La Enemistad Entre El Amor

Bienestar familiar

Carla seguia viendo al pelinegro que ahora atendia a su amiga que miraba aun con interés menú hasta eligió un platillo, Levi ni se dio cuenta de la mirada de sorpresa de la castaña por atender a su amiga.

—Quisiera ordenar este platillo— dijo señalando un plato del menú— y un espresso para acompañar

—Entendido,¿y usted señora?— dijo viendo a la de ojos ambar

—Yo... quiero pedir un té nada más— le dio una sonrisa

—Como ordene— agarro los menús y se fue hacia la cocina

—Pensé que ibas a querer probar el nuevo platillo— le dijo la mujer a Carla

—Cambie de opinión— le sonrío incómoda

—¿Estas bien? Te pusiste un poco pálida cuando viste al mesero

—Que va no es por el, solo que me acorde que debía hablar algo con Grisha y se me olvido— dijo tratando de no sonar nerviosa, esperaba que su amiga se tratara ese cuento

—Si tu lo dices— se encogió de hombros

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—¿Viste como me hablo Will?— se quejo con su mayordomo— ¿quien se ha creído para hablarme en ese tono?

—Me permite decirle algo mi señora— dijo ofreciendole una copa que contenía una bebida alcohólica puesto que su patrona se lo había pedido

—Habla— respondió mientras agarraba la copa

—No le parece mejor que en vez de que el sujeto venda en la calle ponga una bodega

—Me parece o lo estas defendiendo— reclamó con el ceño fruncido

—De ninguna manera mi señora— dijo con voz firme— solo que no cree que tal vez es mejor una bodega a que se la pase gritando cada mañana en la calle

—No, no lo creo— se levanto de su asiento— Will quiero que llames a la secretaria del alcalde y le preguntes si hay una licencia en tramite para poner una bodega en Rose

—Si mi señora

—No te lo lleves, voy a tomar otra copa

El mayordomo solo asintió con la cabeza y dejo la botella en la mesa de estar, luego fue por el teléfono de la cocina, estaba en aprietos puesto que el no queria que cerraran la bodega por que a el le gustaba tener una bodega cerca sin contar que queria ayudar a Daniel y al resto de su familia, Will solo tenia una sola opción para que la bodega no cerrara y era mentirle a su patrona.

Will no era una persona que le gustará la mentira pero entendía que a veces era necesario mentir por una causa mayor, en este caso era por sus vecinos y aun que sabia que su mentira no duraria tanto y posiblemente se llevaria una buena reprimenda de sus patrones cuando descubrieran que mintió, lo haría sin dudar por el bienestar de aquella familia.

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—Tia ¿por qué no quieres ayudar?— pregunto Mikasa, pelando papas

—Ya les dije estoy exausta— les dijo volteando a verlas

—Yani— la llamo con reproche

—¡Ay!¡Esta bien!— dijo levantándose de la silla

—Ya están listas las papas— dijo Mikasa

—Gracias hija ya puedes irte, ahora tu tia me ayudará

—¿Yo?

—Si tu,— miro a su hija— mejor ve a preguntar a tu abuela por el marco

—¿Marco?¿Que marco?