Capítulo III

82 4 0
                                    

Capítulo III

  Íbamos en silencio en el Mercedes, hasta que Bruno se le ocurrió subirle a todo lo que daba la radio, estaban dando un rap, él seguía conduciendo como si la música no estuviese, y yo, aturdida por la música, le cambié. Estaban dando  “Mi niña bonita”. Él frenó el auto en seco y me miró.

- “Y siento que vuelo, mas alto que el cielo, si tengo de cerca el olor de tu pelo” – cantó con la canción, no cantaba mal.

- ¿Ahora eres un pájaro que vuela?- pregunté.

- No, soy un Ángel – respondió sonriendo y manteniendo la vista en el vacío.

- Pues, ¿no que el Ángel era yo? – dije recordando mi apodo.

- No, tu eres un Ángel para todos, yo soy tú Ángel. – dijo mirándome con cara de obvio.

- Pensé que preferías el rap – dije, reconociendo que conocía la canción e intentando cambiar de tema.

- No, a mí no me gusta, pensé que a ti te gustaba – dijo.

- Prefiero algo más… - dije sin encontrar la palabra adecuada – Todo menos cumbia y raps.

   Pasaron alrededor de diez minutos, cuando ví un cartel grande que decía: AUTOCINE.

- ¿Qué vamos a ver? – pregunté, hasta el momento ni me había dicho que íbamos a ver.

- Harry Potter y el cáliz de fuego, ¿Está bien? – preguntó de pronto.

- Sí, perfecto – menos mal que no era una de amor.

.

.

.

   Ya había pasado más o menos media hora de la película. En total éramos unos cuatro coches. No era tan aburrida… pero yo ya la había visto. Pobre Sedrik…

–¡Que alegría! –Dijo muy alto para mi gusto –¿Se murió una tía rica a la cual no conocías o te sacaste la lotería? Porque aquí se respira la felicidad y la buena vibra.

   No pude evitar sonreír. Él sabía como ponerme de buen ánimo.

–No… es que… ya la ví, no hacía falta el sarcasmo, ya entendí tu punto –dije rodando mis ojos.

–No era sarcasmo en realidad –puntualizó –En verdad lo pensaba… deberías compartir –bromeó.

   Me largué a reír y él se unió a mis risas.

-Está bien… si ya la viste… ¿Quieres que nos vayamos? – preguntó.

 Me lo pensé bien… no, no era tan aburrido estar con él.

-No – respondí – Ahora que me acuerdo… me debes un par de respuestas – lo miré bostezando.

-Esta bien – me dijo girando su cuerpo hacia mi – empieza.

- ¿Cómo conseguiste mi número  de teléfono? – preguntó.

- Se lo pedí a Nicolás – me dijo con cierto aire de indiferencia.

- Okay… - dije y me pensé otra pregunta - ¿Cómo sabías donde vivía? – cuando me llevó a casa despues del bar, no le dije donde era.

-Te busque en la guía telefónica – dijo.

-¿Cuándo lo hiciste? – pregunté incrédula.

-Hace una semana – respondió.

-Wow – dije abriendo los ojos de par en par.

   Y acá venía otra pregunta.

-¿Por qué me besaste? – pregunté.

-Estoy loco por ti – dijo acercándose

-Pues, yo por ti no, lo siento – dije, no mentía, él no era mi tipo, era un pervertido.

-Lo entiendo, pero no por eso cambiará mi opinión – dijo

   Bostecé y todo se oscureció.

Ángeles y Demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora