara Take...el fue el primero en atacarte —
—A lo mejor se sintió intimidado por mi —
—Un chihuahua intimida más que tú Hanagaki —
—Que malo eres Koko-kun —
Mientras sus amigos discutían, sintió que alguien lo jalaba de la manga y cuando se giró se encontró de nuevo a Keisuke sonriéndole con cariño , acercando una flor que había cortado a ponérsela con cuidado en su cabello, provocando una pequeña risa en el de mechas .
—Gracias Keisuke—
Al recibir la sonrisa del chico de respuesta, el pelinegro volvió a lanzarse a abrazarlo, restregando su mejilla contra la de Kazutora, que al final se dejó mientras pensaba que de nuevo iba a volver a estar rodeado con hojas.
—Si que eres empalagoso, ¿No? —
No sabia si el otro le entendía , pero escuchando el ruidito de felicidad al estar junto suyo, lo tomó como una respuesta positiva y decidió seguir dándole pequeñas palmaditas a su cabeza , tarareando calmado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.