La castaña abrió los ojos, notando más cansancio de lo normal, al despertar siempre tenía cansancio y sueño como el resto de las personas pero habían muchos días en el que ese sueño y cansancio era el doble y hoy era uno de esos días, por lo que suspiro cansada, podría volver a dormir pero no era una opción válida si es que no quería llegar tarde, por lo que se obligó a levantarse de la cama antes de tapar con cuidado al animal que se había encontrado entre sus brazos al despertar y, agarrando ropa, se fue a dar una rápida ducha.
Jueves 27, 8:00
La chica llegó a la cocina luego de haberse duchado y arreglado en el baño, para así poderse hacer un té negro junto a dos galletas de chocolate, una combinación algo rara pero le gustaba bastante y sinceramente por una vez que le caía algo bien a parte de un café por las mañanas no iba a desaprovechar aquello.
Suspiro luego de tomar el último trago de te y el último trozo de la galleta antes de ir a despertar a su hermano, ya eran y 10 y solo tenían cinco minutos para ponerse en camino al instituto, cosa que hicieron, el chico por primera vez solo se pucho la chaqueta y bajaron en dirección al coche antes de montar en el mismo y poner camino a su hogar.
Jueves 27, 9:25
La castaña soltó una silenciosa carcajada mientras veía a eimy soltar otra, la maestra ya estaba saliendo y durante toda esa hora no habían parado de decir cosas que las hacia soltar lágrimas de tanto que reían, cosa que hacía que el corazón de la castaña teñida latiera cálidamente, no le gustaba su amiga de una manera romántica ni mucho menos, pero esas pequeñas acciones la hacían sentir una verdadera felicidad. Solo faltaba una hora y ya podían ir casa cosa que paso muy rápido, ya que la siguiente hora ambas chicas se la pasaron hablando junto una tercera de un trabajo que estaban haciendo y sobre cómo la cuarta integrante de el grupo asignado había mentido sobre que iba a asistir y realmente no lo hizo, pero bueno, habían avanzado bastante y eso era un lujo. Cuando llegó la hora de irse, ambas amigas aprovecharon a la gente de ciclos que estaban permitidos a salir del centro sin autorización ninguna para salir y así esperar en el parque más cercano a su hermano, el cual estaba avisado que a las 10:20 tenía que ir por ella, ya que las actividades que iban a hacer ese día no les agradaba a ninguna y la teñida preferia ir a su casa antes de quedarse sola e incomoda.
Jueves 27, 15:20
La chica estaba una vez más delante del ordenador con pequeñas lágrimas en los ojos que intentaba retener, le había preguntado a su madre si en vez de preparar algo en la casa podían ir a comprar comida fuera y antes de que pudiera terminar la frase su madre respondió con un "normal que estés así, si solo comes de fuera, hazte algo aquí y ya", no la había dejado en ese estado el que se negara, lo que hizo que estuviera así fue el como grito y la elección de palabras, estaba consciente de que le sobraban kilos y grasa y que su madre solo le grité esa incomodidad para ella le dolía aunque no fuera la primera vez que le dijeran eso.
Jueves 27, 18:22
La chica estaba cansada, solo quería dormir y con suerte para ella no despertaría, solo quería acostarse en su cama junto su gato, mirarle mientras su vida se iba y sentir paz de una vez por todas, sabía que a lo mejor le dolía a alguien su ida pero podría superarlo, no era imprescindible en la vida de nadie y estaba seguro de aquello, el hecho de que todos los días todo el día tenga que estar soportando gritos y lágrimas era cansador, sobre todo tragarse su rabia y no explotar delante de nadie y ya ni hablemos el no poder volcar sus pensamientos con nadie, no tenía a nadie el cual escuchará sus más jodidos pensamientos y que, aunque no la entendiera, simplemente estuviera ahí para el, escuchándole, pero no tenía la suficiente confianza con nadie para no pensar que a esa persona que le hablara le importará aquello. Se obligó a salir de sus pensamientos una vez se dio cuenta que esos pensamientos estaban tornándose más...oscuros, sobre todo para ella, pero pensar en eso no la hacía sentirse mal si no que la hacían sentir en paz, pensar en ello y en lo que sentiría si lo lograba solo le traía un sentimiento cálido, pero prefería ignorar aquellos pensamientos antes de hacer alguna tontería ahí mismo.
Miro sorprendía a su madre, lágrimas empezaban a emanar de sus mejillas mientras su mano iba a acariciar aquella zona roja, la mayor la había abofeteado con fuerza porque sin querer había roto la botella de su perfume mientras el gato curioseaba por el baño de su madre, ni si quiera era de su madre lo que había roto entonces ¿Porque recibía aquello? Según la mayor fue que como no podía golpear al gato, la golpeaba a ella para que tuviera más cuidado en lo que hacía el animal, cosa que para la castaña hacia menos sentido, aún así para no recibir otro golpe o enfadar más a su madre callo y bajo la cabeza asintiendo de vez en cuando entre grito y grito que recibía y en cuanto terminó aquello, al querer ir a ver cómo había quedado la marca se llevó otra bofetada ahora de su hermano, cosa que la hizo soltar ahora un grito de dolor y sorpresa, este había hecho que la castaña mordiera su labio con tal fuerza que empezó a sangrar y miro con ojos como platos y ceño fruncido a su hermano, "¿¡Y ahora tú porque coño me pegas?!" Le gritó entre un roto sollozo y notoria confusión, ante ese grito recibió otra pequeña bofetada "¿¡Que que has hecho?! ¡Has manchado mi puta sudadera y no sale¡ ¡Te e dicho que dejaras de ponerte mi ropa!" Miro la dicha sudadera, la cual dos años antes su hermano le había regalado porque apenas le venía y decidió dársela a ella "¡Pero que esa es mía! ¡Me la diste porque no te venía!" Exclamó una vez más y sin poder aguantar más los sollozos simplemente los dejo salir, subiendo hasta su nariz la sudadera que tenía puesta y llendo con rapidez a su cuarto, sentía que le faltaba el aire y el pecho se le encogía, lo cual empeoró al oír como ambos adultos empezaban a discutir empezando el porque ambos me golpearon hasta de el porque su hermano ya no iba a estudiar, eran peleas ridículas que normalmente la implicaban a ella solo para que alguno de los dos se sintiera culpable y aceptara el error que a lo mejor ni cometió.
La castaña miraba fijamente el suelo mientras sollozaba y tosía sin control alguno, no podía parar de llorar y eso hacia que respirar empeoraba, solo pudo calmarse una vez abrió la ventana al ver al gato y este salto a sus brazos empezando a restregarse en ella, cosa que hizo que la muchacha soltara una risita y pudiera tomar una bocanada de aire, una tras otra hasta que ahora simplemente respiraba con algo de rapidez acostándose en la cama, con el felino en sus piernas.
Viernes 28, 00:31 am
Sabía que ese día no tenía que madrugar, pero después de tanto estaba cansada y solo quería dormir así que solo se permitió ver un capítulo de los últimos de la segunda temporada antes de acostarse con gato en brazos y dormirse.
