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"¿Nena, por favoooor?", oyes decir a tu novio por quinta vez esa noche, la desesperación en su voz crece con cada segundo que pasa. Pero tú estás ocupada, incapaz de permitirte el lujo de alejarte al menos una hora de tu trabajo, así que le regañas, una vez más. "Ahora no, Hee", dices, suspirando cuando sientes su barbilla apoyada en tu hombro, los brazos deslizándose alrededor de tu forma mientras mira tu portátil. "¿No es para dentro de una semana?", pregunta, con una ligera burla en su voz que apenas se distingue. Sólo puedes asentir con la cabeza, un suspiro se escapa de tus labios mientras te giras para mirarle, encontrándote con una expresión incrédula mientras él simplemente te devuelve la mirada. No tiene palabras, claro que sí. Y por eso se queda callado, apartándose mientras intenta idear una forma de tenerte para él.
En el momento en que pusiste un pie dentro de la casa, fuiste recibida con un suave beso por Heeseung. Pero esa dulzura duró poco, ya que a los pocos minutos habías sentido que intentaba llevar las cosas al siguiente nivel, sólo para que el aire rozara sus labios cuando te apartaste con un "Hoy no puedo". Y desde entonces, había intentado, en vano, que cambiaras de opinión.
Tras haber fracasado en su intento de cortejarte con sus palabras, decide recurrir a un truco que sabe que te excita siempre. Uno que siempre se convierte en la mayor fuente de distracción para ti, sin importar lo que estés haciendo. Sonriendo para sí mismo, se quita la sudadera, su tonificado torso sale a relucir en el momento en que la holgada prenda cae al suelo. No te das cuenta de sus payasadas de inmediato, pero él está deseando saber cuánto puedes durar.
''Oye, cariño ¿sabes dónde he guardado mi sudadera azul?", dice, consciente de que tú eres la responsable de guardar la ropa en su sitio después de que él haya terminado de lavarla. Y tal y como él había previsto, te giras al oír su voz, con los ojos del tamaño de platillos en cuanto tus ojos se posan en sus cincelados abdominales. A pesar de que lo ves semidesnudo todos los días porque duerme sin camiseta, parece que nunca te cansas de él cuando está así.
Con la respiración entrecortada, ni siquiera notas que la lengua se te escapa de la boca y te recorre el labio inferior. Tu reacción es justo lo que él quería, lo que hace que Heeseung sonría complacido mientras dice: "¿Tierra llamando a _____", sus palabras logran sacarte del trance. Sacudiendo la cabeza, te encuentras con que te mira expectante, con los labios ligeramente curvados en una sonrisa traviesa.
Al sentirte nerviosa, murmuras algo parecido a "el cajón de la izquierda", en voz tan baja que está seguro de que no lo oirá. "No te escuché", dice, enarcando una ceja al ver que levantas la cara para mirarle de nuevo. No le pasa desapercibido el modo en que tus ojos permanecen pegados a su abdomen un poco más de lo necesario, el trago que baja por tu garganta dolorosamente visible.
Sabes que lo hace a propósito, tiene que hacerlo, ¿verdad? Está tratando de llegar a ti, y ahora mismo, está ganando. Mordiéndote el labio, abres la boca para hablar una vez más, sólo para que no se te escape ningún sonido. Resoplando con fingido fastidio, Heeseung finalmente ve su oportunidad y se acerca a ti mientras pones los ojos en blanco. Antes de que puedas asimilarlo, está justo delante de ti, con la cara peligrosamente cerca de la tuya mientras sientes su aliento caliente abanicando tus labios.
"¿Estás bien, cariño?", dice, sonriendo una vez más al medir tu reacción. Pero no te das cuenta de cómo te mira, demasiado absorta en el trazado de los contornos de su torso. Apartando los ojos, intentas parecer más audaz de lo que sientes, los latidos del corazón se aceleran cuando por fin notas la proximidad entre vosotros. Y es entonces cuando tu determinación de terminar tu trabajo antes de mañana se desvanece, y lo único que piensas es en lo besables que parecen sus labios.
