Al fin, la paz era un hecho consumado entre la desesperación y el dolor de la guerra. Era un sueño hecho realidad. Pero no todo era tan simple, aquellos que lucharon y que vivían dentro de él debían partir en su momento. ¿Podría dejarlos ir? O ¿Busc...
Notas iniciales: Creo que se entiende al narrar, pero igual lo aclaro. Lo que está en cursiva de ahora en adelante serán los recuerdos de los personajes (Flash Back).
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Las decisiones hundidas en desesperación atraían a la oscuridad, a la densa angustia que ocultaba con su niebla la salida a esos miedos, que corrompían lo poco que quedaba de luz en su ser.
Zarc conocía esa sensación, saboreó en un punto muerto para luego ser dividido en esas partes, que terminó apreciando a pesar de todo lo que conllevó. Por ello, no terminaba de entender como el futuro de su homólogo más animoso, tierno y valiente, terminó en un profuso charco de sangre, donde ni siquiera podía sostenerlo en sus brazos y calmar el grito de su alma.
—Puedes evitar ese futuro, si es lo que deseas –El ser habló lentamente, intentando llegar a la mente de Zarc, quien veía en un reflejo del agua misma, esa visión dolorosa. –Puedo darte el momento, pero debes recordar...
—Lo quiero –Soltó del golpe. Cerró los ojos, tragando duro. Se apartó y se levantó, listo para enfrentarle. –Dime lo que debo hacer.
—¿Sin escuchar las consecuencias? –Una sonrisa torcida se asomó en su boca, extasiado al ver sus ojos, desbordantes de dolor.
—Quiero su felicidad, dársela si es posible –Explicó simplemente. No expresaron mayor palabra, viéndose mutuamente, antes que el ser decidiera continuar.
—Avaricia, obsesión, lujuria, egoísmo... Pasión, caridad, sacrificio, humildad... Ya tienes toda la ayuda que necesitas –Señaló hacia él, con un brillo leve, dándose cuenta a que se refería –Pero no olvides... Los humanos son impredecibles y eso condenará tu deseo si no tienes cuidado.
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Zarc recordaba esa conversación, una que se dio antes de viajar en el tiempo para ayudar a su contraparte. Vio como Yuya llegó corriendo hacia la escuela You Shou Duel, donde le recibía una de las partes de Ray, Yuzu. Ella tenía el cabello de color rosa amarrado en dos coletas, sus ojos del mismo tono, vistiendo su falda roja, blusa escolar y zapatillas en conjunto.
—¡Todos a un lado! –Gritó mientras se abría paso entre la multitud que ya esperaba a Yuya —¡Ven! –Tomó de la muñeca a Yuya y entraron al edificio, casi a rastras.
