Bajo La Sombra Del Pasado

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UN MOMENTO

 Neftis Meyer 

- ¡Están listos para una nueva misión que marcará o dejará una huella en su perfil militar! –habla fuerte y claro mi coronel, cada que habla así me enciende de una manera incomparable.

-Estamos listos mi coronel –me encuentro ahora mismo siendo la cabeza de todos mis soldados, justo ahora mismo estoy rezando que mis hormonas se tranquilicen ante la postura del hombre con traje negro hecho a la medida que esta frente a mí.

-Muy bien soldados, partiremos a la misión y cada uno tomará su lugar correspondiente, ustedes estarán llegando en una camioneta blanca que los estará dejando en el punto de encuentro –el coronel se encuentra dando instrucciones de llegada.

El coronel y yo estaremos llegando en un Lamborghini negro digno de la mafia, mi vestido y su traje hace juego, y esto no lo planee quiero recalcar. Pero no es difícil de descifrar que el traje es el que le regale el día de su cumpleaños.

-Muy bien ahora mismo quiero que todos preparen sus audífonos, rastreadores y tenga a la mano cada una de sus armas que les brindó la Teniente Meyer –su voz demanda autoridad, esta es un claro ejemplo de voz que te deja idiotizada y temblando de miedo ante el tono que suele utilizar - ¡Entendido!

- ¡Sí , coronel! –demanda a todos mis soldados incluyéndome.

- ¡Muy bien, pueden retirarse a la camioneta!

Inmediatamente todos mis soldados salen disparados a la camioneta blanca la cual no tarda en acelerar y perderse ante nuestras vistas.

-Lista Egipcia –me mira con picardía mientras se encamina a abrir la puerta del coche. Apresuró el paso hasta quedar frente a él y rozarlo para entrar al coche, la puerta se cierra e inmediatamente y él no tarda en subir y acariciar mi muslo descubierto –Dime egipcia que no te lo has quitado.

Niego.

-Háblame egipcia –pasa su pulgar por mis labios de manera brusca y me jala hasta que sus labios quedan rozando los míos –Me gusta que me hables cuando te lo pido egipcia. –quita su mano de mi muslo y se dirige a su teléfono que no tarda en encender y subir el ritmo del vibrador, gimo sobre sus labios, los cuales son callado con un beso de lo más salvaje, su lengua invade mi boca explorándola.

Separa sus labios de mi boca y me da un pico antes de voltearse y dejar su teléfono a lado de mi muslo y poner su mano sobre mi muslo, casi llegando a la zona que está recibiendo placer.

El coche ruge y sale a máxima velocidad, la manera en la que mueve su mano sobre el volante, aprieta mi muslo con su otra mano y el vibrador que tengo en las piernas, me hacen retorcerme de placer, sus dedos empiezan a trazar círculos hasta subir mi vestido y el que sus dedos hagan a un lado mis bragas y introduzca uno de sus dedos me hace perder la poca cordura que tengo y este teniendo un orgasmo en el coche que se encuentra a máxima velocidad sobre las calles.

- ¡Ahh! –llevo mi mano apretando su brazo.

-Aprietas tan bien mis dedos egipcia, este es solo un pequeño adelanto –saca el dedo de mi zona íntima y lo chupa, me hace jadear y él momentáneamente se voltea a verme y guiñarme el ojo. –Sabes tan bien muñeca.

Con sus hábiles dedos para el vibrador y pone nuevamente su mano sobre mi muslo, la ciudad de noche es extremadamente hermosa, los edificios alumbran demasiado bien las calles.

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Cuando llegamos al hotel la vista es espectacular, enfrente del hotel hay un gran camino de pinos que están alumbrando el camino, el hotel es color crema, es grande, logro visibilizar a mis soldados.