Lo siguiente que sabes es que lo estás besando, con tus brazos rodeando su cuello mientras él responde con el mismo fervor, sabiendo que su plan ha funcionado. El beso se profundiza en cuestión de segundos, sus manos te levantan de la silla y te acercan a su pecho. "¿Y tu trabajo?", murmura contra tus labios, sabiendo ya lo que vas a decir. Y escucha lo que quería, oyéndose poco después un "Que se joda el trabajo".
Con eso, te lleva a la cama, empujándote suavemente para que tu espalda descanse sobre el colchón mientras él se cierne sobre ti, apretando tu cuerpo vestido. Sus labios siguen en los tuyos, mientras sus manos masajean tus pechos a través de las copas del sujetador. Sientes que la humedad crece entre tus muslos, su erección, que hasta ahora era invisible gracias a su holgado pijama, crea ahora fricción contra tus bragas. Gritas dentro del beso y le tiras del pelo para hacerle saber que quieres más.
Eso es todo lo que hace falta para que te baje el pijama y las bragas mientras chasquea la lengua por lo pegajoso que está tu coño. "Todavía no te he tocado", murmura, sonriendo para sí mismo mientras se prepara para bajar. Pero es tu voz la que le impide hacerlo, un "Espera" que se escapa de tus labios antes de que puedas pensar en lo que quieres decir. "¿Qué pasa, nena?" te pregunta, un sonrojo sube a tus mejillas aún así le dices lo que tienes en mente. "Quiero probar", consigues decir, tus palabras terminan en un gemido mientras piensas en lo que estás insinuando. Sólo quieres tenerlo dentro de tu boca, tu lengua recorriendo su longitud mientras te come. Es una guarrada, lo sabes, pero no puedes hacer nada para controlar el deseo que bulle en tu interior.
Y por eso, un par de minutos después, tu novio finalmente te penetra, dejando que su boca te dé lametones en tu cuerpo mientras tú rodeas con tus labios su cuerpo ahora desnudo, dándole una mamada. Los dos no tardáis en marcar un ritmo, con un montón de gemidos mientras vuestras bocas trabajan para dar placer al otro. Heeseung no puede evitar suspirar ante tu sabor, sus yemas hormiguean mientras usa sus dedos para presionar tu clítoris. Tú, por tu parte, sigues chupándosela, y tus manos se extienden para masajear sus pelotas. Esto es como el cielo, y la posición en la que te encuentras es casi suficiente para que te corras ya, la lascivia añadiendo combustible a la forma en que su lengua se siente contra tu agujero, sorbiendo de vez en cuando mientras obtiene el sabor de tus jugos.
Encima de ti, Heeseung tiene pensamientos similares, su mente se vuelve confusa mientras le haces sentir bien, muy bien. Puede que hoy hayas puesto a prueba su paciencia, pero la espera ha merecido la pena, ya que obtiene lo mejor de ambos mundos. Eres buena en lo que haces, y con él habiendo estado excitado tanto tiempo como hoy, no te sorprende que sientas su miembro retorciéndose dentro de ti.
Acelerando, le oyes soltar un profundo gemido, acompañado de un "Joder" cuando finalmente se corre, su semilla derramándose en tu boca mientras te esfuerzas por tragarla toda. Su conciencia amenaza con traicionarlo gracias a la fuerza de su orgasmo, pero queriendo recompensarte, sigue con ello, comiéndote, con su lengua entrando y saliendo de ti mientras alterna entre soplar aire y aplicar vacío. Es algo diferente a todo lo que has sentido antes, y al poco tiempo, tú también te liberas, por toda su cara, que está muy dispuesta a absorberlo todo. Con la respiración agitada, el pelo revuelto y los labios hinchados, se da la vuelta y te mira mientras estás tumbada debajo de él, con una sonrisa en tus facciones. Siente que su corazón se hincha de amor por ti en ese momento, un amor que tiene toda la noche para mostrarte.
créditos correspondientes a su autor
Llevo varios borradores con historias para traducir pero se me olvidó apuntarme los autores:(
Tengo como unos 7 lol xD
Aunque no especifique el autor, eso no significa que haya escrito el shot, o pongo el autor o le dejó los créditos correspondientes.
En fin, háblenme gente que lee me siento solita D:
